Una de las principales diferencias que distingue a este treadmill de los convencionales es su capacidad de inclinación de hasta un 25%, permitiendo simular carreras en cuesta arriba. Además, puede alcanzar velocidades de hasta 25 km/h, lo que es ideal para evaluar a deportistas. Sumado a esto, el dispositivo se puede usar en distintos protocolos de caminata o de ejercicios más suaves, permitiendo su uso en adultos mayores y personas con comorbilidades.
El treadmill está conectado a un sistema de evaluación de consumo de oxígeno (CORTEX Metalizer), que detecta los valores tanto de dióxido de carbono como de oxígeno para determinar la condición física a partir de la necesidad de oxígeno del tejido muscular. Este sistema se vincula a un software que proporciona información en tiempo real sobre la condición física del usuario con un método Gold Standard. Así, se puede controlar a distancia la velocidad, la inclinación, los tiempos de descanso y la intensidad de los protocolos de ejercicio, permitiendo realizar estudios experimentales (clinical trials) y evaluaciones de condición física de manera objetiva.
El director y académico de la Escuela de Educación Física, Fernando Rodríguez, comentó que la función de esta trotadora de alto standard es realizar investigación de dos maneras. Una es asociada a la línea de investigación de Sport Science, donde se valora el rendimiento físico máximo de un deportista, y la otra es establecer protocolos de ejercicio para personas con menor condición física y comorbilidades con un enfoque de salud, como aquellos con obesidad, sobrepeso, diabetes o adultos mayores. “Estos protocolos de estudios clínicos permiten probar ejercicios e intensidades definidos a través de estos softwares de evaluación, disminuyendo al máximo el nivel de error”, señaló.
Rodríguez destacó el apoyo entregado por la VINCI e indicó que "me parece genial. Las vicerrectorías no suelen apoyar este tipo de iniciativas en nuestra universidad, generalmente sugieren que adjudiquemos proyectos externos. Pero este tipo de iniciativas nos alientan, especialmente porque no tenemos financiamiento para la compra de instrumentos menores en fondos nacionales. La inversión de la VINCI fue clave, ya que nos ayuda seguir y a mejorar en calidad".
Por Antonia Pizarro
Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación