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Pamela Manzo Noé, alumni Derecho PUCV

El camino corporativo con enfoque colaborativo

12.11.2024

Pamela Manzo, ex alumna de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), ingresó a la universidad en 2005 y egresó en 2010. Su carrera, desde sus primeros pasos, ha estado marcada por una firme dedicación al derecho corporativo y su compromiso con el crecimiento profesional dentro de una misma empresa. Hoy, más de una década después de su ingreso al mundo laboral, Pamela ocupa el cargo de subgerente legal de filiales en Caja Los Andes, donde ha forjado una trayectoria distintiva en el ámbito corporativo.

Al finalizar sus estudios, Pamela comenzó a ganar experiencia práctica trabajando junto a Waldo Del Villar padre, donde se desempeñó como asistente de abogado. Luego de un año en este puesto, recibió una oferta para integrarse a Caja Los Andes, una de las instituciones de seguridad social más importantes del país. Lo que comenzó como un puesto de abogada junior en la fiscalía de la organización en 2013, pronto se convirtió en una oportunidad para asumir mayores responsabilidades y explorar distintas áreas de la empresa.

En sus inicios en la Caja, Pamela trabajó atendiendo reclamos y respondiendo oficios de la Superintendencia de Seguridad Social, lo que describió como una experiencia intensa debido al volumen y complejidad de los requerimientos. “Empecé con eso, pero al poco tiempo me encomendaron trabajos propios de un área de fiscalía”, recuerda, destacando que su rol creció hasta incluir la revisión de contratos y la atención a los temas legales que surgían en las distintas áreas de la empresa.

Solo un año después de su ingreso, le solicitaron hacerse cargo del área legal de dos filiales de la Caja: una encargada de administrar fondos de ahorro para vivienda, y otra destinada a la bonificación de retiro voluntario para funcionarios del sector público. Este rol fue el inicio de su trabajo con el directorio y la gestión de aspectos legales a nivel de filiales, una responsabilidad que continuaría expandiéndose a lo largo de su carrera.

A lo largo de sus años en Caja Los Andes, la abogada PUCV ha tenido la oportunidad de trabajar con diversas unidades, entre ellas las de tecnologías, productos financieros y beneficios sociales. Su rol ha sido apoyar legalmente a estas áreas y a las filiales de la empresa, adaptándose a los desafíos que plantean las necesidades de cada una.

Con los cambios normativos, las dos filiales iniciales en las que trabajaba fueron liquidadas, pero su experiencia no quedó en el pasado: hoy, Pamela se encarga del área legal de nuevas filiales que se han sumado a la estructura de la Caja. Estas incluyen una filial que administra los hoteles y cabañas de la Caja, una segunda filial digital que impulsa innovaciones en servicios y productos, y TAPP, una tarjeta de prepago que funciona como una Fintech con foco en la inclusión financiera de los afiliados de la Caja.

Hace dos años, lideró un cambio estructural en el área de fiscalía, asumiendo el cargo de jefa de las tres filiales y, en este año, fue ascendida a subgerente legal de filiales. Este camino, destaca, ha sido “netamente corporativo”, y explica que la principal diferencia entre el derecho corporativo y otros ámbitos es que “tu cliente es la empresa en lugar de tener varios clientes y cómo tal debes atender variados aspectos de la misma”. 

El ámbito corporativo le ha dado la oportunidad de adquirir conocimientos en áreas diversas: “dentro de una empresa empiezas a aprender de otras cosas, como finanzas, tecnologías, gestión de personas”, comenta, subrayando cómo su rol le exige un conocimiento amplio que va más allá de lo estrictamente legal. Su interacción con gerentes y otros profesionales la ha expuesto a las estrategias de filiales y a una serie de temas que enriquecen su comprensión global de la organización.

Pamela desafía la percepción común de que los abogados en fiscalía son los responsables de “frenar proyectos”. En su experiencia, buscan precisamente lo contrario: un enfoque colaborativo en el que los abogados sean incluidos desde el inicio en los proyectos, lo que facilita el avance de las estrategias y ayuda a que los proyectos se desarrollen de manera eficiente. Este enfoque, asegura, permite a su equipo de fiscalía ir “de la mano” con los proyectos y contribuir a su éxito en lugar de obstaculizarlos.

Pamela habla con aprecio de su formación en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. “Cuando entré, podía optar a otras universidades, pero elegí la PUCV porque sabía que era una de las mejores escuelas de derecho de Chile, con tremenda trayectoria y muy rigurosa”. Según ella, la PUCV no solo le dio conocimientos teóricos, sino que también le proporcionó las herramientas necesarias para desenvolverse en el mundo laboral.

Para quienes inician su camino en el Derecho, Pamela destaca la amplitud de posibilidades que ofrece la carrera: “Es una carrera muy bonita, que te da muchas posibilidades de desarrollo en lo que tú elijas”. La abogacía, sostiene, no es un campo cerrado, sino un abanico de opciones que abarca áreas como el derecho ambiental, penal, litigante y corporativo, entre muchas otras.

A los estudiantes de Derecho, Pamela les aconseja: “Si bien la escuela es rigurosa y es una carrera que te desafía, entreguen lo mejor de ustedes, porque después ejercerla es muy enriquecedor, la escuela te prepara para tener conocimientos, pero más importante, tener pensamiento crítico, argumentación y ética profesional, lo que te permite influir y ser un agente de cambio en el ámbito que elijas. En definitiva, es una carrera que da muchas satisfacciones personales y profesionales”. Destaca la importancia de la práctica y el proceso de aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad en situaciones reales, algo que considera mucho más entretenido que la teoría.

Facultad y Escuela de Derecho PUCV