
La Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso fue el escenario de la Ceremonia de Reconocimiento a Mentores y Mentoras Destacadas, una actividad organizada por la Unidad de Formación Inicial Docente (UFID) que reunió a académicos, coordinadores de práctica, familiares y representantes de diversas carreras de pedagogía.
Durante el encuentro, desarrollado en el marco de la conmemoración del Día del Profesor y la Profesora, se destacó la labor fundamental que cumplen los mentores en la formación inicial docente, quienes desde los establecimientos educacionales orientan, acompañan y comparten sus experiencias con estudiantes de pedagogía durante sus prácticas profesionales.
La ceremonia fue encabezada por Roxana Jara, jefa de la Unidad de Formación Inicial Docente, junto a Jessica Medina, jefa de carrera de Prosecución de Estudios de Profesor en Educación Media, entre otros representantes de las carreras de pedagogía. Asimismo, el arte y la cultura también se hicieron presentes con una intervención musical a cargo del violinista Ariel González, alumni PUCV e integrante del grupo Belstrings.
Un pilar en la formación de nuevos docentes
El momento central de la jornada fue la entrega de reconocimientos a los 20 mentores y mentoras destacadas de 2025, profesionales de distintas áreas y niveles educativos que fueron distinguidos por su compromiso, dedicación y contribución al proceso formativo de los futuros profesores y profesoras.

En representación de los homenajeados, la profesora Anita Vidal, del Colegio Cardenal Raúl Silva Henríquez de Viña del Mar, compartió un mensaje de profundo sentido pedagógico, reflexionando sobre el significado de ser mentora.
“Es en esencia acompañar. Caminamos al lado de un futuro o una futura colega, escuchando sus inquietudes, compartiendo no solo logros, sino también aprendizajes y recordándoles con nuestra propia experiencia y trayectoria que su potencial es más grande de lo que imaginan en este momento. Nuestra labor es ser guías y puentes”, expresó.
Por su parte, Roxana Jara, subrayó que la mentoría representa uno de los pilares del modelo formativo de la Universidad: “Ser mentor o mentora es un acto profundamente generoso. Supone abrir las puertas del aula, compartir la experiencia, ofrecer tiempo y orientación, pero sobre todo implica confiar en el potencial de las nuevas generaciones de profesores”. Además, agradeció a la red de colegios que forman parte de este programa, destacando que cada establecimiento y sus mentores y mentoras contribuyen de manera decisiva a la misión formativa de la PUCV. “Son parte esencial de nuestra comunidad educativa, que comparte un propósito común: formar profesores con identidad, reflexivos y con compromiso ético”, subrayó.
Testimonios de las mentoras y mentores distinguidos
Para Anita Navarrete, profesora del Liceo José Cortés Brown y alumni PUCV, ser mentora ha significado una experiencia muy enriquecedora, que le ha permitido aprender y mejorar sus procesos pedagógicos. Emocionada por la distinción, comentó: “Es un reconocimiento al trabajo que hacemos, el que se hace con mucho cariño para ayudar a los profesores noveles”, comentó.

En tanto, Ignacio Alarcón, profesor del Colegio Filii Futuri de Placilla, señaló que “ser mentor es un gran desafío porque tratamos de enseñar la realidad de los colegios lo máximo posible, pero también tratamos de mantener la visión universitaria de los estudiantes, sin coartar la propia creación que ellos pueden hacer de su experiencia”. Además, valoró la interacción con los practicantes, destacando que “vienen con un nuevo enfoque pedagógico que avanza muy rápido a través de los años. Creo que eso es lo mejor, que podemos enseñar y al mismo tiempo aprender de las nuevas estrategias de los estudiantes, de sus visiones pedagógicas y sus formas de enseñar”.
Por su parte, Camila Lineros, profesora del Colegio CREP de Quilpué, manifestó: “Me siento sumamente agradecida por este reconocimiento. Nuestra labor es compleja porque estamos inspirando y mostrándole también la realidad a los estudiantes que recién se están integrando al sistema educativo”. En la oportunidad, también compartió su satisfacción de ver el progreso de los futuros docentes. “Se nota la evolución entre los estudiantes de prácticas iniciales y de las prácticas finales. Las personas que he tenido la oportunidad de guiar han sido sumamente receptivas a las retroalimentaciones y se ha visto un progreso importante”, concluyó.
El reconocimiento a estos mentores y mentoras no solo celebra su entrega y vocación, sino que también refleja el valor del trabajo colaborativo entre la Universidad y los establecimientos escolares para construir una educación más cercana, reflexiva y transformadora.
Por Daniela Lorca
Dirección de Comunicación Estratégica