Abril de 2020
Verónica de la Cerda terminó sus estudios en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y se fue de Chile por más de una década. Italia, España, Estados Unidos y Brasil fueron los países que recorrió especializándose en el ámbito académico y trabajando en diferentes empresas e instituciones.
En 2015 tras un tiempo trabajando en Brasil en MOV Investimentos, un fondo de Venture Capital que invirtió en TriCiclos para su expansión internacional, Verónica regresó a Chile para asumir como gerenta general de Triciclos Chile. La empresa fundada en 2009 por Gonzalo Muñoz, Joaquín Arnolds y Manuel Díaz nació con el objetivo de cambiar la relación de la sociedad con la basura, y en base a ese propósito han logrado un crecimiento extraordinario durante estos años.
Uno de las líneas de acción de la empresa es el fomento del reciclaje a través de diferentes productos y servicios tales como: la instalación de puntos limpios a lo largo del país; proyectos educativos en colegios y cooperativas de recicladores, son algunas de las principales instancias que promueven.
Según la gerenta general de Triciclos, la ciudadanía cada vez empatiza más con el tema del reciclaje, pero aún hay una brecha entre la intención de las personas de organizar sus residuos y las cifras reales al respecto.
"Todavía no hay una infraestructura apropiada para que todas las personas puedan hacerse cargo de sus residuos reciclables. Por otro lado, existe una necesidad de mejora en el tipo de productos que se ponen en el mercado, y que efectivamente sean reciclables, no solo teóricamente, sino que en la práctica. Entonces, ahí en esas dos cosas debemos avanzar: una que tiene que ver más con el diseño y otra con la infraestructura existente", explica.
En la misma línea de lo planteado por Verónica, la ley de responsabilidad extendida del productor (REP), que aún no entra en aplicación, posibilitaría mecanismos de gestión que permitan crear infraestructura para que las y los individuos puedan separar en sus casas lo que es y no reciclable. Además, esta ley generaría un incentivo para que las empresas pongan este tipo de productos en el mercado.
AGUAS ARRIBA Y AGUAS ABAJO
Históricamente los modelos de producción en las grandes empresas han funcionado de manera lineal, sin preocuparse por perpetrar el ciclo de vida de los productos y sin considerar factores como la explotación indiscriminada de recursos naturales y la generación descontrolada de residuos. Entre las principales implicancias de este modo de hacer las cosas están la contaminación de los océanos y el calentamiento global.
Hoy en día, el trabajo de instituciones como Triciclos apunta a un nuevo sistema de producción que es consciente que los recursos naturales son finitos, y, por ende, busca que un producto dure lo máximo que sea posible.
"Debemos pasar a una economía circular en que se haga una gestión más apropiada de los recursos y entendamos que si extraigo un producto natural necesito hacer que nunca más deje de estar en el ciclo económico, a no ser que sea capaz de devolverlo de una manera que sea apropiada a la naturaleza", asegura.
El plan de acción de la empresa para cumplir su propósito de reducir la generación de basura contempla distintas estrategias y servicios que entrega la empresa al mundo privado, público y a la ciudadanía. Entre los principales mecanismos de acción contemplamos las estrategias "aguas arriba" y "aguas abajo".
"Aguas arriba" serían las acciones que apuntan a la extracción, diseño, producción y distribución de los productos de manera sustentable, relacionándose con el origen del proceso de producción y evitando que se convierta en un residuo desde un comienzo. En cambio, en el descarte, es decir, en la generación de un residuo inician las acciones "aguas abajo" y continúan con la recolección y transformación del mismo para volver al ciclo productivo.
A través de un relato que invita a las empresas a ser protagonistas de un cambio global, analizando las características que tienen cada una de ellas y haciéndoles ver los riesgos que implica para su subsistencia el seguir aferrados a un modelo de economía lineal, Triciclos busca convencer a las distintas instituciones que existe otro modo de hacer las cosas.
El trabajo que realizan con las distintas empresas va variando según sus necesidades. "Son consultorías, asesorías, a veces proyectos que hacemos de análisis de ciclo de vida de la empresa, procesos de innovación, en algunas ocasiones es super técnico y otras veces son procesos más creativos", señala Verónica de la Cerda.
