Historia, misión y visión
El Instituto se funda en el año 1949, con el nombre de Departamento de Filosofía, dependiente de la Facultad de Filosofía y Educación de la entonces Universidad Católica de Valparaíso. Este Departamento ha pasado por varias etapas a lo largo de su existencia antes de constituirse en el actual Instituto de Filosofía desde el año 1967.
Fue fundado por el profesor Luis López González, el sacerdote secular José Manuel Santos (posteriormente Obispo de Valdivia y Arzobispo de Concepción), los sacerdotes de la Congregación de los Sagrados Corazones RR. PP. Osvaldo Lira Pérez y Rafael Gandolfo Barón, los sacerdotes jesuitas RR. PP. Miguel Iturrate, Arturo Gaete, Raimundo Larraín, Ramón Ceñal, y los profesores Roberto Prudencio, Francisco Soler, Juan de Dios Vial Larraín, Joaquín Barceló, Ernesto Grassi y Héctor Carvallo.
Se compone de cuatro programas de estudio de pregrado y postgrado.
Desde 1974, la carrera conducente al Título de Profesor de Filosofía y al grado de Licenciado en Educación. Desde 1982 se suma el programa conducente al grado de Licenciado en Filosofía. Asimismo desde ese mismo año 1982, se inician los programas de Postgrado conducentes al grado de Magister en Filosofía y Doctorado en Filosofía, cuyos reglamentos se decretan en 1986.
MISIÓN
La misión del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso consiste en el cultivo de la filosofía mediante el estudio, la investigación, la docencia y la extensión, con el propósito de descubrir y manifestar verdades que permitan tanto una comprensión de lo real desde sus fundamentos como una actividad práctica orientada desde principios, en diálogo interdisciplinario, abierto y fecundo, con la fe, el arte, la ciencia, la técnica y las demás manifestaciones de la cultura, formando profesores, investigadores y agentes culturales que irradien estos principios y el sentido de esta búsqueda en diversos ámbitos de la sociedad.
VISIÓN
El Instituto de Filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso pretende ser una unidad académica de excelencia, de modo que el desarrollo de la probada capacidad investigadora y docente de sus profesores, investidos de los más altos grados académicos, propenderá a potenciar estudios y publicaciones, con el fin de alcanzar una posición de liderazgo en el ámbito regional, nacional e internacional. Asimismo, la formación de sus estudiantes, futuros profesores y graduados, se caracterizará por el riguroso desarrollo del espíritu crítico y de análisis, por el amor a la verdad, por el respeto de la dimensión ética de la persona y por el desarrollo de la capacidad de liderazgo.