18.11.2016
El único en su tipo en Chile y Latinoamérica, pionero en el mundo, y el proyecto de infraestructura más importante que ha tenido el país, por sus desafíos, niveles de ingeniería, diseño, construcción y relevancia. La construcción del Puente Chacao, que conectará a la Isla Grande de Chiloé con el resto del continente, y que recientemente fue premiado por ser el mejor diseño ingenieril del mundo, ha contado con la importante colaboración de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso a través de la Escuela de Ingeniería en Construcción.
La principal característica de este puente colgante es tener dos vanos y tres pilas que lo sostienen. Su longitud total será de 2,5 kilómetros con dos vanos de 1,1 kilómetro. Se trata, entonces, del puente colgante multivano más grande del orbe.
Pero la dificultad del proyecto no ha radicado solo en la longitud de su vano. La construcción de esta gran obra de infraestructura está emplazada en la zona geográfica cercana al lugar donde ocurrió el terremoto más grande del que se tenga registro (Valdivia), con corrientes cercanas a los 8 nudos, y vientos que son muy complicados para proyectos de estas características, que son flexibles y con mucho movimiento.
¿CÓMO SE HA CONCRETADO LA PARTICIPACIÓN DE LA PUCV EN EL PROYECTO?
La Católica de Valparaíso se ha involucrado en el proyecto mediante un convenio entre la Escuela de Ingeniería en Construcción y la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas en las líneas de investigación, transferencia tecnológica, innovación y prácticas profesionales. Hasta el momento, además de prácticas y visitas de estudiantes, se han desarrollado en torno a la obra 5 tesis de pregrado, una de postgrado, una publicación en revistas indexadas, dos conferencias internacionales y dos publicaciones en congresos nacionales.
Además, el director de la Escuela, Álvaro Peña Fritz, ha apoyado la revisión y supervisión técnica de los aspectos geotécnicos y de fundación del proyecto. “Hemos hecho aportes importantes en las condiciones de apoyo de las fundaciones, hemos trabajado en la caracterización de los ensayos que se han realizado, y aportado con información para posibles mejoras del proyecto para garantizar su durabilidad y calidad de la obra”, explica.
No son pocos los desafíos de infraestructura que el país tiene para el futuro, como la construcción de la carretera hacia el norte, la ampliación de los puertos y los Túneles de Agua Negra y las Leñas, que unirán Chile y Argentina. Por ello es que se vuelve necesario contar con profesionales que estén a la altura de esas demandas.
“Nuestra Escuela en sus distintos programas trata de dar respuestas a estos desafíos. Somos la Escuela de mayor acreditación y vinculación con el medio entre nuestros pares y siempre hemos sido pioneros en desarrollos y colaboraciones con el sector productivo. El saber que se cultiva en las instituciones debe tener un trasfondo y una aplicación mucho más directa y de corto plazo, más que quedarse solamente en las ideas y que éstas solamente sean recogidas en un documento o revista científica. La verdadera vinculación que tenemos que hacer es enfocándonos a la investigación aplicada. Y el paso previo a eso es la investigación científica”, concluye el académico.
Por Nicolás Jara
Dirección General de Vinculación con el Medio