Tras seis meses de trabajo investigativo y comparativo la Revista "El Sábado" del Mercurio y Universidad Adolfo Ibáñez seleccionaron 100 chilenos de hasta 35 años que están siendo un aporte para el país en diferentes áreas como la Ciencia, Arte, Política, Ecología, Emprendimiento, Educación, Tecnología y Deporte, entre otros.
Este año tocó la oportunidad de representar a la música a nuestro ex-alumno titulado de la Carrera de Interpretación Musical del Instituto de Música, Vicente Toskana-Lanzendorff. Con estudios de Gestión Cultural en la Universidad de Chile es, además, docente del Conservatorio PUCV y primer Viola de la Orquesta de Cámara de nuestra Casa de Estudios. A esto se suma una destacada dirección desde el 2010 del Programa de Orquesta Juvenil e Infantil MusArt de Casablanca que ha visto crecer su matrícula en un 400%, tener una vinculación a nivel regional y nacional con varias instituciones relacionadas con cultura y ser un proyecto de importancia nacional con la posesión de agrupaciones que se adjudican las mejores evaluaciones de Chile en concursos de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles del país. Desde el 2016 Vicente también lidera un proceso similar en Olmué.
"El dedicarse en Chile a la música es siempre un gran desafío debido a que nos falta mucho por desarrollar en cultura. Por ende creo que es muy valioso cuando músicos profesionales no sólo entregamos música tocando en una orquesta sino que nos esforzamos por levantar oportunidades inclusivas y reales para niños y jóvenes en torno a la formación musical seria. Valdrá siempre la pena transformar vidas en comunas que necesitan que esa democracia en la que vivimos signifique el acceso real a una cultura que involucra a familias en su totalidad. El futuro de nuestro país siempre ha estado en las generaciones tempranas y la educación artística no es algo de lo que se discuta aún en la labor formativa de la mayoría de colegios. La música es un lugar de encuentro que trasciende intereses políticos o de otro aspecto. Permite vivir experiencias de comunidad únicas que dan como resultados chilenos más felices y con un interés cultural que los hace buscar mejor oportunidades en la vida en base a la disciplina y sensibilidad artística que podrán desarrollar en una Orquesta Juvenil y/o Infantil. Los que dedicamos nuestra vida a la formación musical de niños y jóvenes en orquestas estamos convencidos de que dar hasta nuestro último esfuerzo tendrá un significado más allá de lo que muchas veces se puede proyectar" señala Vicente.