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Cátedra de Doctrina Social de la Iglesia realizó jornada sobre la Encíclica Laudato Sí y la corrupción

El Gran Canciller de la PUCV, Monseñor Gonzalo Duarte, señaló que el Papa Francisco aborda en el texto la ecología humana y cómo los bienes se transforman en males producto de la acción del hombre.

Viernes 27 de mayo de 2016

Cátedra de Doctrina Social de la Iglesia realizó jornada sobre la Encíclica Laudato Sí y la corrupción - Foto 1
Cátedra de Doctrina Social de la Iglesia realizó jornada sobre la Encíclica Laudato Sí y la corrupción - Foto 2

27.05.2016

La palabra corrupción se menciona sólo seis veces en el texto de la reciente Encíclica “Laudato Sí” del Papa Francisco. Sin embargo, su contenido está presente de manera subyacente a lo largo del documento que aborda el impacto que está generando el actual sistema de acumulación de capital, tanto en la naturaleza, las personas y en la política, lo que termina transformando los bienes de la humanidad y la casa común en males.

Este fue el principal aspecto que se abordó en la jornada titulada “La Encíclica Laudato Sí y la Corrupción” organizada por la Cátedra de la Doctrina Social de la Iglesia y que contó con la participación de académicos de la Escuela de Derecho y de la Escuela de Ingeniería Comercial.

Entre los asistentes estuvo el Gran Canciller de la PUCV y Obispo de Valparaíso, Monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar; el vicerrector de Desarrollo, Arturo Chicano; la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Yolanda Reyes; el presidente del Capítulo Académico, Enrique Piraíno; entre otros académicos y estudiantes.

El Gran Canciller señaló que en la Encíclica “Laudato Sí”  se aborda el tema de la casa común, de los bienes comunes y trata también cómo producto del mal que hay en el corazón del hombre, los bienes se transforman en males, donde los grandes temas de hoy en día se relacionan con bienes mal producidos, mal distribuidos, en el que muchos productos quedan en manos de pocos.

“En un diario nacional salió que en Chile había aproximadamente 1.300 personas que ganaban más mil millones de pesos al mes (…) cuando hay una inmensa cantidad de personas que ni siquiera reciben el sueldo mínimo. Es un tema moral y humano mayor que termina convirtiéndose en un ámbito religioso. El Papa Francisco se refiere a la casa común como una creación, que es para todas las criaturas, hijos e hijas de Dios. La producción y distribución de los bienes están en el corazón moral de la Iglesia en el mundo. Tenemos que luchar por la justa distribución de los bienes. Hay hermanos que no tienen lo necesario para vivir”, lamentó.

Por su parte, el profesor del Instituto de Ciencias Religiosas, Jorge Mendoza, recordó que en 2016 se cumplieron cinco años del nacimiento de la Cátedra que coordina y lidera al interior de la PUCV, donde han participado académicos de distintas unidades académicas como expositores.

“La noción de ecología humana en Laudato Sí es inseparable de la noción de bien común que se refleja en el respeto a la persona y a sus derechos básicos, al bienestar social y a la familia, a la paz social que brinda seguridad y estabilidad y a la justicia distributiva. El documento establece que se deben emprender cambios profundos en los estilos de vida, modelos de producción y de consumo. Es importante realizar una mirada atenta a las estructuras de poder –económico y político- que rigen en la actualidad a la sociedad sin olvidar el respeto pleno a la persona humana”, indicó.

LA RELACIÓN ENTRE GOBERNANZA Y CORRUPCIÓN

La profesora Claudia Mejías de la Escuela de Derecho expuso sobre el impacto de la corrupción en los principios tradicionales del derecho civil. La académica argumentó que no existe una separación real entre la crisis ambiental y social, por lo tanto la aproximación a estos temas debe ser integral. “El Papa Francisco se refiere al relativismo práctico. Donde llama la atención la adoración del poder humano donde todo se transforma en relativo”.

La experta agregó que en el derecho civil existe el principio protector de la buena fe y citó algunos casos de corrupción actuales como lo ocurrido con la tienda La Polar y el caso Cascadas. “Desde el derecho, la corrupción se acota a quienes realizan labores públicas. En el ámbito de la transparencia este concepto se relaciona cuando se destinan recursos públicos a otros fines distintos a los de su concepción”.

La profesora de la Escuela de Derecho, Lorena Carvajal, abordó la historia de las empresas corporativas y se refirió al concepto de corrupción que viene del latín corruptio, relacionado con la ruptura del bien común, poniendo primero el interés individual por sobre el bien de todos. La raíz de la corrupción se encuentra en poner el bienestar personal por sobre el resto, planteó.

Sobre el nacimiento del colectivismo, la académica recordó que este concepto está presente hace muchos años en la cultura oriental y hay referencias de su contenido en la obra de Confucio, cuando reunía la compasión, la corrección y las normas con la sabiduría y la confianza.

“En el siglo XX hay un auge de la cooperación voluntaria, basado en el actuar de buena fe, lo que es propio para mejorar el sistema de comercio. En ese sentido, el movimiento cooperativista vincula el área del capital social a través de relaciones de confianza, donde se forjan lazos de solidaridad y se propicia la democracia. Hoy prima la especulación donde se privilegia la racionalidad económica y la obtención de ganancia. El desarrollo humano no termina con los derechos individuales, sino que en la cooperación con otros”, indicó.

Finalmente, el académico de la Escuela de Ingeniería Comercial, Orlando de la Vega, realizó la exposición “Gobernanza y Corrupción” donde se refirió como en nuestro país ha bajado la aprobación del gobierno y las personas están reprobando cómo se están manejando los casos de corrupción. “Los niveles de participación electoral en la sociedad chilena son bajos. En la segunda vuelta presidencial votó sobre el 40% de los electores”.

De la Vega se refirió al concepto de Valor Social Añadido donde las organizaciones productivas deben maximizar el compromiso entre precio y calidad, preocuparse de sus trabajadores y no sólo de aumentar sus ganancias. “Hoy debemos preguntarnos si la empresa paga el impuesto correspondiente, si se compromete realmente con sus trabajadores y si compite de manera justa. El fin de las empresas no es sólo ganar dinero, no debería privilegiarse lo financiero por sobre lo social”, concluyó.

Por Juan Paulo Roldán

Dirección General de Vinculación con el Medio   

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