09.03.2020
El académico y ex alumno de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, quien fue ex ministro de Medio Ambiente con la Presidenta Michelle Bachelet, Marcelo Mena, repasó parte de su historia, desde que vino por primera vez a la Universidad y se refirió a la creación del nuevo Centro de Acción Climática de nuestra Casa de Estudios, que presidirá próximamente.
DE LA PUCV AL CENTRO DE ACCIÓN CLIMÁTICA
¿Qué recuerdos guarda de su paso por la PUCV?
"Al volver acá rápidamente me acordé de ese caminar constante entre la Facultad de Ingeniería y la Casa Central. Todavía recuerdo la primera vez que tuve conciencia de que había una institución que se llamaba 'Católica de Valparaíso', porque mi papá -Jaime Mena- me llevaba a clases. En el fondo eso ha estado muy presente en mi vida. Siempre tuve la intención de seguir el camino académico de mi papá, que es profesor de la Católica de Valparaíso, donde estudió su pregrado y luego realizó su Doctorado en Iowa, Estados Unidos".
"Lo que me gusta de la Universidad es que tiene una tremenda capacidad, la cual no todo Chile sabe que tiene porque está en región. Por tanto, para mí va a ser muy interesante ayudar a divulgar la labor tremenda que hace la PUCV al servicio del país".
Sobre eso, ¿qué desafíos se abordarán a partir de este nuevo centro que va a liderar acá en la Universidad? (Centro de Acción Climática)
"La acción climática requiere esfuerzo de todo sentido. Por ello no solamente debería haber un Centro de Acción Climática: cada carrera, sector y país tiene que empezar a pensar cómo resolver esta amenaza existencial que hay para las personas, su bienestar y para las actividades económicas que sustentan la vida de todos".
"Cuando tienes 30 años para reducir las emisiones del planeta a cero, no hay mucho tiempo de contemplación. En el centro debe tenerse una orientación pública neta: una vocación de influir en la toma de decisiones, iluminar el diálogo respecto de estos temas y, por supuesto, enseñarle a la gente qué es lo que puede hacer para, por sí mismos, ser parte de la solución climática y no parte del problema".
También el cambio climático es muy importante para la PUCV, por ser interdisciplinario. No se puede abordar desde una sola disciplina...
"Exactamente. Eso es lo que me gusta de la Católica de Valparaíso y por eso también tengo la intención de colaborar aquí. Todos sabemos lo que se dice a escala global, pero la respuesta que requieren las autoridades es la búsqueda de soluciones y estas vienen desde los distintos grupos académicos".
"Acá hay áreas potentes en todos los sectores: Agricultura, Ingeniería, Geografía, Química… Hay una multiplicidad de capacidades que nos permitirían dar una solución. En el fondo, queda ver cómo nos podemos ordenar para comenzar a responder las preguntas grandes que tiene el país y así también ir formando profesionales que estén preparados para esta temática, que nos va a tocar a todos por los próximos 30 años".
UNA CARRERA POR EL CAMBIO CLIMÁTICO
Respecto de su labor en el Ministerio de Medio Ambiente, ¿cuál fue la decisión más difícil que tuvo que adoptar siendo ministro?
"La creación de áreas protegidas marinas, parques marinos en particular (como Juan Fernández) fue lo más complejo, porque debes compatibilizar intereses distintos, todos válidos. Por ejemplo, si le dices a un área que no puede pescar, eso puede beneficiar a algunos pescadores y afectar a otros. Preguntarse cómo compatibilizar esto de privilegiar el bien común y la conservación de las especies en estos parques, pero al mismo tiempo considerar que hay escasez de recursos pesqueros".
"No logramos el 100% de la conservación que queríamos, pero cerca del 70% fue lo que fuimos capaces de conciliar. Pero fue una discusión bastante dura: uno no tiene la claridad de si tuvo la razón, al menos en lo de Juan Fernández".
¿Cómo fue trabajar en el Banco Mundial?
"Fui gerente de Investigación en Cambio Climático. Lo interesante ahí fue hacer ver a los nichos de hacienda las mismas problemáticas que nosotros veíamos como determinantes. Y poder visibilizar el riesgo que representa el cambio climático para el crecimiento de los países".
"Lo más importante que se logró ahí fue la política de adaptación climática del Banco Mundial, que todavía está vigente, más la creación de la Coalición de Ministros de Hacienda por la Acción Climática: juntamos 53 ministros de varios países, que administran cerca el 10% del PIB mundial en sus presupuestos nacionales. Ellos están trabajando en común para ver cómo regular el cambio climático a través de mejor gasto público, mejoras estructurales y finalmente mercados financieros, que reconozcan el valor del cambio climático para así fomentar las acciones que enfrente este flagelo".
¿Por qué cree que es tan importante cambiar o mejorar el sistema de evaluación ambiental en Chile?
"Hoy tenemos un problema de legitimidad. A partir del 18 de octubre mucha gente piensa que el desarrollo puede ser a costa de ellos y no necesariamente con ellos y en muchos desarrollos, como lo visto en las zonas de sacrificio, no se ven los beneficios para las personas que viven allí, afectadas por una actividad económica en particular".
"Este problema es necesario de resolver, pero no se hará quitando instancias de participación ciudadana. Estas deben mejorar, para que la gente entienda y decida mejor los proyectos y, además, se sientan beneficiados por estos. Es un tema de justicia medioambiental".
"Creo que se debe reformar este sistema nacional en parte medioambiental, pero no necesariamente para tramitar proyectos más rápido. Sino para darles la legitimidad a estos y, una vez aprobados, se ejecuten porque fueron capaces de resolver las dudas de la comunidad".
Por Macarena Rojas/Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio