Mayo de 2020
La falta de políticas públicas y planificación a largo plazo; la ausencia de un proyecto de desarrollo moderno para el país y el poco interés por el Chile del mañana, inquietaron y movilizaron a Nicolás Delpin y un grupo de jóvenes profesionales quienes formaron Comunidad 2030.
La fundación realiza sus acciones tomando en consideración la agenda 2030 que impulsó Naciones Unidas en el año 2015, la cual declara perseguir 17 objetivos de desarrollo sostenible para ser alcanzados a comienzos de la próxima década. Chile y los países que forman parte de la ONU se comprometieron a trabajar en dicha tarea.
Para organizar su quehacer, la organización divide sus tareas en tres áreas de trabajo." En primer lugar, el análisis del entorno público donde vemos cuales son las necesidades, problemas, cambios y los nuevos desafíos que se requieren; segundo, el trabajo con los tomadores de decisiones, tanto a nivel público como privado, y el tercero es un punto fundamental y se trata del trabajo territorial que consiste en estar en contacto con las personas y presentarles cada uno de los proyectos que vamos realizando", aseguró Nicolás.
Comunidad 2030 se vincula con organizaciones sociales, universidades, centros de estudios, municipios, gobiernos regionales y parlamentarios/as compartiendo propuestas, gestionando reuniones y entregando insumos para la consolidación de una agenda que promueva un desarrollo económico, político, social y ambiental.
En la búsqueda de un país más sostenible, la organización permanentemente está monitoreando los avances y las acciones que se toman considerando los ODS. A juicio del presidente de la fundación, se están realizando esfuerzos, pero aún hay un estancamiento general en gran parte de los objetivos.
"Hay mucho por hacer en Chile, el avance no es el que se esperaba. El estallido social y ahora la pandemia han influido, sin duda, pero eso no puede ser excusa para preocuparse de las cosas fundamentales. El estallido social demostró que hay un descontento total con el modelo de desarrollo que se venía implementando. No debemos aspirar a volver al día antes de la pandemia, sino que tenemos que redoblar los esfuerzos para forjar sistemas económicos más integradores, sostenibles e inclusivos", declaró.
UNA HOJA DE RUTA PARA LA REGIÓN METROPOLITANA
Con el horizonte puesto en aportar a las transformaciones que las comunas, regiones y el país necesita, Comunidad 2030 realizó un Plan de Desarrollo Sostenible para la Región Metropolitana. Dicho documento considera 144 ideas que promueven políticas pública, económica, social y ambientalmente sostenibles.
En las propuestas que abordan diferentes objetivos de desarrollo sostenible, predominan dos propósitos: en primer lugar, impulsar acciones que fomenten el trabajo digno y el crecimiento económico, y, en segundo lugar, incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes metropolitanos.
"Nos hemos propuesto avanzar en lograr el pleno empleo y trabajo decente para todos: incluyendo jóvenes, mujeres y personas en situación de discapacidad. Aspiramos a reducir la desigualdad de ingresos entre el 10% que más gana y el que menos gana, en esto la principal idea es establecer a Santiago como una ciudad del salario digno: en que el sueldo te permita vivir, pagar las cuentas básicas y también tener un tiempo para el ocio. Queremos un país donde llegar a fin de mes no sea un problema, y para eso debe haber un esfuerzo público y privado. Las empresas tienen una gran responsabilidad en esto", plantea.
La fundación puntualiza además que para lograr estos objetivos es necesario aumentar la carga tributaria a las empresas y a aquellas personas que perciben mayores ingresos, tomando como referencia las cifras de tributación promedio de los países de la OCDE.
Otro punto relevante en la propuesta para la Región Metropolitana se relaciona con una serie de medidas vinculadas al ODS de acción por el clima. Entre las metas que se mencionan destacan la carbono neutralidad total en la región; la construcción de infraestructura verde; el uso de energías renovables no convencionales y el avance hacia energía eléctrica para el transporte urbano.
Respecto al último punto, aseguran que "la idea es incentivar en las comunas la instalación de puestos de recarga eléctrica. Lo que proponemos es que de aquí al 2030 una gran parte del transporte público pueda ser eléctrico y también avanzar en los automóviles privados hacia la energía eléctrica".
UN NUEVO PUNTO DE PARTIDA
Sin duda, el escenario actual a partir de la emergencia del COVID-19 genera nuevas urgencias para los gobiernos y los tomadores de decisiones, ya que los esfuerzos se deben dirigir principalmente a resguardar la salud de la población.
Para la fundación el actual sistema de desarrollo atenta contra las medidas necesarias de cuidado de la población. "La pandemia ha dejado al descubierto las falencias del actual modelo de desarrollo principalmente en la calidad de los trabajos y en como la desigualdad ha profundizado el aumento de los contagios y ha generado escasas posibilidades de realizar cuarentena", indicó Nicolás.
La organización plantea que cuando cese la emergencia sanitaria se debe comenzar a reflexionar respecto a temáticas como la automatización del trabajo, la diversificación de la matriz productiva y los indicadores de crecimiento económico que se consideran para medir los grados de desarrollo de nuestro país.
En la misma línea, el ex alumno de Ingeniería Comercial cree que la PUCV está trabajando fuertemente en esta área, destacando la incorporación del ex ministro de Medioambiente, Marcelo Mena, como director del Centro de Acción Climática y el diplomado en gestión estratégica de sostenibilidad.
"Lo importante es que la universidad no se está quedando solo en la voluntad, sino que hay acciones concretas y se está liderando el trabajo en temas de sostenibilidad. Me siento muy contento como ex alumno en poder contribuir con un granito de arena en esta temática tan relevante", aseguró.
Equipo Red Alumni PUCV
