Raúl Grohnert Gacitúa
Mi nombre es: Raúl Grohnert Gacitúa
Soy de: Concón
Estudié la enseñanza media en: The Mackay School
Me interesa el área de: Derecho Administrativo
Hice mi pasantía en: Ilustre Municipalidad de Rapa Nui
¿Qué tareas pudiste desempeñar a lo largo de tu pasantía?
En su gran mayoría tuve que revisar contratos administrativos y algunos dictámenes de la Contraloría General de la República, pero lo que más me sorprendió fue que terminara realizando un informe en derecho sobre violencia intrafamiliar para el Centro de la Mujer Rapa Nui, algo que no esperaba ya que mi objetivo era poner en práctica mis conocimientos en derecho administrativo y nunca me había fijado en esa área.
¿Cómo fue tu relación con el equipo de trabajo de la institución?
Excelente. Durante los meses de enero y febrero la Municipalidad tuvo una alta carga de trabajo, así que termine trabajando en el Centro de la Mujer Rapa Nui, el que está conformado por un grupo humano espectacular, con ganas de realizar un verdadero cambio para Rapa Nui. Ahí tenía que trabajar con profesionales de otras áreas, como psicólogos o trabajadoras sociales. El trato fue muy cordial y me acogieron bastante bien durante el mes que estuve allá.
¿Cuál fue tu mayor aprendizaje en esta experiencia?
Estar abierto a los cambios y sobreponerme a los inconvenientes que pueden surgir en el camino. En un principio mi tarea estaba exclusivamente enfocada a la revisión de contratos administrativos, lamentablemente incendiaron el juzgado de la isla lo cual genero una gran conmoción en la comunidad, y mi abogado guía se tuvo que ausentar por unos días, esto llevo a que terminara desarrollando el informe anteriormente mencionado. También tuve el privilegio de conocer aún más una cultura distinta, que respeto y admiro muchísimo, además de tener que relacionarme con su gente. Espero algún día volver a trabajar y ser un aporte para la comunidad.
¿Alguna anécdota para compartir?
Sí, dos anécdotas. La primera, que los mosquitos, al parecer, se dieron cuenta que no era de la isla y no me dejaron tranquilo durante mi estadía, mis piernas sufrieron bastante, pero el repelente siempre me acompaño. La segunda, se dio por la oficina que estaba ocupando, antes la usaba la encargada de las becas de los estudiantes, por lo que frecuentemente llegaban a preguntar y yo no sabía que responder. Más de alguno se enojó, pero después de algunas semanas terminé experto y pude solucionar bastantes dudas. Quedan muchas otras anécdotas, pero serán para otra ocasión.