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Piscicultura de Río Blanco lanza el proyecto “Cajas de Descubrimiento Sensorial” para apoyar a niñas, niños y jóvenes con Autismo en la comunidad

En un importante paso hacia la inclusión y el fortalecimiento del tejido comunitario,
el pasado martes se dio inicio oficial al proyecto “Cajas de Descubrimiento
Sensorial”, una iniciativa pionera que busca mejorar el bienestar socioemocional
de niñas, niños y jóvenes con Condición del Espectro Autista (CEA) en la localidad
de Río Blanco. Este proyecto, que se extenderá entre los meses de junio y agosto,
es fruto del trabajo conjunto entre la Piscicultura Río Blanco, la Escuela Básica Río
Blanco y la Fundación Quitai.
La jornada de lanzamiento marcó un hito significativo al reunir a las siete familias
participantes, quienes conocieron en detalle el alcance de esta propuesta,
caracterizada por su enfoque participativo y comunitario. Las “Cajas de
Descubrimiento Sensorial” están diseñadas de forma personalizada, considerando
las particularidades de cada beneficiario, y serán acompañadas por un proceso de
formación para las y los cuidadores, con el fin de optimizar su uso y facilitar el
desarrollo cognitivo, emocional y social de niñas y niños con autismo.
La iniciativa no solo busca prevenir desregulaciones emocionales y conductuales
en estos niños y jóvenes, sino también fortalecer el entorno familiar, entregando
herramientas prácticas y adaptadas a las realidades individuales. Esto permitirá a
las familias mejorar la experiencia del cuidado y reducir el aislamiento que muchas
veces enfrentan, especialmente en contextos rurales.
Álvaro González Bascuñán, encargado de Gestión Territorial y del Centro de
Desarrollo Humano/Comunitario de la Piscicultura Río Blanco Federico Albert
Taupp, subrayó la relevancia de este proyecto en el actual panorama social de la
localidad:
“Estamos muy contentos de poder contribuir al bienestar de las y los vecinos a
través de un trabajo colaborativo que incluye a familias de niños y niñas
neurodivergentes. Trabajar con los cuidados es algo sustantivo, ya que la gestión
de éste es algo que parece estar invisible, por lo que es necesario hablar y debatir
en los distintos espacios de participación comunitaria. Aquí están siete mujeres
que se dedican a las labores de cuidado, un trabajo de largo aliento y que siempre
pensamos que tiene que ser exclusivamente de la familia. Por esto, este proyecto
es un paso importante para reconocer y valorar la gestión del cuidado. Esperamos
que esta iniciativa sea el comienzo de un trabajo que se extienda a otras
 
localidades del Juncal, promoviendo una comunidad de derechos y de
corresponsabilidad”.
La importancia de este proyecto también fue destacada por Catalina Villarroel, una
de las cuidadoras participantes, quien expresó con emoción:
“Aquí necesitamos mucha información y ayuda para esta labor tan importante, que
no solo nos beneficia a nosotros como familias, sino también a los niños y niñas
que viven con esta diversidad.”
Desde la Escuela Básica Río Blanco, el equipo de profesionales valoró la
implementación del proyecto como una oportunidad única para acortar brechas y
apoyar a las familias del sector.  Araceli Figueroa, psicóloga del Programa de
Integración Escolar y encargada de Convivencia Escolar, señaló:
“En las zonas rurales se suele observar una diferencia notable en cuanto a
recursos, y no es la excepción cuando de la condición de espectro autista se
refiere, ya que no suelen existir apoyo o información suficiente para las familias,
quienes viven un proceso complejo en distintas dimensiones. El proyecto de cajas
sensoriales para nosotros marca un antes y un después, ya que nos permite
generar mayor vínculo y apoyo a las familias de nuestros estudiantes”.
En la misma línea, Ornela Rojas Molina, educadora diferencial y coordinadora del
Programa de Integración Escolar, añadió
“Este proyecto nos permite acercarnos a la comunidad de Río Blanco desde otra
vereda, aportando con un granito de arena a las distintas necesidades de los
apoderados y estudiantes. Esperamos que este proyecto sea el inicio de muchos
otros, y así trabajar en conjunto, para la comunidad y sus familias desde un
enfoque preventivo y de acompañamiento”.
 
La colaboración entre la Piscicultura Río Blanco, la Escuela Básica Río Blanco y
Fundación Quitai representa un modelo de gestión comunitaria que pone en el
centro la dignidad y los derechos de las personas, especialmente de quienes
históricamente han sido invisibilizados. A través de este proyecto, se refuerza el
compromiso de construir comunidades inclusivas, respetuosas de la diversidad y
orientadas al bienestar colectivo.
Para más información sobre esta iniciativa o para coordinar visitas y encuentros
con las instituciones participantes, los establecimientos educativos interesados
pueden comunicarse directamente con el equipo de la Piscicultura de Río Blanco.
 
Todo esto es posible gracias a la Piscicultura de Río Blanco en colaboración con
Codelco Andina y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que nos ayudan
a hacer posible esta experiencia para toda la comunidad.