La académica del Instituto de Biología de nuestra universidad, Paulina Schmitt, ha abordado desafíos clave en la acuicultura mediante el estudio de la respuesta inmune de invertebrados marinos, con un particular enfoque en el ostión del norte y colaborando tanto con colegas nacionales e internacionales, como con comunidades locales para comprender mejor las complejas interacciones entre este molusco bivalvo, los microorganismos y el medioambiente marino.
El cultivo de ostión se concentra principalmente en las localidades costeras de Antofagasta y Tongoy, siendo esta última, ubicada en la Región de Coquimbo, la mayor productora en nuestro país y pilar económico relevante en la zona, abarcando “cerca del 90% de la producción nacional”, según indicó la profesora Schmitt.
Una de las principales preocupaciones en la cría de estos moluscos radica en la alta mortalidad durante su fase larval, causada por una variedad de factores como la disponibilidad de alimento, cambios en la temperatura y concentración de oxígeno en el agua, así como la aparición de bacterias patógenas del género Vibrio, considerados como estresores ambientales. Es en dicho escenario que la académica busca comprender las bases moleculares de la respuesta inmune de estos organismos, identificando posibles mecanismos de resistencia natural a enfermedades y estresores ambientales.
La investigadora no sólo aborda la respuesta inmune del ostión, sino que también explora la compleja interacción entre el animal y su microbiota, considerando “que estudiar a los organismos desde el concepto biológico de 'holobionte' -organismo formado por un hospedador y sus microorganismos simbióticos asociados- es fundamental para comprender la salud y la resistencia de los ostiones a enfermedades y estrés ambiental”.
Schmitt planteó que también se “busca identificar aquellas bacterias que proporcionan beneficios a los ostiones contra agentes externos y analizar cómo las comunidades microbianas asociadas a ellos podrían ser indicadores de animales más robustos”. Asimismo, explicó que tiene por objetivo conocer cómo el crecimiento de éstos puede estar relacionado con las comunidades microbianas, reconociendo que “no sólo es crucial el sistema inmune, sino también la interacción y el diálogo que se establece entre el animal y su microbiota”.
La académica enfatizó que la idea central de la investigación es “desarrollar una acuicultura más sostenible, reduciendo el uso de antibióticos y fortaleciendo la resistencia natural de los organismos marinos”, buscando generar herramientas y conocimientos que puedan ser aplicados por la industria acuícola en la mejora de sus prácticas.
Por Miguel Gasson
Facultad de Ciencias