04.04.2018
La carrera de Educación Especial, perteneciente a la Escuela de Pedagogía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, finalizó su acreditación logrando el máximo posible en programas de pregrado. Este proceso fue acompañado por la Vicerrectoría Académica, a través de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad (UCAL), ratificando el camino de aseguramiento de la calidad que se ha propuesto nuestra Universidad.
El programa de estudios logró acreditarse por siete años, aumentando su registro anterior de seis años. Además, cabe destacar que este nuevo proceso se realizó bajo los nuevos criterios de evaluación de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), los cuales empezaron a regir a partir de agosto de 2016 y son más exigentes que los anteriores.
Nelson Vásquez, Vicerrector Académico de la PUCV, señala que en 2017 la carrera modificó el nombre de Educación Diferencial a Educación Especial, respondiendo al cambio de paradigma que ha venido desarrollando la disciplina de la Educación Especial. “Hoy se comprende que las diferencias son inherentes al ser humano y que las dificultades de aprendizaje de algunas personas derivan de la interacción entre ellas y su medio. Estas barreras son las que obstaculizarían su participación, aprendizaje y pleno desarrollo. Por ello la enseñanza hoy ha cambiado”, indicó la autoridad.
Por su parte, María Adriana Audibert, Jefa de la UCAL, indicó que la carrera -en su proceso de autoevaluación- logró demostrar que la formación de sus alumnos se ocupa que ellos reconozcan y valoren positivamente las diferencias de cada persona y que es responsabilidad del profesor especialista en Educación Especial intervenir los entornos, otorgando apoyo para que cada cual participe, aprenda y se desarrolle plenamente como persona.
Es por esto que la carrera señaló en sus documentos de autoevaluación que “se requiere el cambio de título profesional desde Profesor de Educación Diferencial a Profesor de Educación Especial, porque el foco ya no está en normalizar la diferencia, sino que en reconocerla, valorarla y en proporcionar los apoyos a cada entorno para favorecer la plena inclusión de todas las personas”.
Audibert también explica que el proceso de autorregulación ha sido un tema que transversalmente la UCAL ha ido dialogando con las Unidades Académicas, destacando que esta carrera -en su periodo de vigencia de acreditación anterior- se mantuvo en un proceso de esta naturaleza. Esto le permitió mostrar indicadores de eficiencia formativa de calidad, junto con mecanismos y procesos formalizados relacionados al proceso de formación de los estudiantes.
Por Francisco Rivera A.
Vicerrectoría Académica