Ignacio Bustos vive en Calama y desde este semestre participa en el Programa BETA de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Y aunque tiene la posibilidad de participar de las clases virtuales, el alumno de séptimo básico ha preferido viajar sábado por medio desde el norte del país hasta la ciudad a Valparaíso, recorriendo casi 1.500 kilómetros.
Esta aventura la emprende quincenalmente vía área junto a su padre y, junto con desarrollar sus talentos en la Casa de Estudios, toma esta oportunidad para reforzar su vínculo de una manera especial.
“Viajo a Valparaíso fin de semana por medio, porque es ‘estar’ en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y conocer personas con mis mismos intereses y situaciones parecidas. También paso más tiempo con mi papá ya que, debido a su trabajo, no puedo compartir con él todo el tiempo que quisiera”, expresó Ignacio.
El estudiante del Colegio Chuquicamata valora este viaje de más de cuatro horas -entre el embarque, vuelo y traslado en bus a la Quinta Región-, donde además de conocer la Universidad e interactuar con sus profesores, puede desarrollar su Alta Capacidad.
“Me enseñan cosas de cursos superiores, me está gustando porque los días que no puedo venir, tomo las clases de mi casa. El viaje vale la pena porque, aunque es agotador, éste es el programa que me va a ayudar a elegir una carrera a futuro”, complementó.
Su padre Alfredo escogió BETA porque asegura que, además de potenciar sus habilidades, le entrega un espacio diferente donde ha visto cómo su hijo sociabiliza y ha encontrado un espacio en el que se siente acogido.
“Lo motiva harto viajar y lo hace bastante feliz. Además, al compartir este viaje con mi hijo aprendí a conocerlo más, a pasar tiempo juntos. El Programa le hace sentir que está en la Universidad porque se siente parte de ella, y esto le hizo cambiar la forma de pensar. BETA reúne a estudiantes de varias partes, y les da la posibilidad de que se conozcan y que aprendan de modo diferente, que vayan más allá de lo que saben”, concluyó Alfredo.
Por Anita Lemus
Dirección de Inclusión