La comprensión de materias científicas representa un desafío tanto para profesores y estudiantes. En ese sentido, la neurociencia se destaca como un campo multidisciplinario que exige conocimientos generales para comprender sus conceptos con mayor profundidad. En el caso de los alumnos y alumnas de Educación Especial, la mayoría proviene de una formación humanista y la integración de herramientas de Inteligencia Artificial (IA) en la enseñanza podría mejorar los resultados de su aprendizaje.
Al respecto, la Escuela de Pedagogía se adjudicó este año el proyecto de la Vicerrectoría Académica titulado “Inteligencia Artificial como un ayudante para enriquecer el pensamiento crítico de los estudiantes en un ramo de neurociencias de primer año”, iniciativa que es liderada por la académica Sandra Catalán en conjunto con el profesor Juan Ahumada.
“La idea es intencionar el uso de la IA para la búsqueda y análisis de información y contenido asociado a temas de neurociencia. Queremos implementar el uso de IA para que justamente los estudiantes puedan buscar información y generar el proceso de retroalimentación, pero constatando que la información sea verídica. El Chat GPT no da fuentes de referencia, entonces existe mucha información que no necesariamente es cierta o tiene un sustento teórico y empírico”, advirtió la académica.
El objetivo de utilizar este tipo de plataformas es que los futuros profesores y profesoras puedan contrastar el saber con otras herramientas tecnológicas que les permita indagar en fuentes de referencia bibliográfica como son Microsoft Bing o Humata IA que, además de dar respuestas, entregan fuentes de origen de la información. “Esta información, luego, debe ser relacionada con lo analizado en clases y con las fuentes de referencia que proporcione el docente, en este caso, el profesor Juan Ahumada”, complementó.
“En primer año tenemos cursos numerosos, con más de 60 estudiantes y la retroalimentación que necesitan a veces es compleja. Nos estamos apoyando en el uso de la IA para mejorar este proceso. La idea es que ellos en las clases a partir de ciertas preguntas inductoras puedan complementar la información obtenida con Chat GPT y contrastar luego con otras fuentes. A partir de este proceso de trabajo grupal puedan clase a clase ir respondiendo preguntas para dar cuenta de ese avance”, añadió la profesora Catalán.
IA COMO UNA OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE
Cada año, los académicos y académicas de la PUCV se han percatado que los estudiantes ocupan más las tecnologías. Por lo mismo, el objetivo de implementar esta asignatura es que se acompañe a los estudiantes para favorecer un uso educativo de estas herramientas. “Lo mismo pasa con el celular y las redes sociales, existen otros usos que pueden ser más positivos y formativos. La idea no es estar en contra de la tecnología, sino que hacerla aliada de nuestro trabajo académico, pero siempre guiando el proceso para que ellos sean capaces de identificar información real v/s información falsa que no tiene sustentos teóricos o empíricos”, precisó.
La iniciativa está pensada para comenzar a aplicarse en 2024 para alumnos de primer año y durante este segundo semestre se efectuarán una serie de modificaciones respectivas al syllabus, incorporando nuevas estrategias de aprendizaje. En el camino puede que surjan inteligencias artificiales más efectivas, pero la idea es que se mantenga este trabajo considerando a los estudiantes, el profesor como mediador y los recursos, no solo los tradicionales textos, sino que también la IA o el uso de las tecnologías.
AVANCES EN NEUROCIENCIA
La académica explicó que es muy importante que los estudiantes de Educación Especial conozcan del desarrollo neurobiológico porque en su desempeño profesional apoyarán el proceso de aprendizaje de estudiantes en dos áreas; aquellos que presentan dificultades de aprendizaje y quienes presentan discapacidad intelectual. “Estas condiciones tienen un sustrato neurobiológico relevante. Si los estudiantes no son capaces de acceder a este conocimiento, reflexionar y entenderlo, será muy difícil seleccionar estrategias metodológicas que puedan responder a las necesidades específicas que ellos y ellas presentan, como tampoco mediar para generar modificaciones en el contexto que propicien su aprendizaje”, expresó la profesora
Una persona con dificultades para acceder a la lectura presenta una forma distinta de conceptualizar la realidad y los significados respecto de otro estudiante que pueda presentar dificultades en el área de la matemática, entonces no es posible aplicar estrategias homólogas. La educación especial no es un apoyo pedagógico, sino que su aporte está en proporcionar los apoyos específicos de acuerdo con las condiciones de aprendizaje de cada persona y esto se relaciona directamente con la forma en que el cerebro procesa la información de una forma singular.
“El Chat GPT lo usan los estudiantes, pero no conocen otras herramientas como el Chat PDF y Microsoft Bing. Lo ocupan como un diccionario y dan por cierto que la información encontrada es verídica y exacta. El salto al análisis reflexivo de lo que se pudiera obtener como conocimiento es más difícil y debe ser intencionado y mediado desde la formación académica. El Chat GPT surge como una tremenda oportunidad y una buena herramienta al servicio del aprendizaje y la enseñanza, pero, se hace necesario generar la oportunidad para que los estudiantes se den cuenta que ese conocimiento no es único y que deben considerar varios factores antes de decidir su pertinencia”, añadió.
Una de las metas del uso de estas tecnologías es que los y las estudiantes propicien su pensamiento crítico, su capacidad de búsqueda e investigación y que sean capaces de tomar decisiones fundamentadas y no a partir de una información que es inmediata y no les permite situarse desde un razonamiento fundado, habilidad que debe desarrollar el futuro profesor y profesora de Educación Especial.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Estratégica