Investigar la efectividad de la política nacional de compensación medioambiental en el caso de inversiones -mayoritariamente mineras- ubicadas en zonas cercanas a los humedales altoandinos, es uno de los objetivos de un proyecto, liderado por la investigadora María Fernanda Rojas, del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV),
La académica se adjudicó un proyecto Fondecyt de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, para llevar a cabo su proyecto “Biodiversity offsets as a triple solution? Tracing biodiversity offsets in high Andean wetlands”, o en español, “¿Las compensaciones de biodiversidad como una triple solución? Seguimiento de las compensaciones de biodiversidad en los humedales altoandinos”.
Según María Fernanda Rojas, su proyecto “es una investigación de la geografía humana en relación a la geología política, en donde me enfoco en la incorporación de las compensaciones en biodiversidad en el país, el reforzamiento de las metodologías para el cálculo de las compensaciones y las potenciales oportunidades y sinergias que se están generando desde el Estado para poder también suplir la demanda de financiamiento para la conservación privada en el país”.
Agregó que a partir del año 1993 se crea la legislación que se refiere a las compensaciones medioambientales. “Sin embargo, este sistema -en los últimos 15 años- no ha funcionado realmente bien. Hay varias evidencias, documentación de organismos internacionales, como por ejemplo de la Organización de las Naciones Unidas por medio de su iniciativa Biofin, que han documentado que el sistema debiese mejorar”, detalló la investigadora de la PUCV.
La investigación de la académica del Instituto de Geografía se basa en la examinación de las mejorías metodológicas de las políticas de compensación en nuestro país. “Yo me quiero hacer cargo de examinar esas nuevas metodologías a partir de una perspectiva de la ecología política. Quiero ver si es que las compensaciones en biodiversidad están realmente siendo exitosas en cuanto a la recuperación y la restauración de ecosistemas, y también, en términos de la relación que tienen los titulares de proyectos con las comunidades aledañas o que habitan en los ecosistemas que están siendo afectados por diversos proyectos, así como también saber cuáles son las medidas de compensación para cada sector”.
“El proyecto se enfoca en el altiplano chileno porque -además- trabajo en un núcleo milenio que se dedica al estudio de bofedales altoandinos. Estamos con un grupo de científicos haciendo una investigación para poder reforzar la protección de los bofedales altoandinos; mi proyecto analiza las compensaciones en biodiversidad en estos bofedales, pero también considera otros humedales altoandinos, tales como salares o vegas”, recalcó.
Por Sebastián Paredes
Dirección de Comunicación Estratégica