El académico del Instituto de Geografía y director del Laboratorio de Geo-información y Percepción Remota del Instituto de Geografía, Roberto Chávez, junto a los investigadores Matías Pérez, Sebastián Fuentes, Gabriel Castro, Luis Álvarez y Miguel Castillo, profesor de la Universidad de Chile, estudiaron el comportamiento del mega incendio ocurrido en la Región de Valparaíso a través de imágenes satelitales captadas por la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) y la Agencia Europea Espacial (ESA).
El trabajo colaborativo consistió en la comparación de las imágenes para conocer cómo se comportó el siniestro durante los días de actividad. La primera de ellas fue captada por el satélite Sentinel 3 de la ESA, el 3 de febrero pasado, y permite observar los múltiples focos activos y plumas de humo proyectándose hacia el norte, siguiendo los vientos predominantes del sureste. Los focos se encontraban colindantes a la Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, precisamente donde avanzó durante los días siguientes.
Dos días después, los académicos pudieron visualizar la “cicatriz del incendio” como le denominan, y con ello calcularon el índice normalizado de área quemada (NBR) utilizando las imágenes previas y posteriores al incendio para estimar la severidad del siniestros en términos de cobertura vegetal quemada mediante la resta o diferencia entre ambos indicadores (dNBR). De acuerdo con este cálculo, el área quemada alcanza exactamente 9.429 hectáreas.
También fue posible identificar que el incendio se inició en el sector La Engorda en Las Tablas, donde la severidad fue calificada entre baja-media, pero en la medida que el fuego se proyectó hacia quebradas y barrancos, el nivel de severidad aumentó.
Asimismo, el informe concluyó que “todo megaincendio que parte siendo forestal termina como estructural”, debido a la relación del emplazamiento urbano metropolitano y la constante del viento de orientación suroeste que lo proyecta irremediablemente en sentido norte hacia la ciudad ya que "cualquier foco el arco periférico del Gran Valparaíso irremediablemente se proyecta a la ciudad, y allí se convierte en incendio estructural”, explicó Luis Álvarez.
Por su parte Roberto Chávez, explicó que las estimaciones de severidad dependen de los criterios biofísicos de la zona. “Esto quiere decir que son patrones, hay elementos que aparecen y desaparecen en el territorio y que son capturados por las bandas espectrales del satélite, esto es el combustible que se encuentra a nivel territorial que es básicamente vegetación, pastos seco, arbustos, árboles, plantaciones forestales, y la madera, que también está en las casas que fueron afectadas después", puntualizó el académico.
Por Camila Rojas
Dirección de Comunicación Estratégica