La alumni de nuestra casa de estudios y Magíster en Lingüística Aplicada, Ninoska Godoy, es un claro ejemplo de cómo la educación y el activismo pueden entrelazarse para promover la inclusión y la accesibilidad en la sociedad: ha dedicado su vida a abogar por los derechos de las personas con discapacidad, desde que se unió a la agrupación Abriendo Puertas en 2010, casi siendo miembro de la primera generación de esta agrupación.
"Abriendo Puertas me brindó un apoyo fundamental para mi formación, enseñándome lo que es ser activista", comentó al referirse a su participación en la agrupación autoconvocada por y para estudiantes con discapacidad, bajo el alero del Programa PUCV Inclusiva. "Al conocer a otros compañeros con condiciones diversas de discapacidad, pude abrir mi espectro, salir de la burbuja de la casa y empezar a socializar, a normalizar la discapacidad".
Para ella, la clave no es sólo normalizar la discapacidad, sino más bien naturalizarla. "Mi deber como activista, actualmente, es naturalizar la discapacidad, ponerla sobre la mesa, especialmente en un contexto de educación superior (…) Hablar de accesibilidad, no sólo de inclusión, es fundamental. Se trata de entregar las herramientas para que cada persona pueda elegir libremente lo que quiera ser, sin ningún impedimento", subrayó.
“El apoyo durante la educación superior es vital, porque es el tránsito a la vida profesional y a la vida independiente. La universidad es una burbuja que permite desarrollar herramientas y estrategias que serán esenciales para el futuro", explicó la investigadora.
Como docente y activista, Ninoska Godoy ha trabajado incansablemente para que las adaptaciones necesarias sean vistas como parte natural del proceso educativo. "Como en Europa, donde las adaptaciones ya son ley, mi sueño es que en nuestro contexto estas adaptaciones sean normales y naturales, no una excepción".
Su visión sobre la accesibilidad universal es clara y está bien definida: "El medio es lo que me vuelve discapacitada, no mi condición per se. No es que yo deba adaptarme al medio, sino que el medio debe adaptarse a mí".
A través del tiempo, la alumni ha advertido un significativo progreso hacia la inclusión en la Universidad. "Desde que PUCV Inclusiva nació como proyecto en 2008-2009, ver su crecimiento es satisfactorio. La semilla que pusimos al principio germinó y cayó en buena tierra. Para la Universidad, la discapacidad ya no es una excepción, ya es parte de su política interna", reflexionó.
Por Vanessa López
Dirección de Inclusión