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Alejandra Astudillo Stöwhas, Alumni Derecho PUCV

Abogada PUCV al servicio de la autonomía jurídica de Rapa Nui

11.11.2025

La historia de Alejandra Astudillo Stöwhas es la de una abogada formada con el sello riguroso de la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que hoy ejerce su profesión en uno de los territorios más singulares de Chile: Rapa Nui. Desde allí, los últimos 4 años ha dedicado su labor abocada al Área de la Ley N°21.070, una norma única en el país que regula el ejercicio de los derechos a residir, permanecer y trasladarse hacia y desde el territorio especial de Isla de Pascua.

“Entré el 2001 a estudiar Derecho en la PUCV y egresé el 2008 y fue una época de mucha exigencia y rigurosidad en los estudios”, recuerda Alejandra. Venía del liceo particular INSUME, en la comuna de Ñuñoa, Santiago, “un universo de personas”, como describe: “Habíamos personas de distintas clases sociales y realidades, algunos de nuestros compañeros hoy son profesionales y otros, delincuentes”.
En la Escuela, se destacó por su curiosidad y su participación activa en clases. “Los profesores me recuerdan porque era muy inquisitiva en las preguntas”, dice entre risas.

Aunque confiesa que no tenía hábito de estudio, por la base que traía del colegio, la atención en clases y su tenacidad fueron su sello. “Me costó terminar la carrera, pero al final salí bien e incluso quedé bien rankeada en mi generación, después de haber sido ‘porra’. Siempre fui de pensar que la Universidad no me la podía ganar, y lo logré”.

Su paso por Derecho PUCV marcó profundamente su carácter profesional: “Las oportunidades que se me han presentado siempre resultan sencillas. Ninguna entrevista o trabajo tiene la intensidad de los exámenes orales que tenía en la carrera. La vara me quedó alta y eso me da confianza en todo. Lo que más agradezco es el criterio jurídico que me dio la universidad, que sirve para entender cualquier materia hasta hoy”.

Su relación con Rapa Nui comenzó incluso antes de vivir allí. Su memoria de título, titulada “Estatuto histórico-jurídico de la Isla de Pascua (Rapa Nui)” dirigida por el profesor Carlos Salinas, abordó la historia jurídica y política de la isla. “Cuando hice la memoria, el año 2012, no había nada escrito de manera ordenada sobre el vínculo de Rapa Nui con Chile. El único libro a consultar sobre la materia había sido publicado el año 1939, de Víctor Vergara. Fue un trabajo de mucha investigación y compilación”, cuenta. Ese mismo trabajo académico fue la base para su libro ‘Rapa Nui, un camino a la autonomía’, publicado en abril de 2018 por Rapa Nui Press. “El editor me contactó por la temática jurídica, y el libro lo basé en mi trabajo de la memoria, la complementé con sucesos nuevos y la transformé en un compilado de fuentes. Me dio mucha satisfacción dejar un material de apoyo que sirviera para entender el vínculo histórico-jurídico de Rapa Nui con Chile, y los avances en materia de reconocimiento de derechos y autonomía del Pueblo Rapa Nui”.

La pandemia cambió su vida profesional y personal. Casada con un rapanui y madre de tres hijas, la abogada se quedó en la isla cuando se cerró completamente el 18 de marzo de 2020. “Antes la gente me buscaba por cualquier cosa y me pagaban, pero eso se terminó, había otras necesidades básicas. Nos tuvimos que reinventar”. Apenas había terminado un curso de repostería y decidió emprender bajo el nombre ‘La abogada repostera’, combinando su oficio con su hobby. “A la gente le llamaba la atención que la abogada tan seria hiciera tortas tan deliciosas”, recuerda.

En 2021, durante la pandemia, surgió una oportunidad en la Delegación Presidencial Provincial de Isla de Pascua, entonces Gobernación Provincial. “Me seleccionaron para un reemplazo para trabajar en el área de sanciones de la ley especial de la isla (21.070), y acepté. Fue un cambio total: de ejercer libre la profesión, a la repostería, y luego a convertirme en funcionaria pública”.

En 2022 asumió de forma definitiva como abogada encargada del proceso de habilitación, regularización y residencia bajo la Ley 21.070, ya citada: “Esta norma no existe en otra parte del país y por eso tenemos mucho trabajo. Somos una especie de servicio de migraciones en la isla. La comunidad es exigente: algunos reclaman que se habilita a mucha gente, y otros que la normativa les impide sacar adelante sus negocios. Pero no recuerdan que antes de la ley cualquier chileno y extranjero con documentación al día podía venir y quedarse a vivir con toda su familia si quería, en cambio hoy ni siquiera se puede entrar sin invitación, reserva hotelera o habilitación para vivir; y que se ha implementado para la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural material e inmaterial de Rapa Nui”, explica.

Su labor hoy contribuye directamente al ordenamiento de la vida en la isla: “Desde que entré me he preocupado de manera especial de que las resoluciones de habilitación  entreguen mucha más información y en un lenguaje claro, para asegurar un mayor control y seguimiento, y  que las personas sepan a qué están autorizados, por cuanto tiempo y qué deben hacer y, si no cumplen, la ley dispone una serie de sanciones, incluso la expulsión por no cumplir con la normativa”.

Además de su rol profesional, Alejandra preside la Asociación de Funcionarios de la Delegación Presidencial, que ella misma ayudó a formar. “Tengo esa veta organizativa. Me motiva mucho el bienestar y los derechos de los funcionarios. Estoy en varias cosas: casa, hijas, trabajo, asociación, soy muy estricta conmigo misma, a veces eso me estresa, pero me hace feliz”, comenta. Esa autoexigencia —dice— es herencia familiar y también universitaria. “El rigor que aprendí en la PUCV me acompaña siempre. Fue duro, pero gracias a eso, nada después me ha parecido tan difícil”.

Facultad y Escuela de Derecho PUCV