Académica PUCV impulsa desarrollo de prótesis ortopédicas más seguras y biocompatibles
Esta línea de investigación no solo apunta a mejorar los materiales actuales, sino también a repensar la manera en que enfrentamos las complicaciones postoperatorias, con una mirada más preventiva, funcional y humana.
Con el foco puesto en mejorar la calidad de vida de las y los pacientes, Lisa Muñoz, profesora asistente del Instituto de Química de la PUCV, lidera una investigación que busca revolucionar el desarrollo de prótesis ortopédicas mediante recubrimientos antibacterianos avanzados.
Este trabajo lo está llevando a cabo a través del proyecto titulado “Recubrimientos antibacterianos de polihidroxialcanoatos (PHAs) electrohilados y polidopamina para aleaciones biomédicas de titanio”, adjudicado en la convocatoria DI Investigación Asociativa Interdisciplinaria 2024, impulsada por la Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación de la universidad.
Incorporando una colaboración internacional con Australia y México, la iniciativa busca aplicar recubrimientos bioactivos sobre aleaciones de titanio como Ti 13Ta-12Sn. Estos recubrimientos, desarrollados con PHAs y polidopamina (PDA), buscan aumentar la biocompatibilidad de los implantes y su resistencia a infecciones bacterianas, dos de los principales desafíos que enfrenta la medicina ortopédica.
“Este proyecto trata de buscar alternativas para darle funcionalidad a los materiales usados en prótesis ortopédicas”, explica Muñoz. “Hoy se utiliza una aleación comercial de titanio que no es tan biocompatible, y materiales como el aluminio pueden liberar iones que se han asociado, por ejemplo, al Alzheimer”.
Nuevas proyecciones
A partir de este trabajo han aparecido nuevos desafíos en el horizonte. Uno de ellos es un proyecto FOVI para fomentar la colaboración entre la PUCV, la Universidad de Chile y la Universidad de Monash, con el fin de diseñar fibras que liberen agentes antibacterianos para fabricar parches.
Además, se prepara una postulación al Fondecyt Regular de ANID centrada en el uso de aleaciones de alta entropía, menos susceptibles a la tribocorrosión y con propiedades antibacterianas mejoradas. Sin embargo, como explica la académica, el desafío no se limita al material de la prótesis, sino también a la colonización bacteriana que puede afectar el tejido circundante.
“La infección intrahospitalaria puede obligar a remover una prótesis, incluso si no ha sido colonizada, solo por precaución médica. Esto implica costos emocionales, físicos y económicos enormes para el paciente”, advierte. Por eso, su propuesta busca desarrollar materiales que liberen agentes antibacterianos al medio, reduciendo así el riesgo de infección en los tejidos cercanos y evitando intervenciones mayores.
En definitiva, esta línea de investigación no solo apunta a mejorar los materiales actuales, sino también a repensar la manera en que enfrentamos las complicaciones postoperatorias, con una mirada más preventiva, funcional y humana.
Facultad de Ciencias PUCV