Un estudio liderado por el docente de la Facultad de Ciencias de la PUCV, Dr. en Cs. Química, Manuel Bravo, determinó que hay peces en las caletas de Quintero, Quintay y otras ciudades costeras de la V región, que presentan niveles por sobre la norma internacional de metilmercurio. Este compuesto puede llegar a ser nocivo para las personas y causar diversas enfermedades en quienes lo consumen en exceso.

Desde el año 2015, el grupo de científicos está realizando un estudio para determinar la concentración de mercurio y metilmercurio en peces que son de consumo masivo dentro de la población chilena. Este trabajo puede servir para la iniciativa que impulsa el Ministerio de Salud, que busca normar la medición de este elemento en los alimentos. Cabe destacar que a nivel internacional esto ya está regularizado, definiendo 1 mg de este compuesto por cada kilogramo de peces grandes como tiburón y albacora y 1,5 mg por cada kilogramo de peces pequeños como la reineta.

La medición se realizó a pescados en centros comerciales y también de caletas en la V región, especialmente en la ciudad de Quintay, Quintero y sus alrededores. Se determinó que aquellos peces que se podían encontrar en supermercados y otros locales comerciales, no tenían ningún problema para cumplir con los límites permitidos. Sin embargo, suerte dispar corrieron aquellos que venden en las caletas, donde algunos sobrepasaban los máximos estandarizados. Cabe destacar que esto se dio en la medición a pescados grandes como el tiburón o la albacora y no en los peces pequeños.

Para el docente de la PUCV, esto se debe mayoritariamente a que los peces que uno encuentra en los supermercados y mercados cumplen con la normativa legal, debido mayoritariamente a que el Sernapesca tiene un mecanismo de control mayor en los pescados de nivel industrial. Al respecto señaló que: "Lo que más influye en los niveles de metilermercurio que presentan los peces es su alimentación. Es por ello que los pescados que provienen de la industria, presentan indicadores dentro del margen permitido, ya que tienen estos factores controlados, algo que no se puede asegurar de un pescado que proviene de otro lado".

Además, y para contrastar los datos, se analizaron muestras de cabello de personas que viven en estos sectores y así observar si había alguna relación entre los niveles presentes en los peces y la población. En este marco los estudios arrojaron que efectivamente hay personas con índices de este metal. Además, la evidencia del estudio demuestra que este metal se tiende a almacenar en lugares como el pelo y las uñas, por lo que es posible realizar un seguimiento de las personas estudiadas.

Si bien es conocido que este componente puede causar problemas de salud a nivel del sistema psicomotor, sistema nervioso central y que puede afectar también a diferentes órganos del cuerpo, un trabajo convocado por la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura la (FAO) ha determinado que los beneficios del consumo de pescado son mayores a los potenciales riesgos que están asociados.

Fuente Facultad de Ciencias