Explicando el mundo con números
Desde el Siglo VI antes de Cristo, con los inicios de la Escuela Pitagórica, nace la idea de que todo en el mundo se puede explicar mediante los números y la matemática. Hoy, más de 2.500 años después, esa idea se mantiene más vigente que nunca e incluso ha permitido lograr grandes descubrimientos en el mundo moderno.
A partir de este lenguaje, los físicos teóricos logran un gran acceso al universo y mantienen viva la consigna "todas las cosas son números", a través de la historia son innumerables los descubrimientos que se le pueden atribuir a las ecuaciones y más aún a una mejor forma de comprender nuestro mundo.
El docente del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Radouane Gannouji, señaló que: "la búsqueda de una nueva física está guiada por observaciones inexplicables, pero también por la búsqueda de la belleza en las ecuaciones, la simetría, la simplicidad y la búsqueda de la unificación de todas las fuerzas de la naturaleza".
La observación del entorno es un elemento imprescindible en todo científico y necesaria para comenzar a buscar las respuestas a los diferentes planteamientos que comienzan a surgir en su mente. Isaac Newton, uno de los físicos más famosos del mundo, descubrió la ley de gravedad y luego la declaró como ley universal actuando siempre entre cuerpos masivos. El Dr. Gannouji, explicó esto señalando que: "según Newton, un objeto que cae en la tierra está gobernado por las mismas leyes que hacen a la tierra orbitar alrededor del sol". Agregando además que: "Desde esta época, la idea de la universalidad no nos ha abandonado. A partir de consideraciones locales, experimentos reales o mentales, un físico deduce nuevas leyes que posteriormente promueven declaraciones universales".
Cuando nos referimos a declaraciones universales y también al hablar de la gravedad, es imposible dejar fuera de esto a otro de los grandes físicos en la historia de la humanidad. Albert Einstein desarrolló una nueva teoría de la gravedad acoplando a esta la relatividad. Al respecto Gannouji señaló que: "La nueva teoría de Einstein está demostrada en el laboratorio y también dentro del sistema solar, y si la llevamos a la idea de la universalidad, se podría suponer que esta teoría es correcta para objetos que están lejos de nosotros o en regímenes gravitacionales mayores como el que ocurre en alrededor de un agujero negro". Agregando además que: "Es por ello, que incluso sin ser observados directamente, los físicos teóricos están seguros de la existencia de los agujeros negros, tal como estaban seguros de la existencia de las ondas gravitacionales durante 100 años antes de que fueran observadas".
Otro claro ejemplo de la explicación del mundo mediante el uso de las ecuaciones es el descubrimiento de Neptuno por el francés, Urbain Le Verrier, en 1846. Mediante la observación de la órbita de Urano, Le Verrier se percató que esta no respetaba las leyes de Newton. Por lo tanto, asumió la existencia de otro planeta que, según él, produce la desviación de la órbita de Urano. Luego de un largo trabajo, logró calcular y predecir la posición en el cielo de este nuevo planeta. El profesor Gannouji explicó que : "Poco después, el astrónomo, Johann Galle, confirmó la existencia de Neptuno, con una precisión casi exacta a la prevista. Este ejemplo, muestra el poderoso impacto de un trabajo puramente teórico: Urbain Le Verrier descubrió un nuevo planeta sin otro instrumento más que su pluma".
Son hitos como este en la historia de la humanidad los que motivan a seguir trabajando teóricamente en los problemas que son difíciles de medir y también a descubrir nuevas realidades sin otro instrumento que la pluma.
Fuente Facultad de Ciencias