Marcelo Mena regresó a Chile en calidad de Practice Manager del Grupo de Cambio Climático del Banco Mundial. Por eso, se disculpa por no hablar sobre contingencia política. Su visita es sólo para hablar de cambio climático. En su presentación en el Congreso Futuro 2019, el ingeniero químico explicó los desafíos urgentes que apremian al planeta a la hora de disminuir las emisiones del C02 y revertir los efectos negativos del calentamiento global.
Mena hizo hincapié en la importancia de alcanzar el objetivo “cero neto” de emisiones en 2050. En ese sentido, destacó el plan de inversión de 20.000 millones de dólares del Banco Mundial para financiar proyectos de impacto sustentable.
Asimismo, el ex funcionario de Bachelet ahondó en los costos económicos del cambio climático: “Si seguimos de esta manera, se puede perder 1.6% del PIB global en 2060. La erosión costera está generando el desplazamiento de miles de personas. Recientemente hemos realizado un estudio que proyecta la migración de 143 millones de personas a causa de los desastres naturales vinculados directamente con el calentamiento global. Hay que hacer algo de inmediato, en los próximos 12 años. Las medidas deben ser drásticas”, advirtió.
No obstante, el doctor en ingeniería ambiental se mostró optimista de cara al futuro: “Es perfectamente posible desacoplar el crecimiento de emisiones. Santiago de Chile es un caso ejemplar. Hoy las centrales renovables son más baratas que las existentes y veremos revoluciones en las áreas de almacenamiento energético y transporte. Los buses eléctricos irrumpieron con fuerza y son más baratos que los diésel”, subrayó.
Entrevistado exclusivamente por Qué Pasa, el exministro amplió los conceptos más importantes de su charla:
¿Qué cambios significativos debería hacer Chile para enfrentar el cambio climático? ¿Cuál es el principal desafío?
Todos los países tienen que llegar a cero emisiones para el 2050. Eso implica la necesidad de reducir las emisiones en distintos sectores: Transporte, Energía e Industria. No se trata exclusivamente de la generación eléctrica, sino del modo en que vestimos, los alimentos que comemos, etc. El esfuerzo involucra a todos los países. Es necesario implementar la contribución nacional que se ha establecido y cumplir con las metas que determine el Acuerdo de París.
En cuanto a los desafíos, todos los países en vías de desarrollo tienen uno principal: la gran variedad de servicios por prestar. El parque vehicular, la calefacción y la climatización en Chile no han llegado a los niveles de los países desarrollados, por lo cual tenemos una presión constante por el crecimiento del parque vehicular y por el sector residencial.
Por lo tanto, si uno va viendo a Latinoamérica en general, existe un crecimiento de emisiones en el sector transporte, a pesar de la reducción de emisiones de generación. Por eso es necesario buscar formas de mitigar las emisiones del sector.
¿Qué la parece que Chile organice la COP25?
Es una tremenda oportunidad. Se pensaba que podría realizarse mucho más adelante, en 4 o 5 años. Podemos mostrarle al mundo que las soluciones del cambio climático no son abstractas o de otros países, sino que están en ciudades en vías en desarrollo, como Santiago, en donde tenemos buses eléctricos y centrales fotovoltaicas de 110 megas. Esto sirve de puente entre el mundo desarrollado y el que está en vías de desarrollo. Es posible reducir el cambio climático sin hacer grandes gastos, sino pensando de forma inteligente.
Chile ha sido mencionado como un líder mundial en la generación eléctrica con ERNC. Hoy, desde el Banco Mundial, ¿comparte la idea de que Chile tiene ese liderazgo global?
Chile es uno de los mercados más desarrollados en este sentido. Se rompió el record de energía renovable más barata hace un par de años y el 70% de la energía instalada el año pasado fue renovable, no convencional. Podemos decir que Chile tiene un rol bastante destacado en ese aspecto.
¿Qué sensaciones le dejó Congreso Futuro 2019?
Muy buenas. El año que viene hay una gran oportunidad de sinergia cuando coincidan el Congreso Futuro con la Cumbre Climática. Se podrán divulgar científicamente los acuerdos logrados en esa cumbre.
Fuente: Revista Qué Pasa