Profesores del Instituto de Filosofía y profesora visitante Marcela Brito se reúnen con la dirección de Relaciones Internacionales.
El encuentro busca afianzar y promover las relaciones internacionales para nuestros estudiantes.
Nosotros conocemos a la profesora como alumna del doctorado acá de la Universidad, entonces ella se tituló cerca del 2019. Ella es de El Salvador. Entonces en ese tiempo yo como coordinador del magíster y doctorado y Marcela comenzamos a construir un vínculo entre las universidades, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y la nuestra. Esto en forma de coloquios online del Doctorado mayormente y del Magíster, con la intención de dar una plataforma a los tesistas para presentar parte de sus investigaciones y discutir con los profesores y sus compañeras y compañeros de estudio sobre esta temática. Entonces realizamos 6 coloquios, y de esto se formó un contrato bilateral de investigación y estudio entre las dos universidades a través de las rectorías, ahora tenemos un convenio oficial entre las dos universidades, con la idea de invitar a profesores, alumnos, presentar investigaciones que se realizan en grupos de las dos universidades. Esto se firmó el año pasado, y en ese contexto viene la profesora Marcela como invitada. Yo creo que es algo destacable esta forma de construir internacionalización. Lo bueno es que nosotros tenemos un enfoque a la filosofía clásica, mientras que la Universidad en que trabaja Marcela se enfocan en la Filosofía Latinoamericana, lo que es fructífero para las alumnas y alumnos. La importancia de esto para ellos es que con esto podemos hacer estadías de investigaciones, entre otros proyectos que puedan incluir a otras universidades y así generar nuevas instancias para el estudio.
¿Cuál es tu vínculo con nuestra Universidad? ¿Qué esperas de esta visita?
(Responde Marcela Brito)
Bueno es una historia un poco larga, porque arranca el 2012, yo estaba buscando oferta para continuar mis estudios de postgrado, yo soy Licenciada en Filosofía por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas en El Salvador, y ahí yo conocí a un sacerdote jesuita que tuvo contacto con el Instituto de Filosofía de esta Universidad, el padre Manuel Masón. El padre Manuel Masón conoció al Dr. Ricardo Espinoza, y él me recomendó que este era un buen lugar para venir a estudiar, así que hice todo el proceso y me aceptaron en el programa. Durante 2013 y el primer semestre del 2014 yo estuve estudiando acá y presenté mi proyecto de tesis doctoral. Es una tesis doctoral sobre el pensamiento de un sacerdote jesuita y filósofo, Ignacio Ellacuría. Yo soy especialista en Ignacio Ellacuría y mi trabajo en torno a su pensamiento arrancó con esa tesis doctoral. Yo me titulé en 2019, y la verdad es que toda esta experiencia formativa con la Universidad, con el programa de doctorado en Filosofía ha sido muy enriquecedora porque a mí me ha brindado profesionalmente una perspectiva muy diferente de como tienen que ser ciertos procesos formativos, y por otro lado, esta formación que me dio el Instituto de permitió insertarme laboralmente, yo trabajo en el departamento de Filosofía de la Universidad José Simeón Cañas de El Salvador desde fines de 2017, y desde 2020 yo fui nombrada como directora de la maestría y del doctorado en Filosofía Latinoamericana. Como el 2020 se viene esta gran crisis que trae el covid, que traen las cuarentenas a nivel mundial, empezamos a explorar con el doctor César Lambert y también con el doctor Harald Blum la posibilidad de entablar encuentros en línea, sobre todo entre nuestros estudiantes de magíster y doctorado, y desde entonces hemos mantenido una vinculación un poco más frecuente sobre todo en torno a estos coloquios. El año pasado ya firmamos un convenio entre la UCA y la Universidad Católica de Valparaíso, y también hemos firmado un convenio de cooperación entre el Instituto de Filosofía y del departamento de Filosofía de la UCA, y por supuesto también entre los postgrados. Es en el marco de esos convenios que se da esta visita. Esta semana estaré compartiendo con los estudiantes del postgrado dos sesiones de clase, y las desarrollaré por supuesto en torno al pensamiento de Ignacio Ellacuría, y una charla magistral.
¿Consideras estas instancias importantes? ¿Qué les dirías a los estudiantes?
Considero que este tipo de actividades son importantes porque nos permiten preliminarmente dos cosas: actualizarnos en torno a autores, temas que se están trabajando en otros lados, primero aquí en América Latina y creo que también en España, porque eso no da una perspectiva más rica que nos permite ampliar nuestra formación filosófica, yo creo que eso es fundamental, además que esta necesidad de actualización del conocimiento que brinda este tipo de eventos también permite abrir otra dimensión de la formación filosófica que es fundamental que es el diálogo, pero el diálogo solamente puede ser tal desde la escucha y desde el encuentro cara a cara. Yo sé que en los últimos años se ha hecho un esfuerzo por hacer uso de las tecnologías pero creo que el encuentro más rico es cuando estamos con otras personas en el mismo lugar. Y por otro lado creo que también es importante porque Ignacio Ellacuría es un filósofo relativamente poco conocido, y poco conocido creo yo por el carácter todavía bastante inédito de su obra y por lo difícil que es a veces que los aportes entre unos filósofos y otros lleguen de una parte a otra. Por ejemplo para el caso nuestro aquí de América no siempre llegan las obras de los filósofos de punta a punta, entonces no siempre nos enteramos de qué están leyendo en otras partes, que especialistas hay en otros países y es una gran oportunidad para conocer más. Y luego también creo es un buen espacio para crear y fortalecer vínculos ya sea con estudiantes pero también fortalecer vínculos institucionales que son los que nos permiten seguir creciendo y no quedarnos repitiendo siempre lo mismo. Yo a los estudiantes les diría que se animen a buscar más, no solamente de Ignacio Ellacuría, sino que nos animemos a buscar, a conocer más de cualquier otro filósofo que nos toca personalmente, porque nos ayuda a entender mejor la realidad.