Desde su identidad Rapa Nui a ejercer el derecho

Mahani Salinas Atan es una joven abogada de origen Rapa Nui que se tituló hace poco en la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Su historia es un testimonio de esfuerzo, identidad y compromiso, donde el amor por su pueblo y el deseo de justicia la llevaron a emprender un camino desafiante pero profundamente significativo.

En 2015 ingresó a la carrera de Derecho en la PUCV, luego de terminar cuarto medio en el Colegio San Sebastián de Akivi en Rapa Nui, justo cuando cumplía 18 años. A esa edad, comenzó a prepararse para una nueva etapa: inició los trámites para postular a una beca y empezó a investigar sobre universidades, convencida de qué quería estudiar. “Siempre me gustó el área de ciencias sociales y encontraba que Derecho era transversal. Una herramienta que se podía desarrollar en distintas áreas y por eso me llamó la atención. Además, mi madrina me dijo que era una bonita carrera para ayudar a la gente y hacer justicia”, recuerda.

Gracias a su destacado rendimiento escolar, Mahani accedió al ingreso especial por convenio entre la PUCV y Rapa Nui, además de obtener la beca asociada a su origen, lo que le permitió estudiar en Valparaíso. Sin embargo, la transición no fue sencilla. “En el colegio me iba bien sin estudiar, solo poniendo atención en clases. Llegar a la universidad fue difícil porque hay que tener constancia y disciplina, y sin base, cuesta bastante”. Con el tiempo, fue adaptándose, encontró su ritmo, y logró egresar y aprobar el examen de grado.

“En mi caso fue el sacrificio de estar lejos de mi familia. Tenía que sacarme buenas notas y estudiar”, comenta. Hoy, al mirar atrás, valora profundamente todo lo que vivió en su paso por Derecho PUCV: “Fue una experiencia completa en mi vida. Vivir independiente en otra ciudad, valerme por mí misma. Además, académicamente, me dejó una formación jurídica sólida. Hoy me doy cuenta de que tengo mucho conocimiento”.

También guarda un recuerdo especial de sus profesores: “Sufrí en Derecho Romano con Alejandro Guzmán, pero luego me di cuenta que él era una eminencia y que tenía que aprovechar eso. También recuerdo con cariño a los profes de Penal, porque me gustaba mucho el ramo, y valoro el apoyo constante de los profesores Manuel Núñez y José Luis Guerrero. Todos ellos marcaron mi paso por la universidad”.

Durante sus años de formación, Mahani realizó pasantías en tribunales, en la Fiscalía de Rapa Nui y en el Juzgado Civil de Viña del Mar. Recientemente, trabajó en la Notaría y el Conservador de Bienes Raíces de la Isla, una experiencia que le permitió aplicar sus conocimientos en terreno. “Ver en la práctica lo que me enseñaron en la Escuela fue muy bueno. Me di cuenta que tuve una base muy sólida”, afirma.

Ahora se encuentra en Santiago, en búsqueda de oportunidades laborales para crecer profesionalmente. Su meta es clara: “Estudié esta carrera para ayudar a mi gente, a mi pueblo. Quiero ganar experiencia para luego volver a Rapa Nui y poner en práctica todo lo aprendido”.

Con orgullo, Mahani destaca su identidad: “Ser Rapa Nui es un orgullo máximo. Es tan parte de mí y de mi esencia, yo me presento primero como Rapa Nui, luego lo demás. Es algo que no se puede separar, es lo más importante. Somos orgullosos de nuestra cultura, raíces, familia, pueblo, tierra, de todo”.

A quienes están comenzando su camino en Derecho, les deja un mensaje: “Que estudien, pero que también disfruten. Que vivan al máximo, porque el tiempo se hace corto a pesar de ser una carrera larga.”

Finalmente, Mahani agradece profundamente la oportunidad que tuvo: “Gracias a Dios, al universo, a la vida, que me dio la oportunidad de estudiar ahí. Fue una maravillosa experiencia, con todo, lo bueno y lo malo. Estoy agradecida de haberlo logrado y de que hayan confiado en mí. Con el ingreso especial me dieron la oportunidad y creyeron en mí. Espero llevar siempre en alto el nombre de la Escuela y de la carrera”.