28.08.2019
Entre los días 12 y 17 de agosto se desarrolló en Salvador de Bahía (Brasil) el II Congreso Latinoamericano de Pastoral del Turismo, encuentro que cada vez cobra más importancia dentro del ámbito de la movilidad humana.
El académico de la Facultad de Teología de la PUCV, Dr. Gonzalo Bravo Álvarez, presentó una interesante experiencia de turismo comunitario en torno a la Parroquia La Matriz de Valparaíso, donde además es párroco.
Los fundamentos históricos, antropológicos, sociales, bíblicos, logísticos, políticos y comerciales fueron parte de las diversas exposiciones realizadas en el Congreso.
A partir de investigaciones recientes y experiencias de base comunitaria se analizó el presente del turismo religioso que ha tomado particular vigencia durante los últimos años.
Al respecto, el profesor Bravo reflexiona que el ser humano es un homo religiosus, que encuentra su sentido último en el intercambio con otras culturas a partir de su identidad y el Congreso dio a conocer interesantes experiencias del modo cómo se pueden ofrecer rutas completas de fe, sea dentro de un barrio, de una ciudad e, incluso, en áreas más grandes, tales como una ruta turística religiosa de más de mil kilómetros en Brasil.
“La importancia de la relación entre quienes puedan ofrecer productos comunitarios y los operadores turísticos fue analizada desde la trilogía; fe-poder-dinero. Si bien este último es lo que determina la diferencia entre turismo y acogida, no es menos cierto que la mera recompensa económica de un servicio turístico puede generar una dinámica que, eventualmente, podría paralizar ofrecimientos turísticos en donde la fe sea un elemento determinante”, explicó el académico.
En el II Congreso también se mostró el rol protagónico que pueden tener las universidades, desde la investigación, el pregrado, la dinámica A+S y los emprendimientos “start up” en el fortalecimiento de las ofertas turísticas con sentido y en la creación de protocolos para velar que haya un trato digno en quienes trabajan en esta importante industria y las personas que viven en los lugares visitados, especialmente mujeres, niños, niñas y adolescentes.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Facultad Eclesiástica de Teología