20.03.2020
El coronavirus es el gran tema a nivel mundial en el área de la salud, sobre todo por la velocidad que ha mostrado para expandirse. El virus SARSCoV2 y la enfermedad que provoca COVID-19, tiene un promedio de contagio superior a dos personas, lo que lo ubica por sobre la gripe común que tiene un promedio de 1,3 personas. El promedio del SARSCoV2, es el doble del que tuvo en su momento la gripe H1N1, por lo que se estima, que su propagación será mayor y se entiende porque la OMS habla de una posible pandemia.
Sin embargo, los primeros datos sugieren que este virus es menos peligroso en términos de mortalidad que otros virus más conocidos como el ébola, la viruela o alguna de las pandemias anteriores de la influenza. Sin embargo, es importante que las autoridades hayan reaccionado oportunamente, porque al ser un virus nuevo, nadie cuenta con el conocimiento para saber cómo se comportaría. Además, siempre existen grupos de riesgo que deben tener especial cuidado, como los adultos mayores o personas inmunodeprimidas, donde las tasas de mortalidad tienden a ser mayores.
De hecho, el porcentaje estimado de mortalidad por la enfermedad no supera el 2% o 3%, lo que la ubica por debajo de la tasa de mortalidad del virus SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) del 2003. De todas formas, se debe tener en cuenta que, en los grupos de mayor riesgo como adultos mayores y personas inmunodeprimidas, se debe tener especial atención, ya que al menos en China, las estadísticas señalan que la tasa de mortalidad aumenta.
La propagación de esta nueva cepa, es muy parecida a la de la gripe y es principalmente a través de microgotas que salen de una persona infectada a través de la tos, estornudos o simplemente al hablar. Estas microgotas podrían caer directamente en la boca, nariz u ojos de una persona sanas e infectarlas, aunque también podría caer en superficies, donde una persona sana podría tocarlas y luego llevarse las manos a la cara junto al virus.
La incubación de un virus es el tiempo que transcurre entre el momento de la infección y la aparición de los primeros síntomas. Los primeros datos indican que la incubación del COVID-19, estaría entre 1 y 14 días. Hasta el momento no se ha desarrollado ningún tratamiento antiviral para hacer frente al COVID-19, y en este sentido es importante recalcar que los antibióticos no sirven para tratar infecciones virales. Por otro lado, las personas que presentan casos graves de COVID-19, deben ser hospitalizadas para recibir medidas de apoyo.
La principal medida de precaución es la higiene, mantener limpias las manos y lavarlas con jabón frecuentemente, usar pañuelos desechables o usar el antebrazo para toser. Si usted presenta los síntomas asociados a la gripe, como fiebre alta o tos, debe comunicarse con los servicios de salud correspondientes.
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