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Ocho años contribuyendo a la transformación de la región por medio de la innovación social

El 18 de julio de 2012 se firmó el decreto donde se dio inicio a las actividades de la Incubadora Social Gen-E PUCV.

21.07.2020

Carolina Silva Edwardsen, directora de Innovación y Emprendimiento de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha sido una impulsora en el crecimiento de Gen-E, la Incubadora Social PUCV, institución que hoy cumple 8 años de vida apoyando y acompañando a emprendedores y emprendedoras, a través de sus diversos programas.

Desde 2012 hasta 2020, Gen-E ha apoyado a más de 1.500 personas en su proceso de emprender, a estos números se suma el soporte dado a 574 microemprendimientos y 40 proyectos con impacto social.

Sobre los inicios de la Incubadora Social PUCV y el reconocimiento que ha logrado en estos ocho años de vida, Carolina Silva, nos contó más detalles.

¿Cómo nace Gen-E? 

La Incubadora Social Gen-E comenzó como un programa de apoyo a microemprendedores de la Región de Valparaíso, que junto a la fundación Techo se buscó mejorar la calidad de vida de las personas de contextos vulnerables, mediante el fortalecimiento de sus negocios que les permitieran aumentar sus ingresos económicos. Dicho proyecto se denominó "un techo más alto" y fue financiado por Corfo.

Un año después se crea formalmente la Incubadora Social en la Dirección de Innovación y Emprendimiento de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados.

La misión de Gen-E se enmarca dentro de los principios y valores de una Universidad Católica, donde se forman estudiantes con compromiso social, y existe una fuerte vinculación con el medio, principalmente para contribuir a resolver necesidades de nuestro territorio, mejorar la calidad de vida de las personas y por supuesto contribuir al bien común de la sociedad.

¿Cuáles fueron los principales proyectos que impulsaron la Incubadora Social Gen-E?

Sin duda el apoyo financiero de instituciones como Corfo junto a los esfuerzos de nuestra Universidad, han permitido que Gen-E pueda impactar no solo en la Región de Valparaíso, sino en llegar a nuevos territorios y con programas más específicos. Ejemplo de ello han sido iniciativas como el proyecto "RIE" que entregó apoyo a 35 emprendedores en situación de discapacidad, "RENOVA" en sus dos versiones que trabajó la asociatividad con un público de emprendedores adultos mayores, "OREMEV" donde se articuló la oferta público privada de apoyo a microemprendedores  y por supuesto la administración del fondo SSAF-S Corfo desde el 2015 que al día de hoy nos ha permitido fortalecer nuestra propuesta de valor en un programa de incubación para emprendimientos de triple impacto.

¿Cómo evalúas el presente de la Incubadora donde se ha logrado consolidar en la región y el país?

Ha sido un trabajo de mucho esfuerzo y dedicación, lo que nos ha permitido posicionarnos en la región a través de la innovación y el emprendimiento social.

Hoy estamos enfocados en dos programas específicos, por un lado, seguir potenciando uno de los primeros programas que desarrollamos y forma parte del espíritu de la Incubadora que es el "Ciclo del emprendedor" el cual contribuye al desarrollo económico y social de la Región de Valparaíso, a través del apoyo a personas de contextos vulnerables, lo que se complementa con el programa de voluntariado universitario de la Dirección de Innovación y Emprendimiento. 

Por otra parte, buscamos consolidar la metodología de incubación para emprendimientos de triple impacto, sensibilizando principalmente a la comunidad universitaria, que al día de hoy ha visto sus primeros frutos en estudiantes universitarios con interés en resolver un problema social a través del emprendimiento.

En el presente se destacan alianzas con la Agencia de cooperación internacional para el desarrollo (AGCID) que nos permitirá transferir conocimientos asociados a la innovación social para ex becarios de diferentes países, nuestra participación en comunidad B Valparaíso y por supuesto el vínculo con organizaciones colaboradoras que complementan nuestro quehacer.

¿Qué momentos destacas de la Incubadora a lo largo de sus años?

Creo que es importante destacar las ejecuciones exitosas de proyectos, la masiva participación en nuestros encuentros de microemprendimiento, el gran número de emprendedores que hemos apoyado y nuestro interés en descentralizar la Región de Valparaíso, ampliando nuestra cobertura y llegando a una diversidad de comunas de nuestra región.

Destaco el compromiso y la participación de académicas y académicos en nuestros programas. La comunidad de emprendedores valora muchísimo la labor de nuestra Universidad al abrir sus puertas y facilitar este conocimiento. Cada uno de nuestros programas tiene una fase de presentación en formato pitch y es ahí donde se evidencia el antes y después, compartiendo con el resto sus experiencias del proceso, esto es algo muy lindo de presenciar.

También destaco las alianzas que hemos podido concretar, sobre todo con instituciones públicas como Fosis y Sercotec que han permitido articular y derivar a nuestros emprendedores a otras instancias de apoyo.

Este año Gen-E fue reconocida en la plataforma Conecta de Pacto Global, por su contribución al desarrollo sostenible, específicamente a los objetivos: educación de calidad, trabajo decente y crecimiento económico e innovación.

¿Cómo visualizas el futuro de Gen-E?

Manteniendo el espíritu que nos caracteriza, donde sin duda el rol principal lo cumplen las grandes personas que forman parte de esta institución. Veo a Gen-E

contribuyendo en la transformación de nuestra región y país, en la formación y visibilización de nuestros agentes de cambio, de ser un puente para aquellos organismos públicos y privados que hoy más que nunca necesitan enfocarse en la colaboración.

Imagino a Gen-E con voluntarios de todo el mundo, y estudiantes universitarios apasionados por resolver problemas sociales y ambientales, a través del emprendimiento. Veo y espero que la incubadora social pueda inspirar a personas a trabajar por un propósito común, poniendo a las personas en el centro.

¿Cuál es el valor que le entrega la PUCV a Gen-E?

Que la Incubadora esté alojada en una institución de educación superior acerca otras posibilidades de colaboración, hoy participan distintas unidades académicas en nuestros programas, y se vinculan estudiantes sin distinción de disciplina como voluntarios y también aquellos que quieran tener un proyecto de alto impacto pueden acceder fácilmente a una asesoría y ser parte de un programa de incubación.

Para nosotros el hecho de contar con el respaldo de una institución que cuenta con más de 90 años de experiencia formando a personas con vocación de servicio a la sociedad, donde se manifiesta una actitud de responsabilidad con ella es invaluable y envuelve también nuestro quehacer como incubadora. Es algo que sin duda se transmite a nuestros emprendedores y emprendedoras.