PRESENCIA INTERNACIONAL
El crecimiento de Triciclos durante estos más de 10 años de vida ha sido muy grande y sigue en aumento. En la actualidad la empresa chilena cuenta con oficinas en Brasil y Colombia; operaciones en México y Costa Rica; proyectos en Uruguay, Argentina, Perú y Ecuador y también cuentan con clientes en Estados Unidos y Europa.
Esta expansión se explica por diferentes factores y dicho liderazgo internacional los ha llevado a ser galardonados el año pasado en el Foro Económico Mundial de Davos con el premio "The Circulars", en la categoría "Dell4good", el mayor y principal reconocimiento a la economía circular que existe en el mundo.
En el año 2011 fueron certificados como la primera empresa B de Latinoamérica y desde el 2012 forman parte de la red de empresas de este tipo a nivel continental en Sistema B.
"Entendemos que no podemos perseguir solo un beneficio financiero, sino que hay una vinculación con un beneficio ambiental y social. Nosotros firmamos una declaración de interdependencia en la que como ejecutivos no estamos obligados a maximizar el beneficio económico a toda costa, sino que tenemos que considerar los impactos ambientales y sociales que estas acciones podrían generar. Somos una empresa que persigue un propósito que es "reducir la generación de basura en el mundo", indica Verónica.
Para poder cumplir la meta de basura cero, la empresa nacional se vincula con diferentes organismos internacionales estableciendo redes de apoyo que fortalezcan el modelo de economía circular. En aquella misión en común resulta clave compartir proyectos, indicadores y objetivos.
"Con muchísima humildad sabemos que seguimos aprendiendo de otras experiencias. Solo colaborando con otros organismos y redes vamos a solucionar este tema", plantea.
CAMBIAR LOS HÁBITOS DE CONSUMO
Hoy en día existen cada vez alternativas de comercio verde y sustentable. En la misma línea, muchos emprendimientos y empresas de manera progresiva están modificando sus métodos de producción hacia productos retornables, o en caso de ser desechables, que sean factibles de reciclar.
Uno de los ámbitos en que la ciudadanía puede influir directamente, sin esperar algo de las empresas o las autoridades políticas, es en modificar sus prácticas de consumo. Hoy el llamado es a considerar y analizar distintos factores al momento de hacer una compra.
"Tenemos que empezar desde lo chico a un sueño grande. Cuestiona tus hábitos de consumo, ve que puedes reducir, trata de reutilizar, alargar la vida útil de los productos y si es que no puedes más, busca las alternativas de reciclaje. Tengo que elegir entendiendo que es lo que pasara después con lo que acabo de comprar", comenta.
En la misma línea, Triciclos a través de su página web y redes sociales constantemente genera material que invita a las personas a separar sus residuos desde sus hogares y entrega tips para reconocer cuando un producto desechable es reciclable o no.
OPTIMIZAR LOS RECURSOS
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso históricamente se ha caracterizado por recibir a estudiantes desde distintos lugares del país y justamente esa diversidad en su alumnado es la que caracteriza a un espacio en que prevalece el diálogo y el pluralismo. Así lo destaca Verónica.
"En la PUCV hay una mezcla de personas super interesantes que te permite entender que las decisiones se tienen que tomar considerando todas las realidades en lo que respecta a las personas y los territorios, esto sin duda enriquece y ayuda a resolver los problemas que tenemos hoy en día", declara.
La ex alumna también destaca conceptos claves que pudo aprender en la carrera de Ingeniería Civil Industrial. Enseñanzas que asegura puede aplicar en su trabajo en la empresa.
"En la carrera nos enseñaron el tema de la optimización de los recursos. Lo que conocemos como economía circular es algo que en Ingeniería se ha trabajado siempre, una merma de producción es un error y lo mismo pasa con la basura. Hay un aspecto muy ingenieril en lo que hacemos en Triciclos y eso desde luego me lleva a recordar clases de la universidad", asegura.
Equipo Red Alumni PUCV