Ex Alumnos de la Facultad de Ingeniería de la PUCV juegan en las grandes ligas de la innovación
Historias de alumnos que demuestran que una buena idea y trabajo constante dan como resultado grandes emprendimientos. Ni la edad ni la falta de experiencia son un impedimento para desarrollar una idea que puede convertirse en una innovadora empresa.
Por estos días, Arturo Vidal es figura en Alemania. Su actuación en la Bundesliga está siendo destacada, incluso ha sido llamado por la prensa deportiva el "Comandante de Baviera", aludiendo a su capacidad para liderar el juego de su equipo, el Bayern Münich. Arturo Vidal, a pesar de estar viviendo en el viejo continente, siempre está conectado con sus fanáticos nacionales. No son extrañas las veces que ha aparecido regalando entradas o vestuario deportivo a niños y adultos, sin embargo, fue el emprendimiento de un alumno de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, lo que lo cautivó y decidió no sólo ser embajador, sino ayudarlos a dar el paso inicial para que esta idea viera la luz.
Marcos Amador es un emprendedor, lo ha sido desde siempre y se nota. Desde que comenzó a estudiar tuvo la idea de emprender y así lo hizo. Apenas iba en tercer año de Ingeniería Civil Industrial cuando la incubadora de Negocios de la PUCV, Chrysalis, dictó un taller de emprendimiento y lo tomó. Allí conoció a quienes, posteriormente se convertirían en sus socios. Se unió con tres ingenieros informáticos, con quienes quiso desarrollar su primera idea: una aplicación para saltarse las filas en los patios de comida, Jumpitt. "La idea era, por ejemplo, comprar un completo de la cafetería por el celular y te despreocupabas, sólo lo ibas a buscar luego. Te saltabas la fila. Lo postulamos a Corfo y no nos ganamos la plata, pero como equipo estábamos motivados y decidimos seguir trabajando", contó Marcos Amador.
La falta de recursos y el creciente ánimo del grupo los impulsó a salir a vender sus servicios a la Industria. Así, junto a otro alumno de ingeniería, Felipe Ojeda, partieron generando una aplicación para ayudantías de matemáticas en su propia casa de estudios, después crearon una aplicación para el casino Enjoy, para algunas mineras y otras empresas de conocidos, lo que les permitió dar forma a Jumpitt Labs. Fue en este punto, cuando decidieron acudir al futbolista chileno para ofrecerle una idea, lo que no sabían es que la primera reunión sería sólo la punta del iceberg del proyecto que crearían. "A Inversiones Vidal le llegamos a ofrecer una aplicación propia -Vidal App- y un sitio web para su nuevo gimnasio (Club Chicureo), las cuales Jumpitt Labs desarrolló, pero al mismo tiempo nació otra idea más grande para hacer en conjunto, por lo que decidí cambiarme a Santiago", relató Amador.
UNA EMPRESA QUE FOMENTA EL DEPORTE
Hace un año y medio nació Vitale, una red social que busca transformar la vida de las personas a través de la actividad física y los hábitos saludables. Vitale hoy en día tiene dos pilares: una pulsera bluetooth que ayuda a medir el avance deportivo diario de la persona (pasos, distancia caminada, calorías y minutos activo durante el día), y por otra parte, la vinculación de esta pulsera a una aplicación que funciona como red social para personas que practican alguna actividad deportiva. En la plataforma pueden compartir sus fotos mientras entrenan, practican algún deporte, compiten o simplemente disfrutan la vida de forma sana. Con cada publicación compartida en Vitale App, o el uso de la pulsera, los usuarios van ganando puntos, que en la aplicación se traducen en energía. "Queremos incentivar a los usuarios a través de su mismo entorno, creemos que si las personas a tu alrededor suben fotos haciendo deporte, si tú no haces deporte te quedas fuera.", relató el emprendedor.
Gracias a esta idea, no sólo obtuvieron financiamiento de Corfo, sino que fue el mismo Arturo Vidal quien creyó en el proyecto, convirtiéndose en inversionista y rostro de Vitale. Actualmente, la aplicación cuenta con cerca de 10 mil usuarios y la pulsera se convirtió en la más vendida de este tipo a nivel nacional. El producto se puede encontrar en tiendas de retail, pero los sueños de Marcos Amador apuntan a internacionalizar su negocio. El rápido crecimiento de la plataforma, más la adhesión de la gente al deporte, sumado a la gran cantidad de apoyo por parte de los deportistas del país, ha hecho que los ex alumnos de la Facultad de Ingeniería de la PUCV hoy estén en etapa de capitalizar su negocio y pensando en internacionalizarlo en mercados latinoamericanos.
Mientras se cumple ese objetivo, la aplicación sigue entregando beneficios a sus usuarios. "Estamos cerrando acuerdos con importantes marcas deportivas, clínicas, gimnasios, entre otras, para que con la energía acumulada accedas a descuentos tanto en productos, servicios, o eventos deportivos", señaló Amador. Encuentra Vitale a través de las redes sociales, buscando el nombre de la aplicación en Facebook, Twitter e Instagram o en www.vitaleapp.com.
DE VALPARAÍSO AL MUNDO
Durante el mes de abril se desarrolló la XIX versión de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae), evento que en seis días dio cuenta de las últimas innovaciones en materia de navegación área. Fueron más de 110 mil las personas que recorrieron la muestra de 570 expositores de más de 60 naciones, entre ellos, dos ex alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso que se mezclaron entre las marcas más consolidadas del negocio de la innovación tecnológica.
