25.03.2022
Con la presencia de Monseñor Jorge Vega, Obispo de Valparaíso y Gran Canciller de la PUCV; el rector Claudio Elórtegui y Edmundo Bustos, director de Ediciones Universitarias de Valparaíso, se llevó a cabo la presentación del libro “Caminos para una Teología del Pueblo y de la Cultura”, de Rocco Buttiglione, en el Centro de Estudios Avanzados y Extensión de la PUCV en Santiago.
Valeria López, secretaria adjunta de la Conferencia Episcopal de Chile; Monseñor Gonzalo Bravo, Obispo de San Felipe y decano de la Facultad Eclesiástica de Teología de la PUCV; Jaime Antúnez, presidente de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales; y Pedro Morandé, miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales de la Santa Sede, fueron los presentadores del libreo quienes, junto al autor, reflexionaron sobre diversos aspectos que aborda, destacando la introducción que hace el Papa Francisco.
En este marco, Valeria López se refirió al comentario del autor sobre la carta que escribió el Papa Francisco al pueblo de Dios que peregrina en Chile, tras su visita al país en el año 2018: “la condición del pueblo de Dios es la dignidad y la libertad (…) y si pretendemos reducir a pequeñas élites, esa totalidad de diversidad del pueblo de Dios, no estamos construyendo pueblo, estamos construyendo comunidades sin rostro, sin historias, sin memorias y sin vida”.
La abogada comentó, además, que “el Papa en esa carta nos llama a un tiempo de oración y de discernimiento, y nos pide especialmente poner la mirada en la pastoral popular, porque escuchando la piedad popular es donde podemos encontrar una lectura de la realidad, porque allí hay una sed de Dios, que solo en los pobres y los sencillos podemos encontrar y que solo ellos lo conocen”.
Monseñor Gonzalo Bravo contextualizó localmente el concepto de teología del pueblo abordado por el autor en su obra, en relación a cómo lograr una reflexión teológica pastoral pertinente que nos ayude a colocarnos en movimiento a favor del pueblo. “Hoy en Chile decir pueblo es identificarse con una dimensión política; hoy el pueblo, incluso el pueblo de Dios, no se siente pueblo de Dios. La palabra pueblo hoy en día tiene muchos matices. No sé a cuantas personas les gustaría en Chile que le llamen pueblo, ‘tú eres del pueblo’, cuando para nosotros es una dimensión teológica maravillosa”, explicó.
Por su parte, Jaime Antúnez reflexionó sobre la obra en el contexto histórico a partir del pensamiento y vida de San Alberto Hurtado, y también sobre la comprensión de la noción del populus en Latinoamérica. “Chile vivió ese sueño muy en consonancia con lo que plantea el prólogo. La figura clave de esa experiencia fue la de San Alberto Hurtado. Fue en efecto el primero que logró hacer conocer la doctrina social de la iglesia… el primero en hacer ver a Cristo en el desvalido… el líder incomparable de la acción católica”, señaló sobre la figura del santo chileno.
Por último, Pedro Morandé señaló que “el libro trata de desentrañar una poderosa y creativa corriente teológico-pastoral de la iglesia Latinoamericana, cuyo mayor representante es el mismo actual Pontífice, el Papa Francisco. En un gesto inédito que da una particular autoridad a esta obra, el propio Papa decide prologarla, haciendo suya su orientación y su propósito. Pero aclara Buttiglione que el libro no se refiere al Papa ni a su persona, sino a la corriente teológica que está en la base de su pontificado y que desde América Latina se ha vuelto más universal, sin excluir ni desvalorar las otras corrientes pastorales vigentes en la iglesia”.
Tras las intervenciones de los presentadores del libro, Rocco Buttiglione agradeció a todos los presentes y se refirió a que la función del intelectual es elaborar una experiencia de vida y no libros, participando en una experiencia de comunidad cristiana, no reflexionando fuera del pueblo, porque el pueblo no es una cosa, sino un proceso donde la presencia de Cristo crea comunidad. “Por eso el pueblo siempre se está constituyendo y siempre se está destruyendo porque cada generación tiene que reconstituir el pueblo. Es una ilusión pensar que hemos heredado un pueblo y que este sigue existiendo. No, el pueblo sigue existiendo si lo hacemos existir a través de la comunión presente en nosotros”, aseveró.
Hacia el final de su reflexión, Buttiglione se refirió a la necesidad de que como comunidad ayudemos a los más desposeídos porque, de lo contrario, no se puede hablar de comunidad, lo que también deriva en el individualismo como la derrota del pueblo que deja de ser pueblo para transformarse en masa “masa de gente que no vive en la conciencia de las necesidades del otro”.
CEA PUCV