El ingeniero industrial Sebastián Mercado vive en las afueras de Nueva York en Estados Unidos. Luego de un viaje de una hora y veinte minutos entre tren y metro, llega a las puertas del edificio de la 60 de Wall Street, donde el Deutsche Bank aún conserva sus oficinas.
Aquí, el rol del ex alumno de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso como estratega de Exchange-Traded Funds (ETFs) involucra la elaboración de reportes de estudio, realizar recomendaciones de inversión, comunicarse con clientes y representar al banco en conferencias y ante la prensa. "Actualmente paso una parte significativa de mi tiempo fuera de la oficina, reuniéndome con clientes del banco en diferentes lugares del mundo. Es cierto que con el tiempo uno se convierte en un robot en esta ciudad", comenta al describir el vertiginoso ritmo de vida al que debió acostumbrarse.
INICIOS AUSPICIOSOS
Antes de su egreso en 2007, Sebastián Mercado realizaba ayudantías en Tecnologías de la Información y en otras áreas en la Escuela de Ingeniería Industrial. También trabajó para el Centro de Estudios y Asistencia Legislativa y preparó un curso de Finanzas como clase electiva para su Escuela y otras de la PUCV. "Tuve diversas oportunidades de desarrollar aptitudes profesionales gracias al apoyo y la confianza que me dieron los profesores", destaca.
"Evalueserve" fue la empresa donde dio sus primeros pasos como profesional y, hasta hoy, la única que ha tenido además del Deutsche Bank. Es gracias a este puesto que ha contado con la posibilidad de, en un corto tiempo, desempeñarse en diversas entidades legales, responsabilidades y países del mundo.
Comenzó así en un equipo con requerimientos cuantitativos que prestaba servicios de apoyo al Deutsche Bank en Nueva York desde Curauma. Éste sería su primer acercamiento al banco y a la Gran Manzana.
Luego de ocho meses en Chile y uno en Nueva York, fue asignado para ir a Londres y, posteriormente, viajó a India por 14 meses para implementar la completa operación de un equipo de 15 personas. En el país asiático las tareas aumentaron e involucraron el diseño de reportes de estudios, la preparación de publicaciones, la conformación de un equipo, administrar personas y manejar la relación con el cliente.
DEUTSCHE BANK, ÚLTIMA PARADA
En julio de 2010 había formado una relación con el Deutsche Bank de casi tres años. Luego de trabajar en India, se le presentó la posibilidad de irse a la compañía en Nueva York. "Se puede decir que comencé desde abajo y fui construyendo una carrera por las oportunidades que se me fueron dando", comenta.
El hecho de desempeñarse para un banco global en Nueva York lo ha puesto en contacto con personas en todo el orbe. Ha vivido en cuatro países y visitado clientes en tres continentes, además de recorrer gran parte de Estados Unidos. Sus clientes son tan diversos que abarcan desde una AFP en Chile, hasta un hedge fund en EE.UU. y un megabanco en Japón. Comenta que todo este proceso ha enriquecido de sobremanera su visión del mundo.
Al mirar hacia tras y analizar cómo ha sido su rápido ascenso profesional, destaca que el éxito también depende de cómo uno está preparado para tomar las oportunidades que se presentan . Puntualiza que "el talento o la inteligencia ayudan, pero la verdad es que uno tiene que ser comprometido con lo que hace, ganar experiencia, pensar más allá de lo que se pide, enfocarse en lo que realmente tiene valor para el cliente".