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Escuela de Kinesiología realiza primer taller de acompañamiento en salud mental para estudiantes que cursan su práctica profesional

Este curso se llevó a cabo quincenalmente, con sesiones en línea para facilitar la participación de los estudiantes.

En el último tiempo las problemáticas sobre salud mental han estado en la palestra, especialmente entre los profesionales y la comunidad de estudiantes, pertenecientes al área de la salud. Los diversos desafíos que se deben enfrentar en estos espacios han impactado de diferentes formas en los individuos y es por ello, que la Escuela de Kinesiología de la PUCV, decidió abordar esta problemática entregando apoyo a los estudiantes que se encontraban realizando sus prácticas profesionales.

Según lo comentado por el Jefe de Docencia de la Escuela de Kinesiología, Oscar Achiardi, el periodo de las prácticas profesionales siempre ha tenido un alto impacto en la salud mental de los estudiantes, de hecho, es recurrente que algunos de ellos retiren sus prácticas mientras se encuentran cursándolas por este tipo de problemas, señalando al respecto: “ el escenario de los estudiantes de la salud siempre ha sido compleja, dado que están bajo presión, trabajan con la vida de otras personas, lo que tiene un alto impacto en las emociones de los practicantes”, agregando que: “Nos dimos cuenta que durante el 2023, el número de alumnos afectados en términos de salud mental, había crecido mucho en comparación a años anteriores y decidimos hacer algo al respecto”.

Ante esta preocupante tendencia, la institución decidió intervenir proactivamente. En enero de 2024, en colaboración con la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DEA), se implementó un programa innovador de acompañamiento integral para los estudiantes durante todo el semestre de práctica profesional. Este programa no se limitó a simples charlas ocasionales, sino que se estructuró como un curso continuo, centrado en el fortalecimiento de habilidades clave para manejar el estrés y las emociones en el entorno clínico. La encargada de llevar este taller “titulado "Fortalecimiento de habilidades para la práctica profesional" fue la psicóloga Sabrina Moena, quien comentó al respecto: ““se diseñó un programa de acompañamiento grupal que promoviera tanto el crecimiento personal como profesional, el cuidado de la salud mental y el fomento del desarrollo de habilidades blandas”, señalando además: “Este enfoque integral buscaba preparar a los estudiantes no solo en términos de competencias técnicas, sino también en el fortalecimiento de su bienestar emocional y su capacidad para trabajar de manera efectiva en equipos interdisciplinarios. Reconociendo que estos aspectos son fundamentales para brindar una atención de calidad centrada en el paciente, el taller contribuía de manera significativa a mejorar la calidad y efectividad de los servicios de kinesiología”.

En esta instancia, también se pudieron abordar aspectos como el autoconocimiento, el manejo de la ansiedad, el reconocimiento y la gestión de emociones, así como habilidades prácticas como el trabajo en equipo y la comunicación efectiva. Respecto a este curso, Sabrina manifestó: “Se lograron los objetivos propuestos, generando un espacio seguro para acompañar el proceso de práctica profesional. Todos los participantes pudieron expresarse libremente, hablar y compartir sus experiencias sin temor a juicios, logrando apoyarse y aprender desde lo colectivo. La salud mental fue un tema central en todo momento, así como la reflexión sobre el cuidado del profesional de salud”.

Los estudiantes de Kinesiología han tenido una buena percepción de esta medida tomada por la Escuela y han agradecido esta iniciativa que les ha acompañado y ayudado en este proceso. Así al menos fue para Javiera Parada, quien comentó: “El curso fue muy beneficioso y enriquecedor. Todo gracias al constante apoyo de la psicóloga Sabrina, con quien adquirimos un conjunto de estrategias para mejorar nuestra capacidad de manejar situaciones complejas durante las prácticas profesionales”, complementando lo anterior, también comentó: “fue importante porque nos ayudó a potenciar nuestras habilidades en el ámbito profesional. Aprendimos a identificar y gestionar nuestras emociones, comprender que todas ellas son válidas, pero que también debemos transitar entre una emoción y otra cuando nos hacen sentir mal, buscando apoyo cuando sea necesario. Lo cual pienso que es crucial para mantener un desempeño óptimo en situaciones laborales exigentes a futuro”.

Como resultado de esta experiencia pionera, la institución ahora está explorando la posibilidad de replicar este modelo en otras áreas y semestres académicos, con el objetivo de proporcionar un apoyo continuo y efectivo a todos los estudiantes enfrentando desafíos similares en el futuro.

Fuente Facultad de Ciencias