La carrera de Educación Parvularia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso cumple cinco décadas de destacada trayectoria en la formación de profesionales dedicados y dedicadas al aprendizaje de niños y niñas en edad preescolar.
Fue en 1972 que se creó la carrera en la Casa de Estudios, que comenzó su andar incluso antes de que el país se suscribiese a la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990. Desde sus inicios, ha movilizado el reconocimiento al valor de niños y niñas como ciudadanos en la primera infancia, promoviendo no solo la perspectiva del desarrollo cognitivo, socioemocional y cultural de niños y niñas, sino también el cómo la familia se involucra en el proceso y contribuye a fortalecer ese vínculo.
A lo largo de este año y con diversas actividades, estudiantes de Educación Parvularia (EPA), exalumnos/as y docentes de diversas instituciones educativas han reflexionado sobre la importancia de su profesión y los desafíos que implica.
En su más reciente seminario, denominado “50 años formando educadoras de párvulos PUCV”, Marcela Jarpa, directora de la Escuela de Pedagogía PUCV, definió que “nuestra Escuela debe tener el foco puesto en cómo debemos formar a un profesor integral, que no solo moviliza aprendizajes en clase, sino que es alguien capaz de potenciar a los estudiantes”.
Por su parte, la jefa de la carrera de Educación Parvularia, Carola Aravena, afirmó que, como carrera, “hemos contribuido a que en el país se reconozca y profesionalice la educación de la primera infancia”. Por ello, según señaló la académica, este aniversario representó la necesidad de “parar, mirar hacia atrás y revisar todo lo que hemos avanzado, reconociendo el impacto que hemos tenido en el mundo de la educación infantil”.
“Un elemento que fue relegado a un segundo plano ha sido el trabajo con las familias”, reflexionó también Marcela Jarpa. “Quizá los niveles de violencia que hemos visto después de la pandemia se deben a que se ha dejado de formar a las familias para el trabajo conjunto con las escuelas”, agregó.
“Creo que ése es un desafío que tenemos hoy como Escuela: cómo formamos a los profesores para que integren a la familia en el proceso de aprendizaje y no como un actor periférico, sino como uno relevante”, concluyó la directora de EPE PUCV.
Por Macarena Rojas
Dirección General de Vinculación con el Medio