14.03.2018
“En los territorios australes del continente surgió a principios del siglo XVI la creencia en una ciudad perdida, poblada por hombres blancos y poseedora de fantásticas riquezas. A este lugar oculto los españoles le llamaron la Ciudad de los Césares, y a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, los indígenas esporádicamente contactados daban alguna noticia sobre ella”, informó la doctora Ximena Urbina, académica del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
La profesora se adjudicó este año el proyecto Fondecyt Regular titulado “La creencia en la ciudad de los Césares en América colonial: noticias de indígenas y circulación de la información, siglos XVI-XVIII”.
La investigadora señaló que la creencia en este lugar no puede entenderse solo como la permanencia en el tiempo de una leyenda dorada de la época del Descubrimiento. “Para explicar esta creencia y su permanencia en el tiempo se deben considerar en ella hechos históricos identificables; circunstancias locales de aislamiento; un territorio austral no conquistado e inabarcable; indígenas no contactados aún; el interés holandés, francés e inglés por el estrecho de Magallanes; las declaraciones de indígenas sobre poblaciones fantásticas en el sur; la fascinación por el feroz estrecho de Magallanes, su supuesto oro y sus gigantes patagones; las leyendas medievales de reinos y ciudades perdidas esperando ser encontradas; y la ilusión que provoca saber si existen ciudades prósperas, de abundancia y felicidad que contrarresten las reales, pobres e inseguras”, explicó.
La académica mencionó que hubo períodos de latencia y ocasiones de reactivación de la creencia, según distintas circunstancias o momentos detonantes, que se explican por hechos reales, o supuestos, ocurridos en un territorio casi desconocido; por las noticias de indígenas sobre esas tierras; por el crédito que le dieron los jesuitas en sus documentos, libros y en el establecimiento de misiones; y por haber circulado la información acerca de los Césares hacia y desde España, Francia e Inglaterra, de lo que dan cuenta libros y mapas. “Todo ello configuró varias versiones de la ciudad que no se pueden comprender sin considerar las otras, y sin mirar la trayectoria de la creencia”, comentó.
Agregó que en esta investigación analiza la historicidad de la creencia, o “lo que la documentación existente en archivos nacionales y extranjeros, permite conocer sobre la Ciudad de los Césares. Esta creencia siempre ha sido estudiada desde Chile o Argentina, pero nunca se han relacionado ambos territorios o han sido abordados de manera equivalente. La documentación que más abunda sobre esta ciudad son los relatos de las expediciones en torno a su búsqueda. En este estudio se agregarán más referencias, las menciones escritas a la creencia, contenidas en documentación que no trata directamente del tema, y se considerarán los mapas que destacan su presencia”, puntualizó.
Asimismo, la profesora indicó que existen distintos relatos sobre la ubicación de esta ciudad. “En el siglo XVI se pensaba que estaba en el estrecho de Magallanes y luego en la zona de Tucumán (Argentina). También se la buscaba en el espacio del lago Nahuelhuapi al sur; en las inmediaciones de Osorno y en las islas del sur de Chiloé”, concluyó.
Por Natalia Cabrera V.
Instituto de Historia