30.05.2018
La Antártica es el continente que guarda la mayor reserva de agua del planeta y presenta el récord de ser el más ventoso, superando en ocasiones los 300 kilómetros por hora sumado a que es el continente más austral existente. A pesar de sus dificultades desarrollar investigación en el Continente Blanco sigue llamando la atención mundial. Científicos de distintos países son los que llegan anualmente, incluyendo en este grupo a varios académicos de nuestra Universidad.
Chile es el país que está más cerca de la Antártica y posee asentamientos civiles y militares en el Territorio Chileno Antártico. El único asentamiento humano permanente es chileno y se ubica en la Villa Las Estrellas donde en verano residen alrededor de 100 personas. Cuenta con un supermercado, colegio con enseñanza básica y un pequeño hospital.
El presidente de la Liga Marítima de Chile y actual alumno del Bachiller Canónico en Teología de la PUCV, Miguel Ángel Vergara, quien conoce personalmente el Territorio Chileno Antártico, lamenta que no exista conciencia entre la población chilena de la importancia que tiene la Antártica para nuestro país y se requiere realizar una serie de obras de infraestructura para potenciar el posicionamiento de Chile en la zona más austral del mundo.
“Falta crear conciencia de la importancia de la Antártica en la población. El Tratado Antártico ha funcionado bien, pero hay que proyectarse a futuro en caso de que deje de operar. Chile tiene derechos históricos, jurídicos y geográficos allí. Hay que avanzar cómo se ha estado haciendo, pero con más fuerza. Nos faltan más sitios de atraque para buques grandes en Punta Arenas y se requiere un terminal para acoger a los pasajeros en Puerto Williams”, reflexiona.
INVESTIGANDO ESPECIES ÚNICAS
El Profesor Emérito de la PUCV, Patricio Arana, ha realizado investigación allí desde 1998 donde estuvo por 45 días siguiendo al Bacalao de Profundidad. Luego, en 2016, realizó un segundo viaje por 25 días con expertos alemanes para estudiar al Pez Hielo (Icefish) y en enero de 2017 volvió a ir al Continente Blanco por 23 días con el objetivo de analizar la presencia del Krill junto a expertos alemanes, españoles, italianos y norteamericanos.
“La PUCV ha estado presente en el análisis de peces y crustáceos, como también en el área de la investigación marina. Estamos liderando el trabajo en el mar en la zona austral, somos los únicos. Hay una gran participación en la Antártica, a lo largo de los últimos años”, precisa el académico de la Escuela de Ciencias del Mar.
¿Por qué es tan importante investigar en la Antártica? “Todas las especies que hay allí, tanto vegetales como terrestres y la fauna marina son únicas, no están en otro lado del planeta. Los lobos, pingüinos, aves marinas, peces y otros son de allí. Hay un interés científico por lo exclusivo y por la dificultad para llegar. Son recursos complejos de investigar, pues son diferentes”, complementa Arana.
EL MAPA DE LA CORROSIÓN MÁS AUSTRAL
La profesora Rosa Vera del Instituto de Química es otra de las expertas de la PUCV que ha efectuado investigación en el Continente Blanco, quien con aportes de Innova-Corfo comenzó el proyecto de instalar 22 estaciones de monitoreo para medir los efectos de la corrosión en acero, cobre, aluminio y acero galvanizado a lo largo y ancho de Chile. En el camino, se fueron agregando otras hasta llegar a 31 y una de ellas se ubicó en 2010 precisamente en la Antártica.
Desde el punto de vista de la investigación, los expertos de la Universidad pudieron clasificar la agresividad del ambiente en los metales entre 2010 y 2013. “Nadie pensaba que era tan activa la corrosión y sacamos datos de los productos que se generaban, muy distintos a los que hay en el resto del país”, indica.
El equipo de investigadores del Laboratorio de Corrosión de la PUCV postuló a un segundo proyecto Innova Corfo para evaluar el impacto en las pinturas sobre acero al carbono en las zonas más agresivas. “Elegimos la Antártica y se aceptó como una continuidad del anterior. La iniciativa continuó desde marzo de 2014 y después fuimos nuevamente a sacar muestras. En total, estuvimos ocho años en la Antártica”.
MOLÉCULAS ANTIMICROBIANAS ANTÁRTICAS
El Dr. Jorge Olivares del Instituto de Biología de la PUCV ha desarrollado desde 2011 investigación aplicada para caracterizar a un grupo de bacterias pseudomonas que fueron aisladas en la Antártica. La iniciativa que recibió aportes de Corfo, INACH y de la Dirección de Investigación de la Católica de Valparaíso, pretende buscar nuevas moléculas antimicrobianas obtenidas de bacterias presentes en ambientes extremos.
Una de las investigaciones que han publicado plantea la existencia de un grupo completamente nuevo de bacterias pseudomonas que habitan en la Antártica y las han caracterizado como un subgrupo, pues se ubican sólo allí. Todavía queda un potencial enorme para su estudio.
“Una de ellas es una excelente productora de sustancias antimicrobianas. Sabemos que en la actualidad vivimos una crisis fundamental con los antibióticos en términos de la resistencia de los microbios. En las pruebas que hemos realizado en el laboratorio, la producción de estas sustancias atacan fundamentalmente a patógenos de importancia humana como Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumanii que son un problema mundial para la salud”, plantea el Dr. Olivares.
El equipo de investigadores posee un banco de bacterias que se aislaron en la Antártica. Estas fueron clasificadas y además descubrieron tres nuevas especies bacterianas del género pseudomonas que han sido publicadas en revistas científicas. Además, han encontrado otras propiedades biotecnológicas de las bacterias como buenas productoras de polímeros.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio