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Académico de la Escuela de Educación Física expuso en Congreso sobre Deporte y Cristianismo en España

El profesor Rodrigo Lau realizó la conferencia titulada “A propósito del deporte y la actividad física. El Papa Francisco y la continuidad del trabajo de San Juan Pablo II, con especial atención al entrenador/educador”.

Martes 17 de enero de 2017

Académico de la Escuela de Educación Física expuso en Congreso sobre Deporte y Cristianismo en España - Foto 1
Académico de la Escuela de Educación Física expuso en Congreso sobre Deporte y Cristianismo en España - Foto 2

17.01.2017

El académico de la Escuela de Educación Física de la PUCV, Rodrigo Lau, expuso en el Congreso Internacional “Cuerpo y Espíritu: Deporte y Cristianismo en la Historia” realizado en la Universidad Católica de Murcia (España).

El profesor efectuó la conferencia titulada “A propósito del deporte y la actividad física. El Papa Francisco y la continuidad del trabajo de San Juan Pablo II, con especial atención al entrenador/educador”.

La actividad fue inaugurada por el Presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y reunió a destacados expertos de Estados Unidos, España, Canadá, Francia, Italia, Inglaterra, Polonia, Colombia y Chile.

El académico de EFI recordó que el Papa Juan Pablo II fue uno de los Pontífices que más se preocupó de vincular a la Iglesia con el deporte, considerando su experiencia como atleta y además planteaba que la actividad física era un terreno fecundo de evangelización.  

En ese mismo sentido, una de las iniciativas que orientan esa dirección fue su creación de la sección Iglesia y Deporte en el año 2004. “San Juan Pablo II es una de las figuras que se circunscriben en la huella dejada por San Pablo, lo fue muy fructífero para que hoy en el Vaticano se esté hablando de deporte”, complementó.

Lau agregó que los católicos pueden seguir una serie de valores que se aprecian en el deporte y que son similares a los que promueve la Iglesia, entre ellos el esfuerzo, la disciplina, la templanza y la humildad.

“Los que practicamos deporte siempre encontramos las virtudes de manera cercana: el esfuerzo físico tiene un valor aplicado para ser mejores frente a las debilidades físicas, la lucha frente a lo adverso. Jesús era un hombre templado, lo que también se aprecia en la vida de un deportista cuando tiene que prepararse para una competencia, ser austero para comer y constante para entrenar”, señaló.

EL ROL DEL ENTRENADOR

Al respecto, el profesor de la PUCV agregó que a lo largo del congreso se analizó cómo el cristianismo ha moderado en la historia del deporte. “San Pablo vio que había una instancia de evangelización en los primeros juegos que realizaban los griegos. Eso no ha cambiado mucho hasta el día de hoy. Los católicos tienen que presentarse como agentes de cambio. En las parroquias y en las pastorales deportivas deben ir a las periferias”, agregó.

Por su parte, Lau recordó que el Papa Francisco ha continuado este legado de acercar a la Iglesia con el mundo del deporte. “Son reconocibles los matices de sus impresiones sobre las enseñanzas y la formación, en la que él ve a la actividad física como un medio, como un camino válido para todo proyecto educativo y de evangelización. En ese sentido, el Papa Francisco ha usado un término de mucho alcance para la labor formativa del deporte. Él une dos dimensiones presentes en la práctica deportiva cuando nombra a los entrenadores educadores”.                                                                     

En esta misma línea, el Papa Francisco plantea que la influencia de un educador, especialmente para los jóvenes, depende más de lo que él es como persona y cómo vive, que de lo que dice. “¡Qué importante es que un entrenador sea ejemplo de integridad, coherencia, juicio justo, imparcialidad, así como de alegría de vivir, paciencia, capacidad de estima y benevolencia hacia todos, especialmente hacia los más desfavorecidos. Y cómo es importante que sea un ejemplo de fe. La fe, de hecho, siempre nos ayuda a elevar la mirada hacia Dios, para no absolutizar alguna de nuestras actividades, incluyendo la deportiva”.

Finalmente, el profesor hizo un llamado a que el entrenador de hoy no debe caer en el reduccionismo de la persona humana, una suerte de homo deportivus, es decir, que no vea únicamente al deportista como un corredor, un goleador o como la marca que logra.

“Hay temas éticos que se relacionan con la valoración de la dignidad humana. El Papa Francisco se ha referido a la verdad tecnológica aplicada al deporte, que no puede ser referente a cuánto me sirve el deporte, sino que estar centrada en la persona como un fin en sí mismo. En muchas ocasiones, la persona no es el fin en el deporte, es un medio para demostrar la potencia de un país, para demostrar que una institución es exitosa y no hay que olvidar la dignidad de esa persona”, concluyó.

Por Juan Paulo Roldán

Dirección General de Vinculación con el Medio