09.08.2016
Un verdadero privilegio para los futuros realizadores y cineastas fue la clase que realizó el periodista, académico y jefe de la cátedra Documental de la Escuela Internacional de Cine y Televisión San Antonio de los Baños de Cuba (EICTV), Senobio Faget, quien expuso en la Cineteca de la PUCV, invitado por el área de Extensión Cultural de nuestra Casa de Estudios y la muestra de cine latinoamericano “Polo Sur”.
Faget cuenta con una amplia trayectoria como cineasta y director de televisión. En 1980 ingresó a los Estudios Cinematográficos del Instituto Cubano de Radio y Televisión como director de cortometrajes. Sus documentales han recibido numerosos premios y menciones en festivales tanto nacionales como internacionales y ha sido jurado en certámenes en Brasil, España, Italia y Francia.
La coordinadora de la muestra “Polo Sur”, Caroline Pavéz, recordó que es la primera vez que un maestro de la EICTV arriba a nuestro país y planteó que uno de los objetivos de su visita es contribuir a descentralizar el país desde el ámbito de la cultura.
ENCUENTROS CON FRANCIS FORD COPPOLA
En la ocasión, se ofrecieron tres documentales realizados por alumnos de la EICTV: “La Carga”, “La Bendita Manía de Contar” y “El Árbol”, cada uno con su propio estilo narrativo, lo que después permitió la realización de un diálogo con los asistentes.
“La técnica no es lo fundamental a la hora de efectuar un buen documental. Hay que tener corazón, sensibilidad y amor al trabajo. Es pensar en causas justas. No hay que olvidar que el documental aborda la realidad, pero no es un retrato de ella”, señaló.
¿Qué sentimientos tiene respecto a esta visita a Valparaíso y la posibilidad de compartir con los alumnos?
“Para mí es muy importante compartir con los estudiantes. Uno da clases y al mismo tiempo recibe retroalimentación de los alumnos. Con una pregunta o una opinión en contra, uno también aprende. Cuando uno va a una ciudad, uno se la imagina previamente. Generalmente, busco información, pero no es lo mismo estar allí por primera vez. Valparaíso es una ciudad única, me la imaginaba como la había filmado Joris Ivens como un pueblo pequeño, lleno de pescadores. Cuando llegué me quedé sorprendido. Me mostraron por fuera el Congreso Nacional. Llegué a Valparaíso de noche, espero conocerla más de día. Lo que he visto me ha impresionado mucho y la gente es muy amable”.
En la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, la mayoría de los alumnos son extranjeros, ¿cómo se logra ese prestigio?
“La escuela cumplirá pronto 30 años, se fundó el 15 de diciembre de 1986. Somos una escuela joven. En este momento, recibimos alumnos de distintas partes del mundo. Cuando partió era un espacio de formación muy romántico y se hizo para Asia, África y América Latina. Hoy es una escuela de todos los mundos. Tiene mucho prestigio y participa en muchos festivales extranjeros. Hoy exhibimos el documental ‘La Carga’ que ha recibido premios en siete festivales internacionales. La Escuela tiene un curso regular que corresponde a tres años, un taller de altos estudios y talleres internacionales donde vienen profesores muy reconocidos. El profesor que en la mañana y en la tarde está dando clases, en la noche es posible ubicarlo en la cafetería para contactarse con los alumnos. Tenemos seis alumnos por cada cátedra. Es un verdadero taller”.
Ustedes le imprimen una nueva mirada a la hora de filmar en América Latina…
“A la Escuela llega mucha información audiovisual. Hemos tenido a grandes invitados. Recientemente tuvimos a la japonesa Naomi Kawase, una documentalista prestigiosa. Los que van viven la actualidad del cine con un nivel de información tremendo. Hemos recibido a Francis Ford Coppola, quien llegó en su avión particular, con sus hijas y nietas. Conoció algunos de nuestros trabajos de tesis. Dio su opinión y en uno de nuestros documentales: la Bendita Manía de Contar, sugirió cortarla en 10 minutos”.
Considerando que la mayoría de los alumnos que reciben son extranjeros, ¿qué importancia tiene la búsqueda de historias en Cuba?
“Todos los documentales que se hacen incluyen un ejercicio práctico, el que se hace fuera de la Escuela. Uno de ellos se realiza a 900 kilómetros de la Escuela, viviendo en la Sierra Maestra, en las condiciones donde viven los campesinos, quedándose a vivir en sus casas. Es la ocasión donde los alumnos pasan mayor tiempo fuera de las aulas. Cuando regresan no son sólo técnica y artísticamente superiores, sino que también vuelven con una sensibilidad superior a la que tenían antes”.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio