Coronavirus, pandemia y el medio ambiente
Las energías renovables y la demanda de recursos serán cruciales en el futuro del planeta.
A lo largo de su historia, la humanidad se ha visto enfrentada a diferentes pestes, virus y pandemias que han puesto en peligro su existencia. En la edad media y sin los avances tecnológicos con los que contamos hoy en día, se dio la pandemia de peste más devastadora de la humanidad. Esta bacteria afectó directamente a Europa y Asia, si bien no hay registros de las muertes de la época, los modelos actuales calculan unos 200 millones de muertes, lo equivalente al 30-60% de la población Europea de ese tiempo. Esta mortal peste, al igual que el SARS-CoV-2 que nos afecta hoy en día, tiene su origen en un animal. Es decir, se dio mediante la zoonosis o la infección entre animales y humanos.
Las 5 grandes pandemias y enfermedades a lo largo de la historia de la humanidad han sido: En primer lugar y como ya fue mencionado, la Peste Negra con cerca de 200 millones de fallecidos. En segundo lugar y con 56 millones de muertes, se puede encontrar a la Viruela, una enfermedad que mató a aproximadamente el 90% de los nativos americanos. Un poco más atrás y con números que oscilan entre los 40 y 50 millones de muertos, encontramos a la Gripe Española, en cuarto lugar, se ubica la Plaga de Justiniano, que se dio entre los años 541 y 542, con decesos entre los 30 y 50 millones de personas. Finalmente nos encontramos con el VIH, un virus que produce inmunodeficiencia y que ha tomado la vida de más de 35 millones de personas. Todos estos números están muy lejos de nuestra situación actual causada por el SARS-Cov-2 que ha matado a más de 1.6 millones de personas.
Sin embargo y pese a que los números de la actual pandemia distan mucho de los casos anteriormente presentados, este nuevo escenario a supuesto un nuevo estilo de vida para la humanidad moderna, que se ha visto obligada en muchas partes del mundo a vivir en confinamiento y evitar, dentro de lo posible, el contacto con otros. Todos estos cambios, junto a las medidas que se debieron adoptar en el mundo, han suscitado otro tipo de problemas como una importante recesión económica a nivel mundial y dónde se han visto afectados diversos rubros.
Pese a todo, el planeta también se ha visto afectado por este confinamiento. Diversos estudios han mostrado como la contaminación ha disminuido en el mundo y como cientos de especies han vuelto a las ciudades y a ocupar espacios que solían pertenecerles. De hecho, según ha señalado la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), uno de los efectos extraordinarios e inesperados de la pandemia, ha sido la reducción extraordinaria de las emisiones de gases de efecto invernadero. Agregando también que: “durante el confinamiento, en el norte de Italia, se han observado otras consecuencias como la reducción temporal de la contaminación atmosférica”.
En relación a lo anterior, el Profesor del Instituto de Química de Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Dr. Waldo Quiroz Venegas, señaló al respecto que: “los primeros antecedes que existen, es que la contaminación atmosférica ha disminuido bastante, la presencia de material particulado y gases precursores de lluvia ácida han disminuido en las grandes capitales e incluso se está hablando de una recuperación de la biodiversidad”. En la misma línea, el Decano de la Facultad de Ciencias y Experto en Química Ambiental, Manuel Bravo, destacó que esta reducción de gases particulados en el aire responden a dos ejes principales, señalando al respecto que: “Por un lado, y debido al confinamiento, en diversos países se observó una mejora en la calidad del aire con la disminución de contaminantes ambientales tales como el dióxido de nitrógeno y material particulado, lo que se ha atribuido al descenso de la actividad industrial, así como a la disminución del tráfico vehicular”. Agregando además que: “Existen datos similares observados en nuestro país, principalmente en algunas comunas de Santiago donde se han presentado los mayores períodos de cuarentena”. La cara opuesta de la moneda de todas formas, es el aumento de consumo de plástico, según el grupo investigativo del Dr. Bravo, solo en el mes de marzo, China, vendió 3860 mascarillas y cerca de 2.84 millones de kits de detección para el Covid-19.
Todos estos datos, sumado a la limpieza natural que han sufrido algunos canales del mundo, como el de Venecia, donde incluso han vuelto a observarse delfines, son parte de un mundo que debido a prender a trabajar a distancia y con teletrabajo, un mundo dónde ha disminuido el trafica aéreo y también de automóviles. En este escenario, ¿cómo podemos pensar la producción a futuro?. Según lo manifestado por el Dr. Quiroz, existen muchas instancias como reuniones, tratamientos de datos y congresos que se pueden realizar por otros medios, evitando así desplazamientos innecesarios. Respecto al desarrollo industrial señaló que: “El aparato productivo podría entrar en una etapa híbrida en donde el aprendizaje adquirido de tele trabajo nos podría llevar a un estado de trabajo en casa/empresa repartido. Si se logra eso sería bueno para el medio ambiente por cuanto disminuirían los desplazamientos de trabajadores, aunque no creo que eso sea la solución definitiva a los problemas como el cambio climático y la contaminación atmosférica, los plásticos, etc”.
Para el decano de la Facultad de Ciencias, el desarrollo futuro de Chile y otros países, tiene mayor relación con el trabajo y aprovechamiento de las energías renovables, señalando al respecto que: “Es evidente que la situación ha llevado a replantearnos el aspecto energético. En este sentido, han tomado fuerza los proyectos basados en energías renovables no convencionales como el hidrógeno verde, que promete ser una alternativa que permitiría de descarbonización de Chile”.
El mundo después de la pandemia
Pese a todo, las medidas para mantenernos a salvo como el uso de mascarillas y guantes, también afectarán a nuestro planeta en el futuro. Sonnia Parra, quién es parte del equipo de trabajo del Dr. Manuel Bravo, detalló que nuestro planeta se verá afectado por la generación de toneladas de residuos plásticos solo considerando el uso de mascarillas, guantes, protectores faciales y otros. Señalando además que: “Estos materiales, por riesgo de contagio del virus, no podrán ser reciclados y se esperaría que sean incinerados, generando un problema ambiental adicional como la emisión de compuestos cancerígenos como las dioxinas”. De hecho y según a los datos entregados por World Wildlife Fund (WWF), se estima que cada mes llegan al ecosistema terrestre y acuático unos 10 millones de mascarillas por problemas de manejo y que cada mascarilla demora aproximadamente 300 años en degradarse.
Sumado a esto, los continuos avances en el desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2, es posible que la normalidad, vuelva paulatinamente en las diferentes ciudades del mundo. Es probable que las fabricas vuelvan a trabajar de la manera en que lo hacían, que se retomen los vuelos comerciales y que comencemos a utilizar cada vez más recursos. Esto al menos es lo que piensa el Dr. Quiroz, quien cree que volveremos a caer en los mismos problemas de siempre señalando al respecto que: “Yo creo que después de la pandemia, la situación ambiental va a volver a empeorarse gradualmente a niveles similares a lo que había pre-pandemia. Desde el momento en que el tráfico vehicular, de aviones y barcos se restituya a niveles pre-pademia volveremos a caer en los mismos problemas ambientales que veníamos arrastrando desde la revolución industrial”. Sin embargo, para poder ayudar a palear estos hechos, él también cree que hay algunas acciones que se pueden hacer para minimizar el impacto, mencionando que: “A mi modo de ver, la solución a muchos de estos problemas ambientales pasan por la masificación de las energías limpias, el reemplazo del motor de combustión interna por el motor eléctrico en automóviles, buses o camiones, el uso de hidrógeno como combustible en reemplazo de los combustibles fósiles en aviones y barcos y finalmente, que se aplane e idealmente disminuya la pendiente demográfica. Todo lo anterior se proyecta que ocurrirá a finales de siglo”.
Más allá de la contaminación y de la incertidumbre del futuro, el trabajo a distancia que hoy es una realidad y se ha vuelto más común de lo que creíamos, ha supuesto nuevos paradigmas para nuestra sociedad. Por un lado, hay quienes se han visto beneficiados por esta modalidad ya que sus condiciones socioeconómicas les han permitido compartir de mejor manera con sus familias y en contraparte, quienes no cuentan con las condiciones adecuadas, han vivido momentos angustiantes y poco agradables. Para el Dr. Quiroz, esto que hoy es un problema, también es una oportunidad para poder avanzar como sociedad y permitir equilibrar esta situación, manifestando al respecto que: “Si nos organizáramos como sociedad para permitir que todos los trabajos factibles de realizar a distancia, se puedan adaptar a los hogares de todos estos trabajadores, estos elementos del confinamiento que han beneficiado a algunos trabajadores, se puedan aplicar a todos”. Agregando, además: “El ahorro en tiempo y dinero al no desplazarse para trabajar es un gran beneficio para el ambiente y los trabajadores que lo han podido aprovechar”.
Fuante Facultad de Ciencias