24.06.2015
El profesor de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Dr. Marco Cisternas, se ha dedicado durante el último tiempo a buscar registros de terremotos pasados utilizando técnicas geológicas analizando capas de arena subterránea que demuestran la ocurrencia de tsunamis a nivel costero. Esto lo ha complementado revisando una serie de documentos históricos antiguos -como las cartografías- que entregan luces sobre cómo los habitantes vivieron estos fenómenos en el contexto sísmico de nuestro país.
Esta semana, la revista Nature Geoscience -la revista más prestigiosa del mundo en geociencia- publicó el artículo realizado por el profesor Cisternas junto a los investigadores Robert Wesson (EE.UU); Daniel Melnick (Alemania); Marcos Moreno (Alemania) y Lisa Ely (EE.UU.) titulado “Deformación Vertical a través de un ciclo sísmico completo en la Isla Santa María, Chile”.
En este proyecto, el profesor de la PUCV ha trabajado durante cuatro años con colegas del Servicio Geológico Norteamericano (USGS) y ha analizado la cartografía antigua del siglo XIX comparándola con la situación actual.
“El gran problema para estudiar cómo se repiten los terremotos es encontrar dos ciclos juntos. En el caso del terremoto de 2010 tuvo ciertas características que estuvieron determinadas por cómo fue el anterior. En este caso, se vincula con el de 1835 que observó Charles Darwin mientras estaba en Concepción. Darwin viajó en el HMS Beagle con el capitán Robert Fitz Roy”, precisó Cisternas.
De acuerdo al especialista, el terremoto de 1835 sería el predecesor inmediato del de 2010. Darwin y Fitz Roy dos semanas después del sismo hicieron una cartografía náutica de la isla Santa María que se encuentra en el golfo de Arauco y vieron que la superficie de la isla se había levantado entre 2.4 y tres metros producto del movimiento.
“Nuestro trabajo se enmarcó considerando las cartas de Darwin y Fitz Roy, lo que le interesó al concierto internacional. Tomamos lo aparecido en las cartas y lo comparamos con lo que registramos en 2010 e hicimos una nueva carta. En el ensayo que publica Nature por primera vez se obtiene un ciclo completo de terremotos. Vimos gracias a la labor de Fitz Roy que pasó en 1835 y lo comparamos con nuestros registros e hicimos un modelo matemático”, complementó el experto.
Los investigadores se percataron que en 1835 la isla se levantó casi tres metros y cuando se hicieron los estudios en 2010, dos semanas después del terremoto, la isla volvió a subir 1,8 metros.
“Descubrimos que en ese intertanto, la isla se fue hundiendo 1,5 metros. Al tener las dos partes de la historia contamos con un registro completo del terremoto. Mezclamos lo que está en las cartas náuticas y para saber cómo se ha hundido la isla ocupamos registros del SHOA. En 1874, el SHOA estaba operativo y el primer trabajo que hicieron fueron estas cartas”, indicó el profesor de la Escuela de Ciencias del Mar.
SE COMPRUEBA LA TEORÍA ELÁSTICA
Hoy es posible contar con información exacta de cómo ha variado la geografía de Chile a través del uso de los GPS, tecnología que comenzó a utilizarse a partir de 2000. Con el uso de las cartas, los expertos pudieron alargar el periodo a estudiar que abarca un lapso de más de 175 años.
“En ese sentido, nuestro estudio es muy novedoso y como Chile cuenta con mucha sismicidad, se dio la posibilidad de que dos grandes terremotos puedan ser medidos. Los terremotos de 1835 y 2010 fueron grandes y relativamente similares. Nosotros comprobamos la validez de este modelo que ha sido desarrollado por muchos años y que se denomina teoría elástica, donde las placas acumulan energía y se mueven como si dobláramos a la fuerza una regla de escritorio. En el fondo probamos que el modelo de la teoría elástica es cierto”, advierte Cisternas.
De acuerdo a los especialistas es muy difícil que en otra parte del mundo se tenga un registro tan largo de terremotos y esto se debe gracias a que nuestro país es muy sísmico. En Chile están dadas las condiciones para que se haga este tipo de estudios, reconstruyendo un ciclo de 175 años.
EL APORTE DEL HMS BEAGLE
El profesor Marco Cisternas de la Escuela de Ciencias del Mar realizó una serie de mediciones geológicas para corroborar la hipótesis de su estudio.
Robert Fitz Roy era el hidrógrafo y capitán del HMS Beagle. En 1835 fue dos veces a la isla Santa María. La primera vez acudió con Charles Darwin. El terremoto lo encontró el 20 de febrero en Valdivia. Darwin descansaba en un bosque en los alrededores de la ciudad.
Cuando se empezó a mover la tierra, el naturalista inglés planteó que en unos pocos minutos se pudo convencer de lo que antes dudaba. Darwin escribió que sintió la tierra como una materia blanda y planteó una máxima que permanece vigente para los geólogos: sólo dos minutos de experiencia bastan para demostrar una hipótesis que durante siglos de pensamiento no se pudo comprobar.
“Ambos especialistas se subieron al barco y fueron a Concepción pasando por la isla de Santa María y se percataron de que el piso oceánico se encontraba levantado, vieron peces y moluscos muertos. Para nosotros que habíamos leído esto, sentimos lo mismo que vivió Fitz Roy dos semanas después del terremoto de 2010”, concluye Cisternas.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio