El trekking como una conexión con la naturaleza y sus raíces
Además del trekking al académico de la Escuela de Kinesiología también le gusta practicar bicicleta como una actividad recreativa.
19/12/2024
Rubén López, kinesiólogo y académico de la PUCV, no solo se dedica a enseñar la importancia del movimiento y la vida activa, sino que lo vive y lo predica. Desde su infancia, marcada por largas estadías en campamentos familiares en las cercanías de Putaendo y aventuras subiendo cerros, ha cultivado un amor profundo por la naturaleza y el trekking, una actividad que hoy practica regularmente con su familia en los senderos de Curauma.
"Como buen kinesiológo, trato de vivir lo que enseño. Si hablo de los beneficios del movimiento, tengo que obrar con el ejemplo. Aunque no soy un gran deportista, disfruto mucho de la vida activa, especialmente a través del trekking", comenta Rubén, quien ha hecho de este pasatiempo una parte esencial de su rutina y filosofía de vida.
López vivió durante mucho tiempo en Villa Alemana. Ahí participaba en un grupo de trekking organizado por el municipio. "Era una experiencia increíble", recuerda. "No solo hacíamos caminatas diurnas, también salíamos de noche con linternas en la frente, lo que te conecta de una forma distinta con la naturaleza. Además, aprendimos sobre seguridad, primeros auxilios y cómo organizar caminatas en grupo".
Estas experiencias no solo reforzaron su pasión por el deporte, sino que le permitieron descubrir una dimensión comunitaria en la actividad. "Conocíamos personas nuevas y creábamos una comunidad. No era solo algo deportivo, era también social", destaca.
Hoy desde Curauma, donde vive desde hace algunos años, sigue explorando los numerosos senderos de la zona junto a su familia. "Aquí es precioso, hay mucho por descubrir. Me relaja y funciona como una válvula de escape ante las tensiones del trabajo".
Rubén comparte que el trekking no es solo una forma de mantenerse activo, sino también un medio para conectarse con su pasado. "Cuando era niño, acampábamos con mi familia durante un mes, y yo aprovechaba para subir cerros. Ahora, cuando estoy en una caminata, siento que me reconecto con ese niño interior", reflexiona.
Además, le apasionan los desafíos que esta actividad plantea: "Ya sea llegar más alto, recorrer distancias más largas o incluso hacerlo en condiciones distintas como de noche o en invierno, siempre hay algo nuevo que experimentar". Entre sus hazañas destacan ascensos al cerro Mauco, La Campana, El Roble e incluso al volcán Descabezado Grande, experiencias que enriquecen sus recuerdos y motivaciones.
Más allá del esfuerzo físico, el trekking también se convierte en una oportunidad de aprendizaje. "Conoces personas que te enseñan sobre flora, aves y otros aspectos del entorno. Siempre hay algo nuevo por descubrir". El profesor de la Escuela de Kinesiología, enfatiza la importancia de estar preparado para esta actividad: "el equipamiento adecuado es clave, especialmente el calzado y los bastones, que protegen nuestras articulaciones y evitan accidentes. Esto, junto con las capacitaciones y los entrenamientos, hacen del trekking una actividad segura y enriquecedora".
Para el profesor López, el trekking es mucho más que un deporte, es una forma de vida, un puente hacia su niñez y una manera de compartir con su familia. En su filosofía, promueve lo que predica: la importancia del movimiento y el contacto con la naturaleza.
Fuente Facultad de Ciencias