En la nueva sesión del Seminario Permanente “50 años del Golpe Estado en Chile: Miradas y Reflexiones” del Instituto de Historia se realizó un completo análisis de este momento considerando elementos del cine y la televisión.
El encuentro contó con la participación de Carolina Amaral de Aguiar, investigadora que estudia el vínculo entre la cinematografía y la política, quien además participó en la sesión anterior.
Además, estuvo el académico Rodrigo Moreno del Canto, periodista de la PUC, quien participó en la elaboración de material audiovisual de contrainformación durante la dictadura.
En este contexto, relató parte de la vivencia con la experiencia de Teleanálisis que fue una suerte de noticiero o revista audiovisual clandestina en los 80. “Tuvo la particularidad de ser un registro informativo de la época en formato informativo, pero también con dimensiones culturales y artísticas. Fueron más de 250 piezas audiovisuales las que se editaban en números, siendo 47 ediciones en total”.
“Estamos hablando de cerca de 40 horas de material de esa época, cubriendo lo que pasaba en Chile, fundamentalmente lo que no se informaba en televisión. Mi presentación contempló una perspectiva más testimonial, como se vivió desde adentro”, agregó.
Por su parte, Carolina Amaral de Aguiar habló desde su experiencia en Brasil estudiando e investigando los distintos registros del golpe de Estado y expresó que “mucha gente vino a Chile: investigadores, políticos, cineastas y fotógrafos. El golpe ha sido un trauma mundial, veo a muchos investigadores que están trabajando en esto y creo que hay muchos temas que todavía no han sido muy investigados, fuentes nuevas que se pueden explorar, la investigación histórica no está terminada”.
“Creo que es un momento delicado, pero también muy importante, cuando todavía se discute el legado de la dictadura y cómo sigue afectando a la vida de los chilenos, por ejemplo, con la constitución. Sé que es un tema muy presente en la historia chilena, pero creo que todavía hay espacios para debatir, pensar y que quizás pueden ayudarnos a reforzar valores democráticos”, finalizó la investigadora.
Por Fernanda Ibacache
Instituto de Historia
