Durante el primer día de matrículas Vicente Villar llegó a Casa Central para convertirse en nuevo estudiante de Ingeniería Civil de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Su alegría y ansiedad por cumplir este proceso, uno de los más importantes en la vida de todo joven, se complementaba con un notorio orgullo.
Y es que Vicente no solo se incorpora a la Casa de Estudios por el prestigio del que le han contado o por lo que ha leído sobre ella, sino porque durante su época escolar deambuló por las aulas de varias facultades por formar parte del programa de talentos Beta PUCV, al cual llegó cuando cursaba séptimo básico. “Desde hace tiempo que me siento parte de la PUCV”, confesó.
Sobre su paso por el Programa, señaló que más allá de la formación académica que recibió, son “las y los profesores y estudiantes quienes enriquecen la experiencia, ya que con ellos uno puede intercambiar ideas”. Asimismo, destacó el haber podido desarrollar un “pensamiento crítico que me ha permitido salir de la visión común y poder las cosas de otra forma”.
“La Universidad me ha entregado las herramientas necesarias para la toma de decisiones en todo ámbito, esencial para el mundo que estamos viviendo”, indicó,
Sobre lo que significa la PUCV en su vida y cómo proyecta su experiencia universitaria a partir de marzo, explicó que “el ser parte de una universidad tan grande es un sueño cumplido“.
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