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[EDITORIAL] Familia, Covid-19 y participación democrática

En el marco del Día Internacional de la Familia, compartimos las reflexiones del Dr. Juan Pablo Faúndez Allier, Director del Programa de Ciencias para la Familia PUCV.

DÍA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA 2021.
Familia, Covid-19 y participación democrática

En medio de la complejidad del tiempo presente, la vocación solidaria de la familia, como sujeto social, ha vuelto a resurgir en medio de la crisis humanitaria que se empeña en mantener el Covid-19. Millones de redes familiares en todo el mundo se han hecho cargo de atender afectiva, material y espiritualmente a cada uno de sus integrantes sin vacilaciones. Esta vocación natural por el modo de amor más alto, el gratuito, es la que se manifiesta de forma espontánea en cada familia, institución que es capaz de crear y recrear condiciones impensadas en otros contextos, para acompañar con ternura a cada hija, a cada hijo, abuela o pariente que no ha tenido otro lugar donde echar una mano, o donde sentirse escuchado.

La grandeza de la familia, por ser lo que es y en el silencio de su presencia constante, logra su estatus por sí misma. Si bien hoy la recordamos con un día especial, es su precedencia antropológico-ética natural la que le da su valía y consistencia, más allá de las declaraciones. Pero, por cierto, dado su valor intrínseco, ello demanda asistirla, porque desatenderla o no cuidarla en sus cimientos puede significar un gran derrumbe de la sociedad en su conjunto. En nuestro país ello no se percibe con claridad, razón por la cual carecemos casi por completo de políticas públicas que la apoyen en su rol social esencial, desde los ámbitos educativos hasta el uso del transporte público. Sin familia no sería posible articular ninguna de las relaciones sociales que surgen desde la misma: educativas, asociativas, culturales, empresariales o gubernamentales; y a veces debemos sufrir remezones como el de este tiempo para redescubrir el valor insustituible de aquella institución esencial, y percibir que es de derecho, entonces, dirigir la preocupación política también hacia ella.

En este período de relevancia indiscutida que hoy se abre, esperamos que nuestros constituyentes tengan presente en nuestra nueva Carta Fundamental el rol y la asistencia decidida a la familia, eslabón crucial para la democracia y la organización social que nos daremos como nación. Ello reflejará sabiduría organizativa y salvaguarda efectiva para los próximos desafíos que tendremos que sortear en el futuro, en un mundo de interrelaciones que cada vez será más complejo.

 

Dr. Juan Pablo Faúndez Allier

Director del Programa de Ciencias para la Familia

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile.