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AlCubo trabajó con proyectos que abordaron temas ecológicos, sociales y tecnológicos

Escolares de distintas comunas del país vieron a su alrededor y descubrieron las problemáticas que necesitan una solución innovadora.

26.01.23

AlCubo, la Incubadora de Emprendimiento e Innovación Escolar de la Dirección de Innovación, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, continúa desarrollando habilidades vinculadas con el emprendimiento, la innovación y la creatividad en el sistema escolar de nuestro país. Hasta la fecha ha beneficiado a más de 3.100 estudiantes y 783 docentes apoyados de diversas comunas y resaltando su presencia en la Región de Valparaíso.

Durante su más reciente edición participaron 56 equipos en total, de 24 comunas del país, trabajando 30 proyectos que fueron incubados. En la etapa inicial los estudiantes están conscientes que existe un problema del cual hacerse cargo, por lo que la incubación está dispuesta para guiar el proceso de levantamiento de problemáticas que beneficien de manera directa a su entorno (curso, colegio, comuna, etc.). Mientras que en la etapa avanzada, se asegura que el contenido generado inicialmente por parte del equipo sea lo suficientemente robusto y con amplia validación para dar paso a la creación de soluciones por medio de la ejecución del proyecto de emprendimiento.

Los proyectos que resultaron de la edición 2022 de AlCubo se pueden clasificar en distintas temáticas. Existen los que tienen una característica ecológica que los resalta, por lo que se puede hablar de emprendimientos sustentables. En palabras de la emprendedora Darlyn Riquelme, quien estuvo a cargo de una Academia AlCubo, los definió como “negocios que tengan un triple impacto. Que por un lado engloben la visión del cuidado del medio ambiente, que lo respeten y que en el propósito del emprendimiento se resguarden esas características de lo que habla el desarrollo sustentable: de no consumir recursos por sobre lo que es para las generaciones posteriores”.

En esta temática se encuentran “Los Andes Recicla”, del Colegio María Montessori de Los Andes, que busca enseñar sobre cómo reciclar correctamente, dirigido a su mismo colegio y jardines infantiles. También está “Guardabosques” de la Escuela José Miguel Infante de Quilpué que buscó apoyar iniciativas de reforestación y huertas comunitarias para su propio establecimiento como otros; implementando cunas de germinación de árboles nativos y hierbas medicinales para su distribución responsable a organización sociales y medioambientales.  Asimismo, “Raimapu” del Colegio Raimapu Tierra Florida de Santiago, estuvo centrado en la carpintería ecológica para la creación de juguetes de madera, que puedan ser compostables y/o biodegradables. En esta categoría también se encuentran “Los Andes recicla” del Colegio María Montessori de Los Andes y “Bioregadores” de la Escuela Teniente Ignacio Serrano Montaner de Quilpué.

Luego se encuentran los proyectos de base social, que buscan soluciones creativas a problemas complejos de la sociedad, entregar herramientas y oportunidades laborales a las comunidades, para que mejore la calidad de vida de las personas. Para María Paz Bascuñan, relatora de la Academia AlCubo que estuvo centrada en el impacto social, lo definió como “empresas con fines de lucro cuyo objetivo principal es generar un impacto positivo social y/o ambiental”. 

En esta categoría se puede incluir al proyecto “AFE: Aprende Finanzas y Economía, de estudiantes para estudiantes” del Colegio Rubén Castro de Viña del Mar, un emprendimiento socioeducativo que tienen como objetivo ser un apoyo significativo durante el aprendizaje de los contenidos ligados a las finanzas y economía en enseñanza media. También se incluye a “Papelart” de la Escuela Jorge Rock Lara de Quilpué, el cual promueve la exploración de las posibilidades creativas del papel como soporte y medio expresivo, así como el diseño y la creación de productos de papelería comercial. De igual manera, cabe destacar “EXCO2” del Colegio María Auxiliadora de Valparaíso, proyecto que busca crear un sistema sencillo que permita extraer el CO2 de las salas de clases y que lo conduzca hacia un proceso químico que permita obtener un producto que sirva de materia prima para su reutilización. Acá también se encuentran “CHIMCHI” del Colegio María Montessori de Los Andes, “Natuterapeutas” de la Escuela Theodor Heuss de Quilpué, “Gestores de un mundo mejor” del Colegio Alborada de Curauma de Valparaíso y “Ludoteca en tu escuela” del Colegio Francisco de Miranda de Quillota.

Por último se encuentran los proyectos categorizados como tecnológicos, que buscaron encontrar soluciones innovadoras utilizando nuevas tecnologías. Se puede destacar a “pHood” del Liceo Bicentenario Simón Bolívar de Santiago, que nació desde la necesidad de ayudar a las personas con su salud, convirtiéndose en una aplicación para la alimentación saludable en base al pH de los alimentos. Asimismo, “Sembradores de tecnología” del Liceo Menesiano Sagrado Corazón de Llay Llay, que buscó crear un proyecto que ayude a minimizar el gasto de agua en su colegio y poder aplicarlo en sus hogares. Por último, “Las energéticas” del Colegio Santa Clara de Valparaíso, tuvo por objetivo poner paneles solares en su establecimiento escolar y así contribuir a la sustentabilidad y al medio ambiente.

Conoce más sobre la más reciente versión de esta incubación escolar en el sitio web de AlCubo Fest, donde podrás conocer todos los proyectos, los proyectos de invitados internacionales, actividades, charlas y mucho más. Visita el siguiente link: http://fest.alcubopucv.cl/