Posicionar a Chile como referente del goalball en los próximos Juegos Panamericanos Santiago 2023 es una de las metas que Josué Carvajal Miranda se propuso junto al equipo de la selección nacional de la disciplina paralímpica creada para personas ciegas y con discapacidad visual.
El juego se basa principalmente en el sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota en la cancha, la cual lleva cascabeles en su interior y pesa 1 kilo y 250 gramos. Asimismo, a través del tacto los jugadores detectan las líneas demarcatorias con relieves que resaltan el campo y las posiciones de los seis competidores (tres por equipo), quienes deben utilizar antiparras para bloquear totalmente su visión.
Josué Carvajal, oriundo y residente de Valparaíso, se convirtió en jugador de goalball a raíz de un diagnóstico médico que cambiaría el curso de sus prioridades a los 18 años: estaba en cuarto medio y un oculista detectó que padecía retinitis, una enfermedad que degenera las células de la retina y causa una ceguera paulatina a través del tiempo.
Desde el año 2016 que el estudiante de tercer año de Trabajo Social de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso forma parte del equipo local “Gladiadores”, con el que entrena semanalmente en el polideportivo de Villa Alemana, y a partir del 2019 integra la selección nacional que el próximo mes representará al país en los Juegos Parapanamericanos a realizarse en nuestro país.
“Hace cuatro años que soy parte de la selección nacional de goalball. Todos los meses nos juntamos un fin de semana completo para entrenar en Santiago y ahora, en la previa, tenemos una serie de concentraciones más seguidas. En octubre viajaremos a Sao Paulo, Brasil, para concentrarnos con el equipo campeón de allá, lo que nos servirá para nivelarnos. Ellos vienen a los Panamericanos y son los primeros del mundo, además que la mayoría de los seleccionados están en ese equipo”, dijo el atleta.
Josué y el equipo esperan debutar con el apoyo del público en los Panamericanos 2023, con la proyección de generar mejores condiciones para las futuras generaciones de deportistas chilenos.
“Siento que el equipo se encuentra mucho más afiatado, estamos los seis muy bien anímicamente y queremos ganar. Somos locales y esperamos que haya mucha gente apoyándonos y esperamos devolverles la mano ganando alguna medalla”, señaló el porteño.
“Queremos preparar el camino para los que vengan más adelante. En lo deportivo, creo que a Chile le faltan instalaciones que estén preparadas para todas las disciplinas. Ahora, gracias a los Panamericanos tendremos el recinto paralímpico exclusivo para personas con discapacidad que estábamos esperando hace rato, eso nos va a dejar bien posicionados en Latinoamérica. Por otro lado, el aporte económico es muy importante, pero deberíamos cambiar la lógica de ganar algo para que te aporten”, reflexionó Josué.
Un tiempo antes de ser diagnosticado con retinitis, Josué se había independizado y dejado la casa de su familia. En ese escenario, él se tuvo a sí mismo en una nueva etapa de vida de autoconocimiento y de desafíos, encontrando contención en sus amigos hasta el día de hoy.
“Estaba en una etapa en la que no tenía opción de echarme a morir. Primero, tuve que hacer todos los trámites para ingresar al sistema médico y me puse a investigar qué podía hacer, pensaba en qué iba a ser de mí. No tenía idea de que iba a descubrir una infinidad de cosas, como que existen computadores y celulares adaptados para personas ciegas. Cuando entré a goalball, conocí a personas maravillosas que estaban estudiando y otras trabajando. Al verlos salí adelante”, indicó el deportista, que inició estudios de masoterapia para trabajar como masajista mientras su trayectoria en el deporte iba en ascenso. De eso, han pasado siete años y hoy disfruta de estar próximo de representar a Chile en los Juegos Parapanamericanos mientras cursa la carrera que quiere ejercer por vocación para orientar a la población joven.
Por Camila Rojas
Dirección de Comunicación Estratégica