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Diego Bórquez, alumni Derecho PUCV

“El rigor de la escuela me acompaña hasta hoy”

16.04.2025

Diego Bórquez ingresó a estudiar Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en 2012. Aunque actualmente su rutina está centrada en el fútbol, Diego no ha dejado completamente de lado su formación en el ámbito jurídico. De forma esporádica litiga en causas que le generan interés profesional, permitiéndole vincular ambas pasiones. Además, de forma enfática agrega que, si regresa a Chile, se dedicaría de lleno a asuntos legales vinculados al deporte.

Por otra parte, reconoce que el rigor académico y la excelencia aprendida en su paso por la Escuela de Derecho lo siguen acompañando en cada uno de sus proyectos.

Desde Barcelona, comenta que su vínculo con el deporte ha estado presente desde siempre. Jugó fútbol en cadetes de Everton y luego como juvenil y jugador profesional de Wanderers. Ingresó a la Escuela por ingreso especial por deporte y ya terminando el primer semestre subió al plantel de honor de Wanderers en primera división, lo que lo llevó a congelar sus estudios durante el primer año, ya que era la oportunidad de cumplir su sueño de jugar profesionalmente y después seguir estudiando. Luego de dos años, regresó para terminar la carrera y obtener su título. “Cuando terminé le dije a mi mamá que ya tenía el título, pero que me venía a Europa a hacer el curso UEFA”, recuerda.

Hace cuatro años se trasladó a Barcelona para comenzar su formación como entrenador de fútbol bajo la estructura de la UEFA, con la meta clara de llegar algún día a obtener la licencia UEFA Pro, el máximo nivel que habilita para entrenar a equipos profesionales de primer nivel en Europa. “Todavía necesito bagaje técnico”, reconoce con honestidad, pero su carrera va en ascenso.

Actualmente, Diego trabaja en la academia Impactus Football, una empresa que recibe a jóvenes entre 12 y 23 años provenientes de países con sistemas futbolísticos en desarrollo, como Canadá, China y México. Allí su cargo es Coordinador Deportivo y Administrativo, y los prepara física, táctica y emocionalmente para insertarse en el competitivo ecosistema futbolístico catalán. Además de entrenarlos, Diego también está a cargo de la gestión administrativa, lo que le permite acompañarlos de manera integral en su proceso.

“Acá todos los clubes están federados. Es una pirámide: arriba están los equipos más importantes, pero se puede dar que un club de tercera se enfrente con el Barça. Entonces los chicos llegan y parten en clubes pequeños, y el que es bueno va subiendo”, explica.

Aunque hoy su día a día gira en torno al fútbol, Diego no ha dejado completamente de lado su formación jurídica. Ha tomado causas de manera esporádica y mantiene el interés por vincular ambas pasiones: “Si vuelvo a Chile, me metería de lleno en temas legales relacionados con el deporte. Es un nicho pequeño, pero bastante posible de avanzar. La memoria la hice sobre ´La subordinación como elemento determinante en el contrato de futbolista profesional´, bajo la dirección del profesor Pablo Arellano que hoy trabaja en la OIT; hay poca información teórica sobre el estatus del deporte y el fútbol desde el derecho, así que creo fue un aporte en ese ámbito, en especial desde alguien que ha conocido el futbol profesional directamente”.

Al recordar sus años en la Facultad de Derecho PUCV, Diego lo hace con cariño y gratitud. “Primero recuerdo esa cafeta, muy pequeña, pero tenías que estar ahí por el invierno. Me encantaba porque ahí te juntabas con tus compañeros. También los carretes de primer año en el Barcelona o La Locomotora, y madrugar para llegar a clases, con pruebas orales durísimas con el profesor Alejandro Guzmán. Todo eso te curte”.

En cuanto al aprendizaje, destaca las habilidades que siguen siendo fundamentales para él: la planificación, el trabajo riguroso, la redacción, la oralidad, y sobre todo, la capacidad de construir un relato. “Cuando he litigado, uno se da cuenta cuando un abogado es bueno o malo por cómo cuenta la historia. El que sale de la PUCV se sabe defender, y eso te ayuda en todo”.

A nivel docente, destaca a profesores como Christian Viera, Jaime Vera, Johann Benfeld y Enzo Solari, quienes “te invitaban a pensar y a dar una vuelta de tuerca”, así como al profesor José Luis Guerrero, quien lo apoyó desde su ingreso especial como deportista y realizó un seguimiento constante durante su carrera.

Para quienes hoy cursan Derecho, Diego entrega un consejo con mirada amplia: “Disfruten esos cinco años. Cuando sales, extrañas cosas como estar en la cafeta, en la biblioteca, o buscar un poco de sol en invierno. Esas pequeñeces te entregan algo que en la vida laboral no hay”.

Y también insiste en un punto clave: la organización. “No hay que quejarse tanto. Si no planificas bien, te va a costar. La facultad de Derecho PUCV es reconocida por una exigencia diferente y ese es el plus que tiene. A mí me fue bien sin desvelarme, pero me planificaba muy bien. Y hacía deporte, tenía polola, etc. Si quieres disfrutar y que también te vaya bien, la planificación es fundamental”.

Hoy, mientras acompaña a jóvenes promesas del fútbol desde Barcelona, Diego Bórquez sigue haciendo camino en el deporte, sin olvidar que su formación jurídica le dio herramientas que valora y utiliza todos los días.

Facultad y Escuela de Derecho PUCV