El año 2012, Efraín Reyes e Ian Hughes, Ingenieros Electrónicos y ex alumnos de la Facultad, asistieron como público a la Fidae. Por ese año, ya habían comenzado a trabajar bajo el nombre de Innervycs, una empresa del rubro I+D+i. El recorrido por los pasillos de la feria los motivó a seguir con su idea de innovación y se propusieron estar el día entre los expositores de la muestra más grande de Latinoamérica. Cuatro años más tarde, Innervycs, gracias a un plan de inversión, logró abrirse un importante espacio en la exhibición. "El estar en Fidae 2016 significó un paso importantísimo en la apertura de Innervycs hacia las organizaciones y empresas nacionales e internacionales, con lo cual esperamos poder ampliar nuestros aliados, financiamientos, ventas y nuevos proyectos". Comentó Efraín Reyes.
Innervycs es una idea que comenzó a funcionar durante el año 2010 con el ferviente convencimiento que desde Valparaíso se podía desarrollar alta tecnología para resolver problemas estratégicos para las industrias de Chile y el mundo. El año 2012 se consolidó como empresa y decidieron demostrar que la investigación científica, el diseño y el desarrollo aplicado, podía encontrarse entre los cerros porteños. Sus primeras reuniones fueron en sus propias casas, con el tiempo llegaron a formar un equipo de más de 12 personas, quienes se reúnen hoy en una amplia oficina ubicada en Cerro Alegre. No fue fácil llegar a tener una oficina, pero el visionario trabajo del equipo de Innervycs, los llevó a concretar negocios con importantes organizaciones, permitiéndoles crecer y desarrollarse como empresa.
GRANDES APUESTAS, IMPORTANTES ALIANZAS
El primer contrato de importancia que tuvo Innervycs, fue con el departamento de defensa de Estados Unidos para el desarrollo de un software bioinspirado para evaluación de camuflaje. Este financiamiento y validación por tan importante cliente, dejó en claro que existían las capacidades para competir a nivel internacional en nuevas propuestas científico tecnológicas. Actualmente, la empresa porteña, sigue trabajando con este aliado, en proyectos de gran envergadura. Uno de esos proyectos es Polar Tracer que "Consiste en la Investigación y Desarrollo de tecnologías para la conversión de vehículos terrestres a vehículos autónomos no tripulados capaces de realizar travesías en entornos complejos como la Antártica. Durante dichas travesías el vehículo debe ser capaz de evaluar las condiciones de terreno, que permitan trazar rutas de desplazamiento seguras para los convoys de transporte de carga", relató Reyes.
Abrirse camino en el mercado de la innovación no ha sido fácil, sobre todo a nivel nacional. "Las empresas chilenas son desconfiadas e impacientes por obtener resultados, sin mencionar que no están dispuestas a realizar las inversiones necesarias, aun cuando a la larga les genere beneficios operacionales. Por suerte, las nuevas generaciones de gerentes están entendiendo la importancia de invertir y dar espacio a nuevos desarrollos e investigaciones que les permitan generar las ventajas competitivas para el futuro", comentó el Co-fundador de Innervycs.
Sin embargo, con constancia y profesionalismo, han logrado conquistar poco a poco a empresas chilenas. Actualmente, están cerrando el proyecto "Living Park" para Fantasilandia, innovación en el levantamiento de datos en base a sensores, que pueden informar en tiempo real qué juego está más desocupado, y cuánto tiempo tarda la fila para subirse a cada una de las diversiones, entre otros datos del parque. Junto con esto, la empresa de I+D+i chilena sigue afianzando lazos con partners extranjeros tales como Oceanit, Liquid Robotics o Nostromo. La idea de estos jóvenes desarrolladores es poder demostrar que la tecnología de alto impacto se puede exportar de Valparaíso hacia el mundo.
Para estos ex alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, el paso por sus respectivas escuelas les imprimió un sello característico: responsabilidad y trabajo multidisciplinar. Estos dos elementos les ayudan a poder evaluar los problemas de la industria de una manera más global, encontrando soluciones acordes a las tendencias actuales del mercado. "La formación de los alumnos de nuestra Facultad, apunta hacia el desarrollo de profesionales integrales que puedan entender los problemas que tienen las diferentes sociedades desde distintas miradas y, a partir de eso, sean capaces de entregar soluciones en base a la aplicación de I+D+i y ser actores que contribuyan el crecimiento del país", comentó José Ceroni, Decano de la Facultad de Ingeniería de la PUCV.
Sumado a esto, desde la formación hasta la titulación, la Facultad de Ingeniería de la PUCV fomenta el emprendimientos entre sus alumnos y académicos, a través de diferentes instancias, como el Proyecto Ingeniería 2030, la Incubadora de Negocios Chrysalis, entre otros, y ha generado alianzas con estamentos públicos y privados para impulsar a Valparaíso como el nuevo polo de innovación del país. De esta manera, se espera que casos de éxito como los de Marcos Amador, Ian Hughes y Efraín Reyes se multipliquen y sean cada vez más frecuentes en la Facultad y en la región.
Por Consuelo Reyes Fuentes
Facultad de Ingeniería PUCV