PUCV e INP-ENSEEIHT de Francia firmaron acuerdo durante pasantía de académico financiada por Ingeniería 2030
El académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, Francisco Pizarro, viajó a Toulouse con fines investigativos y aprovechó su estadía para gestar un acuerdo de movilidad entre las instituciones para entregar más oportunidades a los estudiantes de ingeniería.
Desde junio de este año, la Facultad de Ingeniería de la PUCV cuenta con nuevo aliado internacional. Se trata del INP-ENSEEIHT de Toulouse, institución con la que firmó un convenio de intercambio académico y estudiantil, que busca potenciar la movilidad entre los docentes y alumnos de ambas instituciones.
El INP- ENSEEIHT es una escuela de ingeniería que se encuentra en Toulouse, ciudad ubicada el sur de Francia. La entidad cuenta con financiamiento del Estado francés, bajo el alero del Ministerio de Educación, Educación Superior e Investigación y es una de las instituciones que conforman el Instituto Politécnico de Toulouse.
El académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, Francisco Pizarro, fue el encargado de representar a la PUCV en la firma de este acuerdo, debido a que su trabajo le ha permitido estar en constante colaboración con la institución francesa. De hecho, por esos días se encontraba cursando una pasantía de investigación que había obtenido tras el concurso de Internacionalización de Vinculación con el Medio del Proyecto Ingeniería 2030 de la Facultad.
A continuación, el profesor Pizarro relata su experiencia:
¿Cómo surgió la idea de concretar un convenio entre la PUCV y el INP-ENSEEIHT?
En realidad, yo fui a Francia con dos propósitos distintos y a dos ciudades diferentes. Primero fui a París, al ESYCOM, un laboratorio de telecomunicaciones donde me reuní con quien fue uno de mis revisores de mi tesis doctoral que realicé en ese país. Él me contactó previamente para invitarme a comenzar una cooperación entre laboratorios. Fue así, como me gané este fondo promovido por el Proyecto Ingeniería 2030 para ver en qué áreas de investigación podíamos comenzar a colaborar, de las cuales, por ejemplo, ideas vinculada a internet de las cosas aplicado a sensores textiles, es decir, para generar ropa inteligente. Posteriormente, fui a Toulouse, donde el vínculo se dio de manera mucho más natural todavía, porque trabajé con los profesionales que me recibieron durante mi doctorado. Entonces, pensamos que ya que estamos trabajando juntos, sería bueno que las instituciones empezaran a conocerse, a conectarse, a afianzar lazos. Así generamos este acuerdo de movilidad estudiantil y seguimos trabajando en alianza para generar otras instancias de colaboración.
¿Qué beneficios trae este convenio para docentes y estudiantes de ingeniería?
Este acuerdo permite abrir un marco más internacional en la Facultad. Ya están llegando algunos alumnos que están haciendo sus prácticas con nosotros en el laboratorio, nos ayudan en nuestra investigación y nos aportan con una visión que viene de una formación extranjera. Es un aporte que traen ellos para acá y, nosotros, al enviar alumnos para allá, van a tener la posibilidad de adquirir otra visión de trabajo y acceso a otra tecnología, ya sea en la modalidad de clases o trabajando en laboratorios, como señala el acuerdo.
Como académico acreedor de un fondo de Internacionalización del Proyecto Ingeniería 2030, ¿Cómo fue la experiencia de haber realizado esta pasantía en Francia?
La existencia de este tipo de financiamiento, fomenta y ayuda al contacto humano. Siempre, con las herramientas con las que contamos hoy en día, se pueden concretar reuniones vía Skype o por mail, pero es difícil reemplazar el contacto humano. El estar ahí, discutir, sin tener la diferencia horaria que es un gran obstáculo, sin embargo, tener la posibilidad de ir por tres semanas, abre la oportunidad de reunirse con las personas y lograr rápidamente los objetivos por los cuales se emprendió el viaje.
¿Cuál es la importancia de que exista este fondo impulsado por el Proyecto Ingeniería 2030?
Hoy por hoy, por cómo está el mundo, no podemos estar aislados. La internacionalización es algo natural. No podemos vivir sólo una realidad local. Si bien es importante, ya que tenemos que estar conectados con tecnologías y desarrollos, visiones de otras partes, no podemos quedarnos aislados en nuestra burbuja. Entonces, que este tema sea uno de los ejes de importancia del proyecto Ingeniería 2030 es primordial para el desarrollo de los ingenieros del futuro, porque el ingeniero del futuro no va a trabajar solamente en Chile, ni sólo con chilenos, sino que va a trabajar con gente de otros países y en otras partes del mundo.
GREGOIRE DERY: EL PRIMERO EN LLEGAR
El hecho de que los ingenieros del futuro no sólo trabajarán con pares de su propio país, sino que también lo harán con profesionales extranjeros, lo tenía muy claro Gregoire Dery, estudiante de Ingeniería Civil Electrónica, que se convirtió en el primer estudiante delINP-ENSEEIHT en llegar a la Facultad de Ingeniería de la PUCV bajo el convenio de movilidad firmado entre su casa de estudios y la universidad porteña. "Me gustó haber venido acá. Me gustó mucho la gente en el laboratorio, fue muy simpática. El estudio es interesante, hay profesores que me ayudan y guían como el profesor Francisco Pizarro, es muy simpático y conduce mi trabajo", comentó el estudiante francés, que asistió a la Escuela de Ingeniería Eléctrica por casi 2 meses.
Por Consuelo Reyes Fuentes
Facultad de Ingeniería