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Académico PUCV: "Es importante que las startups piensen desde temprano en internacionalizarse"

En el marco del encuentro internacional Conecta Pacífico, el académico PUCV Daniel Goya, quien se ha dedicado al estudio de la innovación, comercio internacional y políticas públicas, explicó los alcances y desafíos de la apertura a otros mercados.

06.11.2020

El 2020 ha sido un año de cambios, desde las restricciones de movilidad hasta una verdadera reinvención de nuestra forma de vida. Sin lugar a dudas, la pandemia afectó al ecosistema de innovación y emprendimiento a nivel nacional, derribando barreras fronterizas de la mano de la digitalización, la que se constituyó como una potente oportunidad para la escalabilidad de negocios innovadores.

En este contexto la Dirección de Incubación y Negocios (DIN), perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), junto al apoyo de CORFO, desarrollará del 17 de noviembre al 3 de diciembre Conecta Pacífico, encuentro internacional completamente online que busca promover la aceleración e internacionalización de negocios hacia y desde Latinoamérica al mundo.

Un aspecto relevante a la hora de hablar de apertura hacia otros mercados es el rol de la política pública. Por ello, conversamos con el académico de la Escuela de Negocios y Economía PUCV, y Dr. en Economía de la Universidad de Cambridge, Daniel Goya, cuyas investigaciones se han focalizado en innovación y comercio internacional para la diversificación de la economía, tanto desde el punto de vista de las empresas como de las políticas públicas.

¿Cuál es el rol de la política pública y por qué es importante en el fomento y desarrollo de la internacionalización de emprendimientos e innovación?

En un país con un mercado interno pequeño, como Chile, es fundamental que las empresas, especialmente las startups que quieren escalar rápidamente, piensen desde muy temprano en internacionalizarse. Si su producto realmente genera valor, tienen que salir a buscar los mercados. Por temas de lenguaje y culturales suele ser más fácil partir exportando a Latinoamérica, aunque hay que pensar en ir más allá todavía.

La política pública tiene un rol relevante debido a que pueden existir costos asociados a descubrir mercados, comprenderlos, establecer vínculos comerciales, entre otros aspectos, que no pueden ser pagados solo por una empresa, pero una vez que se pagan, más empresas pueden beneficiarse de los vínculos y confianzas que se van generando.

Además, para una empresa puede ser difícil estimar correctamente esos costos y los eventuales beneficios de entrar a otra mercado. Por esa misma incertidumbre es difícil conseguir financiamiento de bancos para estos proyectos, por lo que el Estado puede entrar y, mediante distintos mecanismos, reducir esos costos de expansión fuera de las fronteras.

Por último, es posible que no todos los beneficios de entrar a otro mercado sean capturados por la empresa que se internacionaliza. Por ejemplo, sus ejecutivos desarrollarán nuevas experiencias y capacidades, y luego podrían irse a trabajar a otra empresa, que los recibió con esas nuevas capacidades gracias al esfuerzo de la primera empresa.

Eso es otra razón que justifica que el Estado intervenga: si hay beneficios que le llegarán a la economía del país, pero no directamente a la empresa, el número de empresas que intentarán internacionalizarse será menor al que es óptimo para el país.

En este sentido, ¿qué se está realizando a nivel nacional en cuanto a políticas públicas?

Existen esfuerzos como los desarrollados por ProChile para ayudar a las empresas a explorar otros mercados e instalarse en el extranjero, pero son relativamente limitados en términos de presupuesto. Seguimos estando muy al debe en el venture capital que permita financiar procesos de internacionalización.

Cuando hay un modelo de negocios con cierta validación comercial local, no debería ser tan difícil conseguir financiamiento privado para internacionalizarse. Ha habido políticas públicas para fomentar el venture capital, pero creo que no han logrado generar el cambio necesario.

¿A nivel latinoamericano el panorama es similar?

La verdad es que a pesar de que iniciativas como Startup Chile han cambiado el discurso y la postura sobre estos temas en Chile (y además han puesto al país en el mapa mundial de emprendimiento), otros países como Brasil y Argentina tienen más resultados concretos que mostrar, al menos en términos de "unicornios". Aunque hay que tener cuidado, no hay que mirar sólo las empresas que capturan titulares, sino especialmente ver qué está pasando en términos de generación de empleos, por ejemplo.

Es complicado comparar lo que ocurre en distintos países, porque incluso dentro de cada país es difícil medir aspectos relacionados a emprendimiento. Suelen mezclarse y confundirse startups ("emprendimientos dinámicos", que quieren escalar), con emprendimientos tradicionales e incluso con microempresas y emprendimientos por subsistencia, entonces hay que tener cuidado con los números.

Evidentemente las empresas en Argentina y Brasil tienen la ventaja del tamaño de mercado interno mayor, pero también parece ser más fácil para esas empresas conseguir capital de riesgo. Además las startups de esos países parecen partir con una mentalidad de internacionalización más de lo que lo hacen las chilenas, a pesar de que debiese ser al revés debido a los tamaños de sus mercados.

¿Por qué esto es relevante para nuestro país?

Como te comentaba arriba, por lo pequeño del mercado. Es fundamental ir por mercados más grandes para poder crecer y tenerlo en mente desde un comienzo, especialmente las empresas que pretenden crecer rápido.

En su opinión, ¿qué desafíos quedan en materia de política pública?

Particularmente en el punto del financiamiento de la internacionalización, creo que son los privados los que están al debe. Quizás las políticas públicas de fomento al capital de riesgo deberían repensarse.

Una área no directamente relacionada, es que a veces falta conectar mejor los proyectos de innovación que son parcialmente financiados con subsidios públicos, con demanda por sus productos innovadores, lo que se traduce en proyectos "exitosos" en términos técnicos, pero que no logran ventas.

Si se redujera ese gap y se lograra que un porcentaje mayor de los proyectos innovadores financiados generen ventas (pienso no sólo en emprendimientos, sino también proyectos de innovación dentro de empresas ya existentes), más proyectos podrían llegar a esta fase, de ir por la internacionalización.

Toda la información y los detalles del encuentro están disponibles en www.conectapacifico.com