Socio del estudio jurídico más grande del país

Desde sus años en la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Julio Recordon Hartung ya tenía claro que el mundo del derecho ambiental lo llamaba. Hoy, tras más de una década de trayectoria y luego de pasar por el Ministerio del Medio Ambiente, es socio de Carey, uno de los estudios más prestigiosos del país, en el área de Recursos Naturales y Medio Ambiente.

Ingresó a Derecho PUCV el año 2003 y fue en cuarto año cuando descubrió su vocación por el derecho ambiental, gracias a un ramo optativo dictado por el profesor Jorge Bermúdez. “Me siguió gustando el área, me generaba mucho interés”, recuerda Julio, quien además fue su ayudante y participó en proyectos de investigación que le permitieron conocer de forma práctica los desafíos jurídicos relativos al medio ambiente.

Por esos años, se discutía una profunda reforma a la institucionalidad ambiental que culminaría en 2010 con la creación del Ministerio del Medio Ambiente. Coincidentemente, ese fue el mismo año en que Julio se tituló, y no dudó en irse a Santiago a colaborar con el ministerio que recién nacía. Allí trabajó entre 2010 y 2014, para luego dar un paso importante en su carrera: ingresar como asociado al estudio Carey.

Actualmente más de una docena de ex alumnos de la Católica de Valparaíso trabajan en Carey, reflejo de la valoración por la formación en Derecho PUCV. “En Carey valoramos mucho la excelencia y la formación integral, y eso es algo que se refleja en los profesionales de la universidad”, afirma.

Desde el área de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Recordon trabaja asesorando principalmente a empresas de diversos rubros en el desarrollo de proyectos. “En Carey cubrimos todas las áreas del derecho de la empresa: corporativo, tributario, laboral, financiero, propiedad intelectual, compliance, recursos naturales, litigios, entre otros”, detalla. Su labor se basa en el trabajo colaborativo: “Normalmente nuestros clientes necesitan asesoría en materias que abarcan diversas áreas del derecho, y trabajar en conjunto con diversas áreas de especialidad nos permite entregar una asesoría integral. Es muy enriquecedor y desafiante, donde muchas veces se presentan temas que no se ven en las aulas y que requieren soluciones creativas”.

Cuando habla de su paso por Derecho PUCV, no duda en destacar el rigor académico como un sello distintivo. “Es una universidad muy exigente, algo que uno tiende a criticar como estudiante, pero que en el ejercicio profesional se agradece. El mundo del derecho es desafiante, con clientes que necesitan soluciones en tiempos acotados. Ese rigor de la universidad te prepara para lo que viene”, sostiene. También valora la sólida formación en derecho administrativo, ampliamente reconocida en Santiago: “Es un plus venir de la PUCV si ejerces en esa área”.

Pero más allá del aula, Julio atesora recuerdos imborrables de su vida universitaria: su entrañable grupo de amigos, los partidos de fútbol de la Lex Cup, los recreos en la cafetería y el tradicional tacataca. Incluso su esposa es ex alumna de la Escuela, lo que hace aún más significativo su vínculo con la institución.

A los futuros abogados y abogadas les deja un mensaje claro: “Aprovechen al máximo la universidad y estudien con dedicación porque ese sello de rigor se reconoce afuera. Y que no se quejen tanto, para que los estándares no se relajen. La vida laboral es intensa, incluso más que la universitaria”.

Además, los invita a no tener miedo de explorar caminos profesionales menos obvios o más lejanos geográficamente: “Busquen oportunidades, contacten a ex alumnos. Acá en Carey recibimos pasantes y es una excelente forma de acercarse al ejercicio profesional del derecho”. También recomienda aprovechar programas de intercambio y pasantías, porque son experiencias que abren puertas.

Para Recordon, figuras como Alejandro Guzmán y Farouk Garfe marcaron su formación académica. “Fue un privilegio tener clases con ellos. Eran excelentes académicos”, afirma. En medio de sus desafíos actuales, no olvida sus raíces ni el valor de una formación rigurosa. En sus palabras, “la PUCV tiene muy buena fama por lo exigente que es. Y eso, al final del día, hace la diferencia”.